cap [28]

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Ego o Amor El Dilema de Colin

Colin miró a Sofía mientras hablaba casi a mil palabras por minuto.
Hoy estaba muy conversadora porque estaba de buen humor.
Podrías describirla como terca, elocuente, calculadora y amante de la
comida. Su apariencia física era un testimonio de su pasión por comer.
—Colin.... —Le dijo y metiéndose una semilla de melón en su boca: —...
Umm, quiero renunciar.
Colin la miró en silencio y luego respondió:
—Bueno. Está bien.
Sofía frunció el ceño por su respuesta. No esperaba que le respondiera tan
fríamente.
—Solo lo haré después de que me paguen mi salario.
Esto le llamó la atención a Colin—. ¿Por qué vas a esperar hasta que
recibas tu pago? Esa es una idea estúpida, Sofía. —Las palabras de Colin
fluyeron, sin inhibiciones.
Sofía se levantó del taburete de inmediato: —Colin, ¿por qué me dices algo
así? ¡No soy estúpida!
Colin negó con la cabeza. Sofía tenía la mala costumbre de que escuchaba
lo que quería.
Sus habilidades de escucha eran deficientes. Sofía, con mucha rabia que le
hervía por dentro, se culpó a sí misma por casarse con Colin, que era
simplemente un imbécil. Siempre la insultaba y ella no sabía por qué.
Colin extendió la mano, tomó la de ella y le hizo un gesto para que volviera
a sentarse.
—Sofía, no escuchaste lo que dije. Dije que tu idea es estúpida, no que tú
eres estúpida.
—Pero como salió de mi mente y dices que es así, ¿no me estás llamando
estúpida sin querer? —Contestó Sofía y lo tomó por sorpresa. Colin miró a su
esposa y, por un segundo, sintió que estaba equivocado por subestimar su
capacidad para razonar. Sin embargo, el hombre era muy orgulloso y nunca se
disculpó. Su ego no se lo permitía.
—No discutamos sobre la semántica. Mi problema es con tu idea.Entonces, déjame aclarar esto, ¿planeas renunciar, regresar a la Nación A,
acercarte a tu enemigo, encontrar un trabajo y buscar una oportunidad para
vengarte de él? —Sofía lo veía diferente. '¿Podría él leer mi mente?'. Se quedó
pensativa. Sofía asintió con la cabeza afirmativamente a sus palabras.
Colin se rió de manera sarcástica. Un arrebato de ira inundó el rostro de
Sofía—. ¿De qué te ríes?
—Sofía, tienes un cerebro de cerdo. ¿Qué te hace pensar que puedes
vengarte de la hija del Clan Lien? Podría arruinarte muy fácilmente usando su
poder e influencia. Es una tarea de tontos. —Ambos sabían que Colin decía la
verdad.
El clan Lien mantenía una posición muy estable en la Nación A. Aunque
Dolores, su enemiga jurada, no tenía poder, pero su familia sí lo tenía.
Si alguien lastimara a la hija de esta familia, se asegurarían de castigar a la
persona responsable.
Era muy peligroso y Sofía sabía que tenía que tener mucho cuidado.
Pero en el fondo ella estaba segura que algún día se vengaría—. No lo haré
de inmediato. —Sofía respondió a las miradas inquisidoras de su marido.
Colin se recostó en su silla y la miró con los ojos entrecerrados—. Está
bien, pero si estás decidida a vengarte, me sentiría más cómodo si tuvieras un
poco de ayuda.
—Bueno, te tengo a ti.... —Sofía lo miró a los ojos con nostalgia.
—¡Ja! ¿Qué puedo hacer yo? Yo no, cariño. Otro clan poderoso, quizá uno
de una posición más alta y con mayor influencia que el de Lien. —Colin se rió
de la ingenuidad de su esposa. Sofía se recostó en su silla y pensó por un
momento—. Quizá el Clan Huo. Escuché que tienen una gran influencia en la
Nación A. Tal vez Helge pueda ayudar en algo....
Colin se quedó sin palabras. No podía creer que pensaba en Helge.
—Sofía, tú eres mi esposa pero piensas en otro hombre. ¿Cómo te atreves?
La joven se mordió la lengua. Estaba decepcionada consigo misma por no
pensar antes de hablar. Tenía una historia con Helge... una que Colin conocía
muy bien. No era un secreto que el hombre lo odiaba por eso.
Pero a pesar de esa historia, Sofía estaba enojada—. ¿Tu esposa? Colin, ¿si
nunca me tratas de esa manera? Me menosprecias y siempre me amenazas con
divorciarte de mí. ¿Por qué te importa de repente? —Colin entrecerró los ojos y
se quedó sin palabras.
Lo que Sofía no sabía era que Colin quería divorciarse y le pidió a Helge, el
playboy, que la sedujera. Quería realmente deshacerse de ella.
Sin embargo, cambió de opinión apenas le pidió a Helge que emprendiera
esta tarea. Dos veces, los atrapó fundidos en un abrazo y Sofía parecía muy feliz.Se puso muy celoso y le prohibió ver a Helge.
Aunque Colin no la amaba, no quería que estuviera con otro hombre. Era
muy vergonzoso para él.
Especialmente esta noche quería pelear con Helge cuando escuchó que la
presentaría a Sofía como su novia para hacerla enojar a Shelly Li.
Esta situación la vio como una falta de respeto.
Sofía miró a su marido y anhelaba una respuesta.
Pero cuando no la consiguió, se levantó del taburete y le dijo en voz baja:
—Colin, por favor, no sigamos jugando este juego. Si nuestro matrimonio solo
está sujeto a un certificado y ya no me quieres, dímelo. Me aseguraré de que te
deshagas de la forma más rápida y sencilla posible.
Sofía contuvo las lágrimas.
Se giró para alejarse, pero Colin se le acercó y la abrazó.
En ese instante, su comportamiento cambió. Notó que Sofía estaba
temblando y sus manos estaban frías—. ¡Oh, Dios! Estás tan fría como el hielo.
Sofía se alejó de su abrazo—. ¡Como si te importara! Estoy bien. —Le
respondió la joven castañeteando los dientes mientras la brisa fría la hacía
estremecerse.
Colin se quitó la chaqueta y se la puso alrededor de los hombros.
A pesar de su enojo, dio la bienvenida al cálido abrazo de su abrigo. Sería
una tonta si rechazara ese calor que le ofrecía—. Gracias.
Colin alargó la mano para tocar la mejilla de la joven—. Sofía, si alguna
vez me dejas o piensas en divorciarte, te destruiré. ¿Me entiendes?
Sofía no se sorprendió en lo más mínimo porque no era la primera vez que
Colin la amenazaba. Se había convertido en una especie de juego entre ellos,
aunque era muy peligroso.
Sabía que Colin podría destruirla si hacía algo que pudiera contrariarlo a
gran escala. Sus amenazas nunca fueron ídolos y ella presenció lo que Colin les
hizo a aquellos que alguna vez fueron amigos y ahora sus enemigos.
Jugó a lo largo de este tiempo y fingió brevedad. Los brazos de Sofía
treparon por su cuello mientras bromeaba con los cabellos a lo largo de su nuca
—. Colin, ¿qué tipo de hombre amenaza a una mujer a la que dice que ama? Es
un comportamiento muy infantil, ¿cuándo crecerás?
Sofía sabía que esas palabras le molestaban, pero no esperaba que en esta
intensidad. Colin dio un paso atrás y la sostuvo de los codos. Sofía aflojó los
brazos de su cuello y se volvió para alejarse. Vio algo en sus ojos que la asustó.
Sintió como si finalmente lo hubiera llevado al límite.
Colin no le dio la oportunidad para escapar, pero la empujó con fuerza
contra el pilar que estaba detrás de ellaLa espalda de Sofía golpeó dolorosamente contra la columna, pero a Colin
no le importó. Estaba muy enojado y esto lo cegó. Quería ver hasta qué punto su
esposa estaba asustada.
—Te enseñaré lo hombre que soy. —Dijo de una manera drástica y
obsesionado con probar su afirmación. Colin sujetó a Sofía al pilar y la besó
bruscamente. Las manos del hombre agarraron las de ella, se las inmovilizó por
encima de su cabeza asegurándolas con una mano. La otra, la colocó en el cuello
de Sofía.
Sofía luchó por alejarlo, pero era casi imposible.
Colin era más robusto y más fuerte que ella. Su negativa despertó lujuria en
los ojos de Colin mientras continuó besándola de una manera salvaje. Sofía no le
devolvió el beso.
En ese momento, la mano que estaba en su cuello se deslizó hacia abajo y
levantó su vestido rojo, que ahora estaba alrededor de su cintura. Esto captó su
atención porque el viento frío soplaba y podía sentirlo en sus muslos.
Consciente de su intención, Sofía le mordió levemente el labio y Colin saltó
hacia atrás—. De ninguna manera, Colin. —Le dijo mientras se bajaba el
vestido.
Colin apretó los dientes y le gruñó—. Si otros hombres podrían tenerte,
¿por qué yo no puedo?
Sofía se agachó por debajo de sus brazos y retrocedió un par de pasos.
'Entonces, ¿por eso está actuando así?'. Sofía pensó en su interior y las lágrimas
que amenazaron con escapar esta vez rodaron por sus mejillas.
—¿Así que eso es lo que piensas de mí, Colin? Te entrego mi corazón y mi
alma y aunque está muy claro que no me amas, me quedé contigo. Me
amenazaste, me denigraste y sigo a tu lado. ¿Cómo te atreves a acusarme de
buscar el afecto de otros hombres? —Sofía sollozaba en este momento.
Colin no estaba escuchando. Su rabia lo cegó hasta el punto de obsesionarse
con la idea de mostrarle a Sofía lo varonil que podía ser. Colin respiró
intensamente, la agarró de la muñeca a Sofía y caminaron hacia el salón de
banquetes.
—Déjame sola, Colin. ¿A dónde me llevas?
—Vamos a casa. Deja de resistirte. Te vienes conmigo y eso es definitivo.
Colin le retorció un poco la muñeca para tirarla hacia adelante, pero Sofía
no se movió—. Colin... Por favor.... —El hombre miró a los ojos a su esposa y
su ira se disipó.
El maquillaje inmaculado que una vez cubrió el rostro de Sofía, ahora
estaba esparcido y con manchas por toda su cara. Parecía agotada y dolorida.
'¿Qué hice?'. Colin pensó en su interior.Sofía lo miró—. ¿Por que me estás haciendo esto? —Antes de que pudiera
responder, Sofía aprovechó la oportunidad para liberarse de su agarre, le arrojó
el abrigo y se alejó.
Esta vez Colin no la detuvo. La observó mientras se alejaba de él. '¿Por qué
no puede simplemente escucharme y hacer lo que le dije?'. Colin se quedó
pensativo.

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora