Cautiverio (alfaxalfa)

Mark

El ruido de los cuerpos chocando inundaba la habitación, el fuerte olor a feromonas estaba volviendo al chico que dejaba escapar gemidos tras gemidos de lo placentero que se sentía. Con cada estocada que Mark le daba su interior palpitaba.

-Más... quiero más.

-Te daré lo que pides, pero debes rogar un poco más.

-Destrózame Mark.... Hazlo con ese gran pene

-Tus deseos son órdenes.

Las embestidas se volvieron cada vez más bruscas, el chico gemía cada vez más fuerte. No paso mucho tiempo para que aquel chico esparciera por toda la cama su semen. Pero eso no detuvo a Mark ya que este aún no terminaba y no estaba cerca de hacerlo.

-Eso estuvo estupendo Mark, ya extrañaba sentir tu gran pene dentro de mí.

-Este fue nuestro tercer encuentro.

-Así es.

-Ya no habrá más.

-Lo sé, conozco muy bien tu política de tres.

-Bueno, espero que luego no andes rogando por más.

-jejejeje no lo hare, el sexo contigo es bueno, pero solo un tonto se enamoraría de ti. Aunque realmente espero que conozcas a alguien que te jale la correa.

-Eso nunca pasara, primero me caso con Theo antes de dejar que alguien me quiera dominar.

-Espero no te arrepientas de esas palabras.

-Nunca lo....- no termino de decir ya que su teléfono timbro –me tengo que ir, pagas el servicio- Sin más se vistió, se retiró de aquel lugar.

Las gotas de la lluvia desaparecían con ayuda de los limpiaparabrisas, Mark conducía a toda velocidad, iba rebasando, cualquiera que lo viera pensaría que iba a cobrar herencia, por lo imprudente que conducía. Pero era lo menos que podía hacer después de leer el mensaje que John le mandó.

Señor "lo que todo el mundo piensa, pero se niega a decir" ha enviado una carta a su casa.

Otra vez ese escritor anónimo se metía en su vida, pero ahora había pasado los límites de su paciencia al enviarle una carta directo a su casa. Claro que admiraba la osadía de "anónimo" solo esa persona se atrevería a hacer eso, lo que le preocupaba era el contenido de la carta. Era muy extraño que justo a la semana de haber contratado a un asesino a sueldo suceda este hecho.

Al llegar a su predio se encontró con John esperándolo en la puerta de su casa. John se miraba nervioso, caminaba de un lado a otro con un papel en la mano. Cuando vio que el auto de Mark se estaciono, recompuso su postura a una seria, espero a que el alfa bajara del auto para entregarle la carta.

-Señor, esta es la carta que le comenté- menciona estirando su brazo para acercarle la carta a Mark.

Mark agarro la carta, la saco del sobre y desdoblo para poder leerla.

"Sr. Skrunch me complace informarle que ha sido seleccionado para mi siguiente ensayo que a mis lectores les resultara exquisito leer. Esto solo es un aviso para que se vaya preparando por todo lo que le caerá, es una lástima que tan respetado alfa dominante lleve bajo su ala tantas muertes, claro no es de extrañar que personas de alto mando arrastre una que otra muerte bajo su sombra, pero su caso es diferente ya que todo lo hizo por puro placer mundano. Créame se arrepentirá de haber hecho todo lo que hizo. Eso no podrá justificarlo echándole la culpa a las feromonas.

Pd: No trate de buscarme, nunca podrá."

Las feromonas desbordaron de su interior, de un solo movimiento arrugo el papel para luego tirarlo al suelo.

-Investígame quien es el autor de ese mugroso blog, AHORA- ordeno

-sí señor, en seguida.

Maldición, ¿cómo lo supo? Me habrá traicionado John. No, no creo, no tiene el suficiente valor para hacerlo. Siempre seleccione a personas que no buscaran. Mark se encontraba furioso, su doble vida estaba a punto de ser lanzada al público, y no tenía forma de detenerlo.

Los días continuaron su curso, la vida de Mark estaba hecha un desastre, a cada hora revisaba el blog para saber sí "anónimo" había publicado algo sobre él, pero no había nada. Pero eso no era lo único que lo agobiaba ya que el asunto de Kevin aún no sucedía y no sabía cuándo lo haría. Kill no le había dado fecha de ejecución, él tampoco había dicho alguna fecha.

Para calmar su frustración Mark se dirigió al único lugar que le trasmitía paz, la sensación que sentía el estar en ese lugar era indescriptible, sentía que volvía a tener 20, antes de que su obsesión por los alfas iniciara, antes de construir ese cuarto en el sótano. Un suspiro lo trajo de vuelta a la realidad.

-¿Sigues aquí?

-En un rato me voy.

-Claro, ya vamos a cerrar.

-dejaras que esta vez te acompañe a tu casa.

-No, hoy viene mi novio a buscarme.

-Ese Omega.

-Se llama Kevin.

-Sigue siendo un patético Omega.

El mesero no respondió a su último comentario, solo se retiró del lugar dejando a Mark solo. Lo estoy echando a perder. Se levantó de la silla para retirarse del lugar, pero ver a Alex dirigirse hacia la salida lo detuvo, lo siguió con la vista. Vio aquella sonrisa que nunca le daría. Con pasos firmes se dispuso a salir. Así no conseguiré nada.

Salió de la cafetería, saco su teléfono para hacer una llamada.

-John, dile a Kill que se cancela el trato, que no necesito el d- No termino de decir ya que un fuerte estruendo hizo que volteara hacia atrás, su vista se encontró con Alex sosteniendo al omega en sus brazos mientras pedía a gritos ayuda, sus manos estaban cubiertas de sangre, el cuerpo del omega se desangraba por cada segundo que pasaba. Se notaban cinco tiros en el cuerpo, dos en el pecho, dos en el estómago y uno directo en medio de los ojos. La escena parecía sacada de una película de terror, la gente gritaba horrorizada, la sangre brotaba como agua de la llave. Su cuerpo se tensó, por inercia dio un paso hacia atrás, la mano que sujetaba el celular cedió ante la gravedad, y como si cargara un bloque el peso de la realidad cayó ante él. Era tarde, demasiado tarde. Ya no podía redimirse, solo le quedaba aceptar todo lo que se le venía y afrontarlo. Tenía razón "Anónimo" era mejor que empezara a prepararse ya que se enfrentaría a una batalla que nunca imagino enfrentar. las personas que había matado, incluyendo al omega que se encontraba en los brazos de Alex eran personas inocentes que fueron víctimas de su gran ego.

¿Cuándo se había convertido en un asesino? Esa es una pregunta que nunca se atreverá a contestar. Otro grito de auxilio lo trajo de nuevo a la actualidad. Era Alex pidiendo su ayuda, en su rostro se mostraba la desesperación, el sufrimiento, la ira. No era momento de afrontar sus pecados, eso lo haría después, lo primero que tiene que era ayudar al alfa delante de él, aquel chico que al principio vio como un juego, pero que ahora quería que lo notara, que le dedicara sonrisas. pero eso NUNCA pasara.