cap [35]

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Nuestro matrimonio terminará en divorcio
Los rayos del sol se filtraban en la habitación y envolvían a Colin en una
cálida luz dorada.
Algunas personas simplemente se habían sacado el premio gordo en la
lotería genética. Colin, el hijo mayor de la familia Li, era una de esas personas.
Era guapo, encantador y excelente en casi todo lo que hacía. No había una
mujer que no lo deseara.
...
Sofía era todo lo contrario. En su mente, ella era la mujer más común y
corriente del mundo. Si un día desapareciera de repente, dudaba que alguien se
diera cuenta.
Colin la miró. Sin otro lugar donde fijar su vista, la mirada atolondrada de
Sofía Lo se topó con la de él. Sus ojos se encontraron. Sofía reorganizó
rápidamente sus pensamientos. —Sr. Li, ¿qué puedo hacer por ti?
—Primero, puedes cerrar la puerta.
Ella se volvió obedientemente e hizo lo que se le indicó, entonces se colocó
a un lado de la puerta esperando las palabras de Colin.
—Quiero que me digas todo lo que pasó con Omar la última vez que
pediste permiso. No me ahorres ningún detalle. —Colin se sentó en un sofá con
las piernas elegantemente cruzadas frente a él.
Hubo un cambio perceptible en los ojos de Sofía. —¿Me creerás? —dijo
ella con suspicacia.
Si le contaba a Colin sobre los avances de Omar, ¿pensaría él que ella había
tratado de seducirlo? Después de todo, ante sus ojos ella era sólo una mujer
ligera y tonta.
—¡Por supuesto que te creeré! —señaló Colin demostrándole confianza.
Sofía reflexionó brevemente sobre el asunto y decidió contarle todo lo que
había sucedido ese día.Cuando llegó a la parte en que Omar le tocaba la mano, una nube negra
pareció cubrir los ojos de Colin. ¿La estaba tomando por mentirosa?
Sofía lo miró directamente a los ojos. —Sr. Li, no tengo idea de lo que estás
buscando, pero te he dicho la verdad. ¡Lo juro!
Colin dejó el sofá y se le acercó. Levantó su mano y le preguntó en tono
indiferente. —¿Qué mano te tocó?
Sofía de repente temió que él ahora pudiera creerle. Levantando su mano
ante él, dijo. —Mi mano izquierda.
Lo que Colin hizo a continuación la tomó por sorpresa. Bajó la cabeza y le
besó el dorso de esa mano.
—Lo sé.
—¿Qué sabes?
—¿Y después de eso?
—... No pasó nada más.
Sofía estaba confundida y miró con curiosidad al hombre que le sostenía la
mano. ¿Qué era lo que realmente quería?
—Una reunión de alto nivel se llevará a cabo hoy. Vendrás conmigo. —
Colin le soltó la mano y metió las suyas en los bolsillos, mirándola.
La Sofía que tenía ante él ahora parecía haber cambiado. No era ni la
sombra de lo que solía ser.
En aquel entonces, tenía la piel áspera y ennegrecida por los años en
prisión, pero ahora, su belleza era innegable, y en ocasiones era casi impactante,
especialmente en la fiesta de la noche anterior.
Incluso ahora, con sólo un tenue maquillaje, parecía mucho más hermosa y
encantadora de lo que él recordaba.
—¿Por qué yo?
—Necesito a alguien que copie el documento de regulaciones de la
compañía. —¿No estaba la secretaria Tao dispuesta a asistir a esa reunión con
él?
Después de unos momentos, Colin de repente dijo: —Durante la reunión, se
anunciará el castigo para Omar. Tu testimonio contra él podría ser necesario.
Sofía no estaba segura de cómo responder.
Después de intentar minimizar los hechos, sintió que cambiar de parecer y
acusar a Omar era demasiado cruel.
Sin embargo, lo que ella sentía no parecía importarle a Colin. Después de
todo, Omar sólo había tocado su mano, su reputación había permanecido intacta.
¿Por qué tenía que hacer ella el papel del villano?
Sofía no dio ninguna indicación de estar de acuerdo o en desacuerdo. —
¿Qué va a pasar con Omar?—No eres la única persona en la compañía a la que él agredió. Seguramente
será despedido, sin embargo, la decisión final depende de los altos ejecutivos. En
cuanto a los cargos privados formulados contra él, ese es su problema.
Sofía trató de suprimir una sensación de opresión en el pecho. Mirando al
suelo, dijo: —Entiendo, Sr. Li.
—Por favor, trata de entender, no quiero que te sientas agraviada. Eres mi
esposa. Es sólo que en ocasiones es necesario hacer ciertos sacrificios. —Colin
habló en tono grave, tratando de consolarla, sin embargo, eso sólo la hacía sentir
peor. Una sonrisa sardónica se extendió desde las comisuras de sus labios.
—Acabas de admitir que soy tu esposa. ¿Fue porque viste a alguien
tratando de lastimarme? Ni siquiera recuerdo haberte oído mencionar nuestra
relación antes.
Bueno, ahora que lo pensaba, tenía que admitir que él la había defendido en
algunas ocasiones. Tal vez ella debería estar contenta de que él se preocupara por
ella, pero, de nuevo, Colin la había tratado muy mal últimamente. Él era la razón
de tanto dolor en su vida.
Colin, presintiendo el conflicto interno de ira en ella, levantó una ceja y le
acarició suavemente la cara. —¿Cómo te sentirías si admitiera públicamente
nuestro matrimonio el día de hoy?
—No lo hagas... Nuestro matrimonio terminará en divorcio de todos modos.
Hacerlo público sólo hará que mi segundo matrimonio sea más difícil para mí.
—¿Segundo matrimonio? —Colin frunció el ceño y la miró.
Algo sobre lo que ella había dicho pareció molestarlo.
Alejando su mano, ella respondió: —Ya me escuchaste. No me voy a
quedar sola a causa de ti. —Familiarizada con las motivaciones de Colin, Sofía
sentía que en ese momento era mejor mantenerse a una distancia segura de él.
Si realmente la abandonaba un día, temía que los demás la vieran como
'usada' e 'indeseable'.
—Bien, entonces será mejor que te comportes. Tal vez no tenga que
divorciarme de ti. —No había forma de que Colin le diera la oportunidad de
tener otro matrimonio.
Sofía lo miró como si fuera un tonto. —Continuaré planeando el divorcio.
¿Qué hacía a Colin tan autodestructivo? ¿Por qué era que él podía
rechazarla, pero no al revés? En realidad, Sofía sabía que ella también tenía
poder. Si quería dejarlo, lo podía hacer.
De repente, Colin besó sus labios pintados con labial rojo. Un momento
después, la abrazó
Y la apretó con fuerza. Su abrazo fue emotivo y lleno de pasión.
A pesar de que ella lo empujó hacia atrás con firmeza, Colin se negó asoltarla. En cambio, como si la estuviera castigando, le dio la vuelta, y
empujándola contra la puerta de su oficina, comenzó a besarla.
Atrapada bajo su firme agarre, el tiempo pareció reducirse lentamente.
Finalmente, con un creciente sentimiento de urgencia, Sofía arremetió
contra él y lo mordió con fuerza en el labio inferior. Inmediatamente después,
ambos pudieron saborear la sangre. Colin retiró su cabeza de la de ella, pero su
agarre se mantuvo firme.
Sin vacilar, Sofía lo miró y le dijo: —¿Qué estás haciendo? Dices que no
quieres estar conmigo, entonces, ¿te das la vuelta y... me provocas? ¿De verdad
crees que soy así de fácil? ¿Sólo quieres usarme para después abandonarme?
Colin se tocó el labio inferior con el dedo índice. Inspeccionando el dedo,
vio su sangre. Sofía era feroz. ¡Ella me mordió! ¡Y también desgarró la piel!
—Eres mi esposa, ¿por qué no puedo dormir contigo? Además, tienes
mucha experiencia. ¿Por qué le das tanta importancia? Yo sólo sería uno más de
tus amantes. —Al pensar que Sofía había estado con otros hombres, Colin sentía
la necesidad de buscarlos y golearlos hasta matarlos.
Ella respiró hondo mientras consideraba las palabras precipitadas e
hirientes de Colin. Rápidamente se controló, suprimiendo su enojo.
—Colin, no te deseo. —¿Cómo podría dormir con alguien que todavía es
virgen?—. ¡Ve y encuentra otras mujeres para practicar! —Diciendo esto, Sofía
lo empujó, abrió la puerta y salió.
De vuelta en su oficina de consultor privado, Sofía se encerró rápidamente,
se detuvo detrás de la puerta y sintió con su palma los latidos de su corazón.
Colin, ese bastardo. Quizá ella no sabía nada sobre su vida privada, pero lo
que fuera que hiciera, ciertamente no todo era diversión inocente. ¡Qué sorpresa
que supiera besar tan bien!Definitivamente había estado con otras mujeres...
Sofía se limpió los labios con grandes aspavientos.
Sin embargo, pensando de nuevo en el ensangrentado labio inferior de
Colin, no pudo evitar sonreír.
Piso 22.
Colin entró en la oficina rápidamente con Sofía siguiéndolo de cerca.
A dondequiera que fueran, Sofía podía escuchar a los empleados cuchichear
entre si.
¿Qué le había pasado en la boca a Colin? ¿Era eso... una marca de mordida?
¿Lo había mordido una mujer? ¿Qué mujer? En la oficina llovían las preguntas.
Conforme avanzaban hacia la sala de juntas, Sofía fingía no escuchar nada.
Colin permaneció en silencio.

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora