cap [13]

76 8 1
                                    

¿Quién te golpeó en la cara?

Mientras caminaba hacia la esquina de la zona residencial, Sofía Lo
escuchó un auto que venía detrás de ella e instintivamente supo que se trataba de
Colin. Sin embargo, no se detuvo para mirar hacia atrás. En lugar de eso, subió a
la acera y aceleró el paso.
Dos minutos después, un Porsche se detuvo en seco delante de ella,
bloqueandole completamente el camino. ¡Era Colin!
—¡Sube al auto!
Sofía Lo lo ignoró, y decidió rodear, Pero Colin habló de nuevo. —Si no
subes al auto, tendrás falta, pero si lo haces, puedo decirle al departamento de
asistencia que estuviste trabajando conmigo al mediodía.
Sofía Lo
Intentó abrir la puerta trasera pero no pudo...
—¡Ven y siéntate delante! —Colin abrió la puerta del pasajero de enfrente,
Y Sofía Lo no tuvo otra opción que hacerle caso, así que se deslizó en el asiento
del automóvil obedientemente.
El coche salió lentamente del área residencial y, una vez en la carretera
principal, aumentó su velocidad.
—¡Dime quién te golpeó en la cara!
—¡Yo! —Sofía pensó que él se refería a lo que había pasado la noche
anterior, así que respondió sin pensar.
Colin la miró con curiosidad. —¡Estoy hablando de tu cara!
El enrojecimiento en el rostro de Sofía había cedido bastante una vez que
ella hubiera aplicado hielo, y esperaba cubrir el resto con una capa de polvo.
—No importa quién lo haya hecho, lo que importa es que se me negó la
licencia a pesar de haber sufrido lesiones. ¿No es eso lo que querías? Que me
rinda, presente mi renuncia al Grupo SL y luego renuncie a ti.
Colin apretó las manos contra el volante y preguntó: —¿De verdad crees
que yo hice que pasara todo esto, incluyendo que alguien te golpeara y el
incidente con el gerente Chu?
Ella se quedó sentada sin proferir palabra, Era difícil decirlo.
El silencio llenó el coche. Después de un rato, comenzó a hablar. —La Srta.Chiao es hermosa, y es de tu entera confianza. ¿Estás dispuesto a castigarla?
¿De su entera confianzal? ¿Cómo era que él no lo sabía?
Tenía la intención de explicarselo, pero el dolor que se reflejaba en su rostro
lo detuvo.
Quizá el enfrentar nuevos desafíos personales la haría retirarse y abandonar
un lugar al que no pertenecía.
Colin permaneció en silencio mientras llegaban a la compañía. Sentía una
gran decepción en su corazón. Ella había esperado demasiado de él.
Sofía, eres tan ingenua. ¿Realmente esperabas encontrar seguridad en un
hombre que está tratando de alejarte de él?
En cuanto llegó a la compañía, Sofía le informó a Wade Chi que había
estado trabajando con Colin.
Al escuchar esto, Jimena se le quedó viendo fijamente, Pero Sofía la ignoró
y se dispuso a trabajar con fervor.
La noche cayó rápidamente y Sofía, aturdida, contempló el contrato que
tenía en sus manos.
No tenía la menor intención de ver a Paulo Tai. Temía estrangularlo...
Poco antes de la cita, tomó el contrato de la mesa, lo puso en su bolso y
calculó el tiempo que tenía. Entonces, salió del edificio.
Habitación 606, piso 66, Hotel Real.
Sofía miró fríamente al empleado que tocaba a la puerta de la habitación
606.
—Adelante. —Era la voz de Paulo.
Su corazón tembló, pero se calmó rápidamente y entró en la habitación.
Un hombre vestido de traje se hallaba sentado cerca de una mesa frente a la
ventana.
Aunque era la segunda vez que se encontraba con Paulo después de haber
salido de la cárcel, todavía no se quitaba de la mente que él hubiese subido de
nivel en la escala social. Incluso él se vestía tratando de hacer notar que era de
clase alta.
Paulo solía sentirse cómodo utilizando atuendos casuales cuando estaban
juntos, y para él, vestir una marca que debía costar cientos de dólares
representaba un gran lujo.
Ahora tenía un traje, un reloj de marca y otros accesorios costosos. Todo
esto probablemente le había costado decenas o cientos de miles de dólares.
Al verla aparecer en el umbral, Paulo se levantó y al instante se dibujo una
sonrisa llena de familiaridad en su rostro. —Mi Sofía, ¡por fin has venido!
Mi Sofía era el nombre de cariño con que solía llamarla, Pero ahora no era
más que sarcasmo.—No soy Tu Sofía. ¿No te quedó claro la última vez? —Sofía evitó
cualquier contacto, y se adelantó a sentarse del otro lado de la mesa.
Paulo se levantó las gafas y caminó hacia ella. Entonces la tomó de la
mano. —Sofía, sé que me odias, pero sabes que no quise hacerte daño. ¿Serías
capaz de perdonarme?
Retirando la mano, Sofía sacó el contrato de su bolso. —Sr. Tai, estoy aquí
por razones de negocios.
Él no le prestó atención al contrato y, en cambio, la estudió. Había
adelgazado mucho. ¡Nunca pensó que Sofía pudiera ser tan hermosa estando
delgada!
—Sofía, mantengo mi oferta. Sé mi amante, déjame tenerte a mi lado y
entonces firmaré el contrato.
Ella de verdad le quería lanzar el contrato en la cara. ¿Cómo podía ser tan
tonto? —¡Paulo, ya te dije que estoy casada!
Él se molestó. Por supuesto que sabía que ella estaba casada. Colin, el
presidente regional del Grupo SL, se lo había dicho en persona.
Aunque no era más que el presidente regional del Grupo SL, su autoridad
era mayor que la de Daniel entre esas corporaciones.
Colin, que había estudiado por varios años en los Estados Unidos, estaba
dispuesto a regresar al País A en ese momento. Definitivamente era un caballo
negro en el mundo de los negocios.
Un hombre de tan elevada reputación se había casado con la chica a quien
Paulo no había podido olvidar. Él, un gerente sin poder, no tenía posibilidades de
competir con alguien así.
—Sofía, te quiero. Después de obtener una posición adecuada en el clan
Lien, me divorciaré de Dolores y me casaré contigo. ¿Qué te parece eso? —
Paulo se inclinó frente a Sofía mientras le hacía esta propuesta cariñosa.
Ella lo miró con cinismo. —¿Acaso eres estúpido? Tú le dijiste a Colin que
yo era una chica fácil, pero él sabía exactamente lo que yo era. ¿Crees que te
saldrás con la tuya si te metes con su esposa?
Esas palabras tan sólo tenían la intención de asustar a Paulo. Colin ya la
creía una fácil y pensaba que se había acostado con su ex novio.
Además, a Colin no le desagradaría ver que Paulo la cortejara, si no, ¿por
qué le había pedido que se reuniera con él?
—¿Has hecho el amor con Colin? —Sofía se quedó sin habla.
—Él es mi esposo, ¡así que adivina!
—Sofía Lo, ¡salimos durante cuatro años! ¡Sólo me dejaste besarte! Nunca
me dejaste llegar más allá. Has estado casada con Colin solamente por dos
meses. ¿O tres quizá? ¿Y ya hiciste el amor con él? ¡Qué vergüenza! —Paulo seveía muy enojado y había disparado a quemarropa.
Sofía le sonrió. —¿Vergüenza? ¿Qué tiene de malo querer hacer el amor
con mi marido?
Sus palabras lo callaron.
No queriendo discutir con él de nuevo, Sofía tomó el contrato. —Sr. Tai,
este contrato le redituará grandes beneficios al clan Lien. ¡Lo firma o no, es su
elección!
Paulo no la tomó en serio y se levantó, luego la tomó por la muñeca. —
Sofía, firmaré el contrato si duermes conmigo.

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora