cap 92

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El barrio rojo

"¡Bueno, te veo luego!". Sofía sonrió mientras colgaba el teléfono.
Había dos autos estacionados en el garaje: un Aston Martin gris plateado y un
Audi negro. Sofía subió a este último, lo puso en marcha y salió lentamente del
garaje.
Cuando llegó al distrito central de negocios, cobró el cheque que Colin le había
dado y depositó el dinero en su cuenta bancaria. Luego sacó algo de efectivo y
pasó la tarde en el centro.
Cayó la noche, pero todavía no había encontrado el lugar que buscaba. Después
de que comió un tazón de Huntun en un puesto de comida, se dirigió hacia un
bar.
Sofía se detuvo, se colocó el sombrero y la máscara que preparó antes de bajarse
del automóvil y entró.
Tres minutos después, la joven agarró a un chico de cabello púrpura de la
multitud y lo llevó a una zona más alejada hacia un costado.
"Vaya, ¿cuál es la prisa, chica? ¡Vamos, déjame mostrarte cómo podemos pasar
un buen momento!''. El chico le sonrió y le silbó a Sofía.
Con una mirada severa, Sofía lo empujó más lejos. Sacó un fajo de dinero de su
bolso y le dijo: "Si puedes decirme lo que quiero saber, esto será tuyo''.
El chico tragó saliva y asintió con la cabeza rápidamente cuando vio el efectivo.
Quince minutos más tarde.
Después de una caminata de diez minutos, Sofía llegó al lugar que el chico le
dijo.
Era un callejón sin iluminación. Solo las luces de los salones de belleza y salas
de masajes estaban encendidas y en la puerta había muchas mujeres con mucho
maquillaje.Esto era exactamente lo que Sofía buscaba.
Sofía se bajó el sombrero y entró. En la puerta del salón de belleza había una
mujer de mediana edad con su teléfono móvil. Cuando Sofía la vio, tomó una
decisión.
La chica sabía cómo obtener la información que quería.
Se acercó y sacó quinientos dólares de su bolso. La mujer inmediatamente
guardó su teléfono y la miró.
Se sorprendió al ver a una mujer parada frente a ella. Sin embargo, la dama tomó
el dinero de la mano de Sofía.
"Necesito tu ayuda''. Sofía le habló en voz baja. La mujer asintió rápidamente.
Cuando escuchó lo que quería Sofía, la mujer de mediana edad la condujo por un
callejón más oscuro.
Después de dar unos pocos pasos, alguien la llamó a la mujer. La dama
respondió antes de volverse hacia la chica. Le señaló una dirección y le dijo:
"¿Ves esa habitación que tiene la luz encendida? Ve hasta ahí y diles lo que
quieres. Tengo algo con qué lidiar ahora''.
"Bueno, gracias''.
La mujer se fue y Sofía continuó sola.
Como le dijo la mujer, pronto encontró a la persona que quería conocer. Después
de que intercambió números de teléfono con ella, Sofía se fue.
Como no quería quedarse mucho tiempo, le pidió a la mujer que se reuniera con
ella en una cafetería mañana.
Tomó el dinero que Sofía le dio, asintió y prometió encontrarse con ella.
Después de que el asunto se resolvió, la joven salió de la habitación en ruinas
impregnada de un perfume fuerte. Cuando salió, un hombre de repente se acercó
hacia ella. El hombre la sostuvo de la muñeca y le preguntó con una sonrisa:
"¿Cuánto?"....
El hombre tenía unos cuarenta y tantos años y estaba con ropa deportiva oscura.
La miró de arriba abajo mientras Sofía trataba de explicarle: "No soy...".
"¿Qué? Vamos, no juegues conmigo y no te hagas la difícil. Quítate esa máscara
y dime cuánto cuesta pasar una noche contigo".
¡Qué demonios! Sofía se soltó de su mano. "¡No me toques! ¡No trabajo aquí,
simplemente vengo a buscar a alguien!''.
"Ya basta, chica. ¿Qué tal quinientos? ¿Eso es suficiente?". Le tomó la mano,
agarró el sombrero y le sacó la máscara a Sofía. El hombre se sorprendió cuando
vio su rostro.
Nunca vio a una chica tan bonita aquí antes. ''Mil, te daré mil. Ahora, ¿vendrás
conmigo?''.
"¡Suéltame! ¡Te dije que no soy una prostituta!''. Sofía comenzó a arrepentirse de
venir aquí sola.
El hombre no escuchó ni una palabra de lo que ella dijo. La llevó a Sofía a una
habitación vacía, la arrojó sobre la cama y cerró la puerta detrás de ellos.
"¡Mantente alejado de mí! ¡O pediré ayuda!''. Sofía saltó de la cama y corrió
hacia la entrada.
Pero el hombre la agarró fácilmente. "Pide ayuda, entonces. Soy un invitado
frecuente aquí. Todas tus colegas están de mi lado. ¿Eres nueva en este lugar?
Todo está bien. Te enseñaré cómo es estar con un hombre...''.
Sofía sintió ganas de vomitar. De repente, una idea le vino a la mente. "¡Estoy
con mi periodo!".
El hombre se lo tomó con calma. "Está bien, me pondré un condón. Nada que no
haya experimentado antes''.
El hombre se quitó la ropa a toda prisa. Sofía se apresuró y agarró su bolso, pero
antes de que pudiera sacar su teléfono, el hombre se lo tiró"¡Mi cartera! ¡Suéltame! ¡Te puedo dar dinero! ¡Tanto dinero como tú quieras!
Puedes conseguir a quien quieras...''. El hombre ya la presionaba hacia la cama.
Sofía se sintió impotente mientras intentaba a toda costa escaparse.
A pesar de la lucha de la mujer, el hombre estaba decidido. "¡No quiero tu
dinero, solo quiero dormir contigo una noche!".
Sofía se detuvo por un segundo antes de gritar.
"¡Auxilio! ¡Alguien que me ayude! ¡Auxilio!''. La gente de afuera no respondió a
sus gritos.
Además, se podían oír los sonidos mientras hacían el amor en la habitación de al
lado...
"¡Vamos, déjame probar tus labios rosados! ¡Dame tu boca!". El hombre bajó la
cabeza y presionó su rostro contra el de ella.
Sofía se atragantó del asco. Giró la cara y el hombre no vio sus labios.
Cuando se quitó los pantalones, Sofía aprovechó la oportunidad y lo empujó con
fuerza. La chica saltó de la cama tan pronto como pudo y lo tomó por sorpresa.
"¡Perra! ¿Cómo te atreves a escapar?''.
El hombre la atrapó en unos pocos pasos. Le tiró del pelo y la empujó al suelo
junto al sofá.
Sofía tiró de su brazo y lo mordió con fuerza. El hombre gritó y le abofeteó la
cara. "¡Cómo te atreves! ¡Maldita, te voy a matar!''.
"Te aconsejo que me dejes ir. ¡O si no, llamaré a la policía y pasarás el resto de
tu vida en prisión!''. El hombre le apretaba muy fuerte las manos a Sofía. Cuando
ella pidió ayuda, él le apretó su rostro contra el suelo.
"Ir a la cárcel por ti valdrá la pena, niña bonita''. Los labios del hombre se
curvaron en una sonrisa sórdida.
Sofía cerró los ojos con desesperación. ¡Qué estúpido fue venir sola a un lugar
como este!El hombre la obligó a mirarlo. Ya se había quitado su camisa y trataba de
arrancársela a ella.
Sofía apretó los dientes y trató de empujarlo de nuevo, pero fue inútil.
De repente se dio cuenta que había una lámpara de noche junto a ellos. Lo
mordió en el brazo nuevamente y lo apartó mientras él gemía de dolor.
Sofía se levantó del suelo, corrió hacia la puerta y pidió ayuda. "¡Alguien, por
favor, ayúdeme!".
"¡Perra! ¿Cómo te atreves a morderme otra vez?''. El hombre la apartó de la
puerta entreabierta y la arrojó sobre la cama.
Cuando Sofía cayó sobre la cama, agarró la lámpara de la mesa de luz lateral y
lo golpeó al hombre en la cabeza.
"¡Ay!". El hombre dejó escapar un grito fuerte que alarmó a la pareja que hacía
el amor en la habitación de al lado

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora