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Felix se incorporó e introdujo la mano en la caja hasta rozar con los nudillos varias capas de papel y cartón.

-¿Está en la otra? - preguntó.

- No, mete la mano hasta el fondo, ya verás.

Y así fue. Tocó con los dedos algo duro y alargado, lo empuño y lo extraño.

- ¡Es un vibrador! Y un... ¿Lubricante?

- No, es un consolador, bebé. Mide veinte centímetros de largo y cinco de ancho, exactamente lo mismo que mi polla. Y el lubricante es para hacer las cosas más realistas.

Felix se quedó estudiando el aparato mientras le aumentaba el ritmo de los latidos. Aquello era enorme: de goma, negro, recio, curvado y con la punta como la cabeza de un champiñón.
<< Exactamente igual que mi polla>> había dicho él. Lo recorrió con el dedo, excitado por el tacto casi real de aquellas venas y protuberancias. Con un instrumento así podía hacer como si se tratara de un pene de verdad, fingir que tenía a SpearB entre sus manos. Aquel pensamiento se tradujo en un chispazo en la entrepierna.

- Quiero que te lo metas, imagina que soy yo.

Felix estrujó la punta: cedía, aunque no mucho.

- Esto es enorme - se quejó con la voz queda.

Spear se mantuvo en silencia durante unos segundos. Cuando empezó a hablar, adoptó un tono amable.

- Felix, ¿es tu primera vez?- quiso cerciorarse.

El chico se ofendió al instante.

- Claro que no, ¿es que crees que me pasa algo o qué?

Era cierto que tenía ciertas inseguridades sobre su cuerpo, pero ¿pensaba él que era un bicho raro?

- No, bebé, no es eso, es que quería estar seguro. Escúchame, tumbate y déjame hablar por un minuto, sí?

- Bueno... - accedió rezongando, aún molesto por la pregunta.

Felix se acomodó entre los almohadones y buscó la postura más confortable.

- Quiero que cojas el consolador y que lo sientas, lentamente frotate con él, la entrepierna, llévalo después por todo tu culito, deja que se conozca con aquella entrada rosada y seguramente estrecha, ve moviéndolo arriba y abajo mientras te voy indicando que hacer.

A Lee ya se le había pasado el enfado. Fue siguiendo sus instrucciones, no sin antes colocar un poco de lubricante, envolvió el consolador con la mano derecha y empezó a masajearse con la punta redondeada. Las palabras que la voz había pronunciado retumbaron de nuevo en su cabeza: está <<tan dura>>, tiene la punta <<completamente morada>>

Al imaginar aquello tocando su propia piel mientras él le separaba las nalgas con las manos, su miembro empezó a palpitarle.

- Estoy recostado en una silla, me estoy empuñando, me encantaría que fuera yo mismo y no ese de goma el que jugueteara contigo - la voz de SpearB acariciaba a Felix como si se tratara de un pañuelo de seda - Frotaría mi polla contra tu culo una y otra vez hasta que me rogaras que te follara, pero yo no lo haría,

-¡Ah!, ¿no?

- No, no hasta que te corrieras, una vez, para mi. Así estarías extasiado y anhelante cuando te penetrara tan duro, tan pequeño y tenso lo debes de tener-su voz era ahora casi un bramido. - Empujaría, entraria y saldría un poco cada vez hasta que empezaras a correrte de nuevo y, entonces, me clavaría entero dentro de ti para que pudiéramos corrernos a la vez. Todo eso sin siquiera tocarte, mierda, tener ese gran honor...

voyeur 彡 changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora