El dominador mostró una amplia sonrisa al mirarle de arriba abajo.
-Me temo que estoy en desventaja. ¿Nos conocemos?
Luego entró en el bar seguido de la chica a la que Felix había apodado la muñequita.
Aún desencajado, Felix seguía boquiabierto. Spear B tiró de él para alejarlo de aquel tipo.
- No, es sólo que le encantan los hombres bien vestidos. Vamos, amor, tenemos que irnos a casa.
Sin darle tiempo a responder, Seo pasó por delante del dominador para salir con Felix a rastras. En cuanto se había cerrado la puerta tras ellos, él empezó a caminar a toda velocidad en dirección sur por la avenida mientras mantenía cogido por el codo a Felix, que todavía tardó otros tres o cuatro pasos en recuperarse y retirar el brazo. De repente, se quedó parado en medio de la acera.
-Mi casa está en el otro sentido.
Al echar la mirada atrás, Felix vio al dominador que, desde fuera del bar, los miraba mientras se alejaban.
- Ya lo sé. Tú sigue caminando. ¡Vamos! - Spear tiró de él con fuerza - ¡No mires hacia atrás, por lo que más quieras!
Felix decidió no discutir y permitió que él lo guiara a toda velocidad por la calle. Estaba confundido, primero por aquel inesperado encuentro con el dominador y luego por el hecho de que parecía claro que Spear lo conocía. Si bien por un lado le agradecía que lo hubiera ayudado a salir del paso sacándolo de allí antes de que quedara totalmente en ridículo, por otro, quería saber qué era lo que estaba ocurriendo.
Un par de manzanas más adelante, él giró a la izquierda y se metió en una heladería. Había unos cuatro o cinco clientes esperando a que les sirvieran un helado italiano y ninguno de ellos les prestó atención.
- Spear, ¿qué ocurre? ¿Qué es lo que pasa?
-Changbin, me llamo Changbin-musitó él. Luego se dirigió a una de las esquinas del local y se colocó cerca de una ventana desde la que se veía la calle.
- Changbin- Felix pronunció su nombre a modo de prueba y le gustó cómo sonaba -¿Qué ocurre, Changbin?
Él negó con la cabeza y fijó la mirada en el tráfico del exterior. Lee esperó a que se volviera para mirarlo. - Venga, vamonos-le indicó mientras lo cogía de la mano.
-No, no nos vamos a ningún sitio hasta que no me expliques qué es lo que acaba de ocurrir-respondió él en voz baja, pero con firmeza.
Changbin miró a las personas que los rodeaban.
- Salgamos de aquí primero.
Una vez fuera del local, Changbin empezó a caminar de nuevo en dirección sur.
- Cariño, mi piso está hacia el otro lado - le recordó Felix ya algo irritado.
- Ya lo sé, pero vamos a dar la vuelta a la manzana para ir por otra calle.
Aquella calle corría paralela a la avenida hacia el este y solía estar menos concurrida debido a la presencia de un viejo cementerio en desuso que se extendía a lo largo de todo el paseo.
Durante la reforma urbanística del vecindario, los constructores habían sido incapaces de obtener licencias para trasladarlo y sacarlo de allí porque en el había tumbas de la guerra.
El hecho de que Changbin hubiera propuesto volver por una calle casi desierta hizo que se encendieran todas las alarmas en la mente de Felix, que volvió a ponerse nervioso con la idea de quedarse solo con él.
- No, yo me voy por donde hemos venido. Tú haz lo que quieras, puedes quedarte o venir conmigo- entonces dio la vuelta y empezó a caminar hacia el norte para ir a su casa,
-Felix, por favor, esto es importante. Si no quieres que volvamos por aquí, lo haremos por la otra.
La siguiente avenida corría paralela a la de su destino, pero estaba situada una manzana hacia el oeste y quedaba por detrás del piso del dominador. Era una calle mucho más transitada, de modo que, después de pensárselo un momento, Felix accedió.
Esperaron a que pasara un coche antes de cruzar la avenida, luego avanzaron y empezaron a caminar en dirección norte. Lee fue el primero en romper el silencio.
- Bien, listo, ¿de qué va todo esto?
- Felix, ese hombre es peligroso. Se llama Jung Yoon Oh y es el objetivo de todos los agentes de esta parte del país. Debes procurar no tener nada que ver con él - le explicó con seriedad. Felix se quedó mirándolo fijamente un momento antes de preguntarle:
-¿Y eso cómo lo sabes?
- Porque sí. Tienes que creerme, por favor.
A Felix se le tensaron los hombros y volvió a detenerse, con lo que forzó a Changbin a hacer lo mismo.
- No haces más que pedirme que confie en ti, pero eres tú quien no se fia de mi lo suficiente como para contarme lo que ocurre. Y no quiero que esto siga así.
- Ya lo sé, bebé. Aguanta un poco más y te lo contaré todo. Te lo prometo.
O le estaba contando la verdad o era el mejor mentiroso que había visto nunca. Felix reemprendió la marcha.
Hacia su casa. Caminaron en silencio. Él notaba que Changbin estaba tenso. Miraba a todas partes como si temiera encontrarse a alguien.
La agradable brisa de septiembre se colaba entre las ramas y las hojas de los robles. Aunque eran más de las once, la avenida permanecía en plena actividad. Había varias personas paseando a sus perros, y un par de parejas que iban en sentido opuesto al suyo comentaban la pelicula que acababan de ver en el cine.
Felix pensó en lo que Changbin había dicho. ¿Cómo era posible que supiera que el dominador era un mañoso? Los ciudadanos normales y corrientes no solían tener la capacidad de reconocer a esa clase de tipos a primera vista. Sólo los policías podrían hacerlo, o bien los propios mariosos.
Si Changbin era policía, tendría que enseñarle la placa, y si no lo hacía, las posibilidades de que se tratara de un delincuente -o de un sordido abogado que se dedicara a defender a mañosos- aumentarian. En cualquier caso, la idea de poder estar recorriendo las calles con alguien que se relacionaba con gentuza de ese calibre no resultaba demasiado tranquilizadora.
Cuando se encontraban ya a la altura del edificio, Changbin lo empujó hacia un garaje.
-¿Qué...?
- Felix, escúchame. Hay alguien siguiéndonos - Lee hizo el ademán de volverse, pero Seo se lo impidió tirando de él hacia sí - ¡No! No mires hacia atrás. Sigue caminando.
-¿De qué hablas? ¿Por qué iban a...?
- Porque has llamado la atención de Jung Yoon Oh- lo interrumpió él de nuevo - Quiere saber quiénes somos. Vamos a meternos en el garaje.
Caminaron hacia la entrada de los coches de residentes y bordearon la barra baja que bloqueaba el resto del tráfico. El suelo se convirtió en una cuesta arriba. Aunque la iluminación era buena para tratarse de un aparcamiento, las sombras acechaban entre los coches y en los rincones Oscuros.
- Changbin - lo llamó.
-Shhh...! - Changbin estaba recorriendo el lugar con la mirada mientras tiraba de Felix cuesta arriba. Aparentemente satisfecho al comprobar que el lugar estaba vacío, se inclino hacia él y lo miró a los ojos.
- Felix-su voz sonaba apremiante-quiero que subas la cuesta hasta llegar arriba. Aunque no se ven desde aquí, al llegar encontrarás un par de ascensores. Si llegas antes de que yo te alcance, sube hasta el portal y espérame alli - después de dudarlo un momento, le dio un beso en la mejilla - Si en cinco minutos no estoy allí, dile al conserje que llame a la policía, ¿de acuerdo?
-Pero, Changbin...
- No hay tiempo para discusiones. Sólo hazlo, ¿vale?
Felix asintió con un único movimiento de cabeza. Él le apretó el hombro antes de dejarlo para esconderse en la sombra que había entre dos coches. Lee se contuvo y en lugar de darse la vuelta para comprobar si efectivamente había alguien que los seguía, dio un paso adelante algo inseguro.
«Acabemos con esto de una vez.»
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voyeur 彡 changlix
RomanceEl timido asistente social Lee Felix sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Felix encontraba material para sus fantasías m...