cap [31]

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¿Por qué aún sigues aquí?

Sofía se sorprendió cuando vio a Colin acostado en la cama: —Señor Li,
¿estás sin hogar?
—No me iré. No lo haré hasta que te disculpes. —Colin se incorporó, se
quitó la chaqueta y luego los zapatos.
Sofía se tragó su sarcasmo y lo agarró del brazo para que se detenga: —¡De
acuerdo! ¡Bueno! ¡Muy bien! ¡Bien, lo siento mucho! ¡No debí llamarla a tu
madre! ¡Discúlpame!
Ni siquiera podía creer lo que veían sus ojos. '¿Cómo es que un Director
Ejecutivo regional se comportó como un niño?'.
Colin sonrió, apartó su mano y continuó quitándose los zapatos: —Ve y
tráeme un poco de agua. Necesito lavarme los pies.
—No. Vete a tu casa. Ya me disculpé.
—Bueno, ya que sabes que te equivocas, debes compensarme por tu error.
Estoy muy cansado ahora y no quiero moverme. Además, estamos casados, así
que tu cama es mi cama. —Colin se quitó los zapatos y se recostó sobre las
suaves almohadas de la cama. Una leve fragancia lo envolvió. Suspiró de
satisfacción mientras se acomodaba.
Mientras que Sofía se tiraba de su cabello con desesperación. '¿Por qué era
tan difícil sacarlo de aquí?'. Sofía se quedó pensativa e intentó idear un plan.
—Mi cama es muy pequeña y dura como una roca. Es bastante incómoda y
no creo que puedas dormir de manera confortable. —Sofía trató de convencerlo
de que cambiara de opinión.
Colin cerró los ojos y respondió con calma: —Dormí en las barracas antes.
¡Las camas eran mucho más pequeñas y duras que esta!
Sofía ahora sabía que Colin jugaba con ella. —¡No tengo ningún artículo de
tocador de repuesto!
—Puedo usar los tuyos. No me importa si están usados.
—No, solo vete de mi casa. —La joven ya no quería andar con rodeos.
—Sofía, ya la hiciste enojar a mamá. Si me obligas a salir de tu casa esta
noche, la llamaré y le diré que siempre intentas deshacerte de mí. ¿Con quién
crees que mi madre estará más enojada? —Colin sonrió y le hizo sentir a Sofía elsabor de su propia medicina.
La joven sabía que Colin era consciente de sus debilidades. Wendy era el
punto débil de Sofía. La joven tenía miedo de hacerla infeliz.
—Muy bien, duerme entonces. Te dejaré en paz.
—¿A dónde vas? —Le preguntó Colin y salió de su posición cómoda.
—Me voy a un hotel, no me quedaré aquí contigo. —Sofía comenzó a
agarrar sus cosas que estaban en la habitación.
Colin agregó con calma: —Está bien, entonces le diré a Wendy que te
quedaste en la casa de otro hombre. —Sofía lo abofeteó en el muslo. Colin se
sorprendió por su repentina reacción y la miró fijamente.
De repente, se lanzó sobre ella, la derribó y lo siguiente que Sofia supo fue
que ya había caído en un cálido abrazo.
Cuando volvió a abrir los ojos, se encontró recostada sobre el fuerte pecho
de Colin.
Estaban tan cerca el uno del otro que Sofía podía oler el vino en su aliento
y... También pudo ver la marca de una mordida en sus labios.
La mordida de ella... aparentemente. No notó la herida durante el día.
Ahora era muy obvia cuando lo miró más de cerca.
Sus ojos se encontraron—. Si no quieres dormir, entonces podemos hacer
otra cosa. ¿No me dijiste que tienes experiencia en muchas maneras?
Sofía ya no tenía ganas de explicarle nada porque se cansó de que Colin
sacara este tema una y otra vez. Después de todo, los dos estaban a punto de
divorciarse desde un principio. No tenía que explicarle que nunca se acostó con
otros hombres.
Sin embargo, sabía que no había manera de poder evitarlo ahora. Se apartó
de Colin, se enderezó y aceptó su destino. Entró en el baño y le hirvió un poco
de agua caliente.
Después de que Colin se lavó los pies, Sofía lo ayudó a tirar el agua del
lavado.
—Usaré tu cepillo de dientes. —Colin se levantó para caminar hacia el
baño.
Sofía le bloqueó el paso cuando estaba a punto de llegar: —¡Ni siquiera en
tus sueños!
—¿Qué dijiste? —Colin la miró con descreimiento.
—Dije que no puedes usar mi cepillo de dientes. Bebiste y, además, ¿quién
sabe a cuántas mujeres sueltas besaste? —Sofía gruñó en voz baja mientras
guardó las toallas que Colin usó después de limpiarse.
Pero su malhumor no pasó inadvertido para Colin y en silencio la observó
mientras ordenaba las cosas en el dormitorio.Colin era muy rico, pero a veces podía ser muy vengativo. ¡Dejaría que
Sofía pagara por lo que ella dijo más tarde!
Después de que puso todo perfectamente en su lugar, la joven yacía al lado
de Colin. A pesar de que no quería compartir la cama con él, solo tenía un sofá
en la habitación y no estaba lista para dormirse ahí.
—¿Te vas a desvestir o no? ¡Estoy a punto de apagar la luz! —Le dijo Sofía
y se puso de espaldas para darle algo de privacidad. Además, no quería mirarlo.
Pero un pensamiento le dio un codazo en su mente. Solo tenía una manta.
—¡Espera! ¡Para, Colin! —Sofía se levantó de forma precipitada de la cama
y le impidió desabrocharse el cinturón.
Colin estaba realmente muy contento.
Vio el rostro ruborizado de Sofía y se burló: —¿Por qué?
—¡Espera! ¡No te desvistas! ¡Solo tengo una manta aquí! —Le dijo Sofía y
sus ojos se desviaron hacia sus manos.
—¿Y entonces? —Colin le respondió y se desabrochó el cinturón.
—Te quedarás desnudo.... —Sofía nunca se acostó con un hombre antes. E
incluso cuando durmió en la habitación de Colin la otra noche, se acostó en su
sofá. Así que no estaba preparada para esta situación en absoluto.
Pero Colin la ignoró. Se quitó rápidamente los pantalones y se paró frente a
ella medio desnudo.
Sofía se cubrió con desesperación la cabeza con la manta y luego extendió
la mano para apagar la luz.
Luego Colin se quitó la camisa, la tiró sobre el sofá en la oscuridad y volvió
a la cama.
Se metió debajo de la manta y la abrazó por la espalda: —Sofía Lo, es el
momento de la revancha. ¿Qué acabas de decir?
Colin le susurró suavemente en su oído.
Sofía cerró los ojos con impotencia y trató de retorcerse. Pero Colin no le
dio ninguna oportunidad.
—No. Debe de haber algo mal en tus oídos. No dije nada. ¡Retrocede!
Colin no se movió hacia atrás, sino que la acomodó debajo de él—. ¿Por
qué? Sofía Lo, enséñame. Muéstrame lo que puedes hacer, podría aprender una
cosa o dos.
La besó en los labios antes de que Sofía pudiera responder.
Un ambiente romántico envolvió la habitación tranquila.
Sofía trató de empujarlo con toda su fuerza, pero fracasó. El dulce sabor del
vino en su boca también la embriagó.
Justo cuando Sofía estaba a punto de darse por vencida, el teléfono de Colin
sonó repentinamente y les impidió seguir adelante.La mujer rápidamente lo apartó y se acomodó debajo de la colcha. Sus
sentidos la inundaron de nuevo.
Colin aspiró su dulce aroma y cerró los ojos con mucha rabia como si
sufriera un gran dolor. ¡Maldición! ¡Quién diablos era ese! ¡Quién demonios se
atrevió a llamarlo a esta hora!
El teléfono seguía sonando. Colin apretó los dientes cuando vio el
identificador de llamadas en la pantalla. Luego lo atendió: —¡Helge!
El hombre pudo descifrar por su tono de voz que Colin estaba
probablemente en medio de algo. —¡Oh, no, lo siento! No quise interrumpir.
Algo le pasó a Leila. La apuñalaron durante la filmación....
—Entonces, ¿qué tiene eso que ver conmigo? —Dijo Colin con frialdad.
—Amigo, ella te llama 'hermano mayor', después de todo. —Helge bromeó.
—Hombre, ¿te das cuenta de que ya estoy casado? ¿Cuál es tu punto
contándome sobre otras mujeres? —Colin apretó los dientes con furia. 'Si Helge
estuviera aquí, le rompería la nariz', pensó Colin

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora