Una noche (Completa)

Fortaleza

Faltaba poco, todos lo sabían.

El salón estaba preparado con los lugares asignados para cada dios con su respectiva víctima.

Sin embargo, algunos dioses ni siquiera estaban en el lugar como Ra que había sido convocado por Zeus y Seth, del que desconocían su paradero.

Por otra parte, Poseidón y Apolo se encontraban con sus respectivas presas mientras que Ares mantenía vigilado a Hércules en las afueras de la cabaña.

Los pocos dioses presentes se debatían para iniciar la ceremonia.

-Esperemos a que llegue algunos de ellos. Si no aparecen procederemos con el ritual - dijo Tsukuyomi.

-¿Por qué esperarlos? Brunilda y los humanos pronto nos encontrarán - dijo Loki - yo haré mí propio ritual, no me importa lo que pase con ellos - dijo mientras caminaba hacia la habitación donde descansaba el samurái.

-Espera, Loki - dijo Baldr - recuerda que debemos hacerlo una vez. Si lo haces, los demás no podremos - dijo con ferocidad.

-Es cierto, nórdico. Esperaremos un poco más, si ninguno llega yo mismo daré inicio al ritual - dijo Susanoo no Mikoto de brazos cruzados.

-Aghh, como digan. Todos sabemos que estamos perdiendo el tiempo - dijo con molestia el dios del engaño.

Los demás pensaban igual, está situación era un obstáculo innecesario pero si debían luchar contra los humanos sabían que debían potenciar sus poderes.
Precisamente porque había dioses que ahora estaban de su lados.

Estaban en desventaja.

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Al mismo tiempo, en una de las habitaciones contiguas dos figuras estaban en ella.

-Al fin te mataré, escoria - dijo el tirano de los mares mientras miraba fijamente a su rival.

Sasaki se encontraba de pie, atado de pies y manos sobre una especie de pared que drenaba su energía.

Aunque se sentía débil, el samurái aún se mantenía consciente. Miraba con cierto pesar los gestos y declaraciones del dios frente a él.

Poseidón fijó su mirada azulada en la del humano. Se acercó rápidamente a él, sosteniendo con sus manos su cabello, obligándolo a verlo directamente a los ojos.

-Te mataré, Kojiro Sasaki y seré más fuerte que cualquier dios. Pero antes de eso, debo humillarte. Debes pagar por lo que me dijiste.

Soltó los cabellos del samurái para golpearlo directamente en sus costillas.

La cicatriz de su lucha estaba ahí. Poseidón se detuvo un momento.

-Aquel día te dije la verdad - dijo el humano con debilidad - tu búsqueda por la perfección solo te encierra en tu propia soledad.

Poseidón lo golpeó de nuevo, odiaba que ese humano tuviera el coraje de responderle .

-¡Cállate! Soy un dios, tu no vales nada. Tu existencia es peor que la mía - dijo con ferocidad el tirano de los mares

-¿Entonces por qué te empeñas en matarme? - dijo el Einherjar. Sabía que estaba provocando pero era la única manera para poder liberarse. O al menos, el intento de hacerlo.

-¿Crees que debo responderte,escoria? - se acercó a Sasaki y colocó su tridente cerca de su cuello - si hubieras sido un dios, seguramente habrías sido un buen sirviente para mí. Pero eres inferior... Eres un patético  humano

-Nunca vas a cambiar, mocoso - dijo Kojiro - pese a tu fuerza, tus habilidades e incluso tu belleza no vales nada ante los humanos que se esfuerzan cada día por sobrevivir .

Poseidon lo atacó, un corte pequeño apareció en el cuello del samurái.

-Sí tanto querías vencerme, hazlo en un duelo. Esta es una forma cobarde - dijo el humano

Poseidón sacó su arma de aquella pared.

Con un movimiento liberó al humanos de sus ataduras y este cayó al suelo.

-Tendrás tu duelo, humano. El último duelo de tu existencia - dijo el dios mientras le entregaba una de sus katanas que había guardado desde el día que lo secuestró.

Inmediatamente, el dios atacó.

Sasaki se defendía de los ataques como podía. Gracias a su precognición sabía el resultado de este duelo. Pese a eso, quería intentarlo, al menos una vez más, quería salvar a la humanidad.

Poseidón atacó con su tridente haciendo que Kojiro perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

-¿Esto era lo que deseaba, humano? Otra herida a tu colección - dijo el dios.

-No, ya estoy acostumbrado a eso - dijo tratando de levantarse - yo quiero la paz entre dioses y humanos. Sabía que primero debía empezar contigo porque fuiste mí rival, porque yo te asesiné

Poseidón miró atentamente al hombre. Realmente era un idiota, tan débil pero por qué cuando estaba a punto de matarlo contenía su ataque.

Frenaba su fuerza.

Evitaba y cambiaba su dirección.

No lo mataba.

-Poseidón yo quería llevarme bien contigo. Fuiste una gran rival y pude haber perdido. No tengo ningún odio hacia a ti o a los dioses, el Ragnarok ya acabó - susurró el samurái.

Poseidón mordió su labio inferior, por qué ese mortal seguía siendo tan fuerte. Su voluntad era insuperable en cualquier circunstancia.

En el fondo, admiraba esa fortaleza.

-Lo único que quiero, Poseidón, es que podamos seguir enfrentándonos para superarnos. Seguir creciendo y tal vez, algún día olvides esa venganza que sientes contra mí.

En ese instante, Sasaki Kojiro no pudo sostenerse. Su vista se había nublado. Pronto, cayó inconsciente.

Poseidón dirigió su mirada al artefacto y vió cómo éste empezaba a fallar. Debía conectar al humano otra vez si quería estabilizarlo.

Al parecer, la batalla estaba acabando con esencia de Sasaki Kojiro.

Rápidamente lo recostó en la cama, utilizó sus poderes para curar las heridas durante el duelo. Al menos, eso le haría ganar tiempo.

Vió, poco a poco, cómo el artefacto empezó  a dejar de fallar y la escénica recorría su interior.

Poseidón suspiró, este juego estaba matando al humano. Su venganza no tenía sentido. Hace algún tiempo que se había dado cuenta de ello, pero no quería reconocerlo. Miró hacia Sasaki que respiraba con dificultad.

-No puedes morir, humano - dijo pensando en lo que había sucedido - no dejaré que mueras.

Finalmente había tomado una decisión. Lo peor era que no contaba con mucho tiempo.

Poseidón materializó las aguas del océano, se llevaría al humano con él. Luego de envolverlos a ambos, desaparecieron sin dejar ningún rastro. Ni siquiera el artefacto.