Felix subió los brazos por encima de la cabeza y levantó las caderas para acercárselas a Changbin, que dejó de mover las manos. Lee protestó en un grito ahogado.
- Respóndeme - insistió él.
Desesperado por que siguiera tocándolo, dijo:
- Alguna vez me he preguntado como seria someterme a los deseos de un hombre, dejar que él tomara el control de mi cuerpo.
- Mmm... - murmuró él, animándolo a seguir hablando.
-No fantaseo con ser azotado, sólo con que me atormente excitándome, ya sabes... Ahora tócame. por favor.
Seo lo compensó volviendo a mover las manos.
Durante algunos minutos, los únicos sonidos que se escucharon fueron los suspiros y los gemidos de Felix. A esas alturas, los fluidos habían empapado la mano de Changbin.
-Avisame cuando vayas a correrte - ordenó.
- ¡Ya! - rogó - ¡Por favor!
Hubo una pausa mientras él abría un preservativo. Se lo puso, se subió al sofá, colocó una almohada debajo de la espalda de Felix para levantar un poco su cadera y así estar más cómodo, abrió aquellas piernas y acercó su polla a la entrada del otro chico. Lee se retorció enseguida por aquel tacto.
En cuanto Changbin introdujo el pene en aquel orificio, ambos rugieron de placer, no había preparación fisica pero sí mental. Felix recorrió con sus manos su aquella espalda marcada, hasta que alcanzó las nalgas que recogió y estrujó de Changbin.
La reacción de Seo fue inmediata: se retiró un poco y enseguida volvió a embestirlo con toda su fuerza para marcar el ritmo. El sonido acompasado se oía sin dificultad. A Felix le resbalaba el sudor por las caderas y los muslos. Se olía el aroma de su pasión. Aceleró el movimiento de sus caderas contra las de Changbin y tomó su miembro para masturbarse, con la esperanza de liberarse por fin.
Seo, concentrado en el ritmo de sus movimientos, resollaba sobre el.
- ¡Mierda, Felix! ¡Cómo me gusta follarte!
Con cada empellón, Lee notaba el golpeteo de sus testículos contra su cuerpo. En un minuto, estaba ya a punto de llegar al precipicio, y al cabo de otro, ya estaba saltando al vacío, sintió apenas que el cuerpo de Seo se tensaba al llenarlo. Él apretó su entrada para apresar aquel miembro y exprimir todo el semen que derramaba mientras se dejaba venir por completo en su abdomen.
A continuación, ambos se desplomaron como una masa debilitada que resoplaba sin fuelle al recuperarse. Y así descansaron durante unos minutos. Felix le acarició la frente peinándole hacia atrás los cabellos humedecidos. Changbin abrió los ojos y sonrió.
-Te doy un dólar si me dices lo que te pasa ahora por la mente.
- Sólo pensaba en lo rápido que cambian las cosas. Hace sólo dos días, tú y yo ni siquiera nos conocíamos. Y, ahora, miranos.
- Bueno, yo sí que te conocía. Llevo un par de semanas siguiendote, observándote y pensando en ti.
-¿De verdad?
Felix apoyó la cabeza en un codo, sorprendido. Nunca habría pensado que él pudiera haber estado tanto tiempo vigilándolo.
- Claro. Me he acostado cada noche pensando en ti. Quería saber quién eras y lo que pensabas.
Felix le acarició la mejilla.
- Estaba deseando que apareciera alguien como tú. - Seo se volvió para besarle la palma de la mano.
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voyeur 彡 changlix
RomanceEl timido asistente social Lee Felix sólo tenía un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vecinos durante sus momentos más desinhibidos. Noche tras noche, detrás de cada ventana, en cada dormitorio anónimo, Felix encontraba material para sus fantasías m...