cap 88

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El marido de Sofía

Jimena se preguntó por qué Sofía seguía trabajando en la compañía incluso
después de que el presidente la había humillado.
Aprovechándose de la situación, Jimena dijo de forma engreída: "Perra, si fuera
tú, empacaría mis cosas y me iría de la compañía".
"Entonces vete ahora." Una voz fría vino de atrás.
Todos estaban muy familiarizados con la voz. Era Colin. Los empleados
comenzaron a escapar por temor a que los castigaran cuando Colin ladró:
"¡Nadie tiene permiso para irse!"
Cerca de 30 personas estaban reunidas en el vestíbulo. Todos bajaron la cabeza y
maldijeron su mala suerte.
Colin caminó hasta la mitad de la multitud donde estaba Sofía. Wade siguió de
cerca.
Jimena tartamudeó nerviosamente, "Sr. Li, es la señorita Lo. Ella está casada,
pero..."
Colin la miró con frialdad y continuó: "¿Pero qué? ¿Ella me ha estado
seduciendo?"
"Sí... Mira el anillo de diamantes en su mano. Es de... ¡Es de su marido!" La cara
de Jimena estaba tan blanca como una hoja de papel. ¿No había salido el
presidente a ver unos clientes? ¿Por qué volvió tan temprano?
Colin ignoró a Jimena y miró al rostro pálido de Sofía. "Te ves pálida. ¿Estás
asustada?"
Su fría voz cambió a un tono suave cuando habló con Sofía, lo cual sorprendió a
todos los presentes.
Sofía negó con la cabeza ligeramente. "Señor Li, lamento haberlo molestado.
¡Por favor, castígueme como mejor le parezca!"Dame tu teléfono." Colin ignoró su auto-recriminación.
Aunque Sofía estaba desconcertada, le entregó su teléfono a Colin. Todos
contuvieron la respiración mientras esperaban lo que sucedería después.
La polémica publicación seguía abierta en el teléfono de Sofía. Colin echó un
vistazo a las fotos y sonrió.
Después de regresarle el teléfono a Sofía, Colin levantó la mano izquierda de
Sofía con el anillo de diamantes y le preguntó a Jimena: "Señorita Jiao, ¿está
hablando de este anillo?"
Jimena, ya nerviosa, asintió con la cabeza con inseguridad.
"¿Por qué hiciste borrosas las fotos?" Colin le preguntó de nuevo.
"Señor. Li, lo siento. Yo..." Jimena estaba demasiado asustada para hablar
coherentemente. Cuando se le ocurrió qué responder, se apresuró para señalar a
Sofía. "¡Es la señorita Lo! Ella me pidió que tomara las fotos. Ella dijo que
quería emocionarse un poco".
Su excusa hizo reír a Sofía y Colin.
El hombre se metió las manos en los bolsillos. "¿Hay algo malo con que la
señorita Lo seduzca a su propio marido?"
Jimena era algo lenta. "Sí, ella trató de seducir al marido de otra persona".
Sofía miró a Colin con asombro. ¿Qué dijo él? ¿Quería hacerlo público? No...
"Señor Li, tiene que reunirse pronto con un cliente". Sofía tiró de la manga de
Colin y quiso llevárselo.
Colin tomó su mano y puso el anillo frente a la cara de Jimena. "Sí, lo compré
para Sofía. Soy el marido de Sofía".
Todos quedaron sin palabras.
Sus palabras fueron como una bomba para los oídos de todos, dejando un
silencio ensordecedor.Todo el vestíbulo de la compañía estaba en silencio. Todos quedaron en shock
durante mucho tiempo.
¿Qué había dicho el señor Li?
El marido de Sofía era Colin Li. ¿El presidente de la compañía?
Sofía miró a Colin a su lado. En ese momento, vio a Colin como un hombre
guapo y heroico.
Ella se conmovió por sus acciones y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Quieta con la boca abierta, Jimena no pudo decir una palabra.
"A Sofía no le gusta llamar la atención y no quiere causar ningún problema. Pero
algunas personas siguen causando problemas una y otra vez. Señor Ji, arregle
este lío. Deme un informe sobre todos los que quieran causar problemas en la
empresa".
"Sí, señor Li".
Colin ignoró la sorpresa de todos, rodeó los hombros de Sofía con su brazo y
caminó hacia el ascensor.
En el ascensor, muchas personas vieron a Colin sosteniendo a Sofía contra su
pecho.
En el exclusivo ascensor del presidente.
Un ligero rubor apareció en el rostro pálido de Sofía. "Basta, Colin. ¡Todos están
mirando!"
¿No habían acordado mantener su matrimonio en secreto? ¿Por qué Colin lo
anunció en público? Si él le hubiera dicho antes, ella habría estado preparada
para ello.
"Pareces a punto de desmayarte. ¿Cómo es que puedes caminar?" Colin no la
dejó ir ni siquiera cuando llegaron al piso 88.
Colin salió del ascensor con Sofía en brazos y pasó junto a Gaby, quien acababade salir de la sala de las secretarias.
Gaby estaba tan sorprendida por la escena que se olvidó de saludar a Colin.
A Colin no le importó, y llevó a Sofía a su oficina.
Colocó a Sofía en la cama grande de la sala. Sofía quiso levantarse, pero Colin
no la dejó.
"¿No te estás sintiendo bien?" Su cara estaba muy pálida.
"Sí, un poco. ¡Oh! ¡Mi comida!" Sofía recordó que la había dejado en la planta
baja.
"¿Qué compraste?" Colin sacó su teléfono y decidió llamar a Wade.
Pero Sofía no quería hablar de su comida ahora. Había cosas más importantes de
qué hablar. "Colin, hiciste nuestro matrimonio público. ¿No tienes miedo de
atraer problemas?"
A Colin no le preocupaba atraer problemas para sí mismo. Miró a Sofía con
atención. "Estoy bien con eso, pero tú..."
"¿Qué?"
"Nada. ¿Qué pasa contigo? ¿Necesitas ir al hospital?" Colin cambió el tema y se
sentó a su lado.
¿Cómo podría decirle sobre su periodo? "No es para tanto, Colin. Quiero volver
a mi oficina".
Colin la ignoró. "¿No has almorzado?"
Sofía asintió, pero de repente cerró los ojos con dolor. No podía soportarlo más.
"¿Puedo tomar una siesta?"
Su expresión de dolor le preocupaba mucho a Colin. "Tienes que ir al hospital.
¡Te llevaré!" Él levantó su manta y se movió para cargarla.
Sofía agarró su abrigo con fuerza. "No, no estoy enferma. Es solo... Es mi
periodo".El hombre estaba desconcertado. "¿Periodo?"
Sonrojada de vergüenza, Sofía le explicó rápidamente. Colin se sintió aliviado.
No era tan serio como él había temido, y la puso de nuevo en la cama.
"¡Descansa un poco!" La metió en las mantas y se marchó.
El dolor hizo que Sofía no dejara de dar vueltas en la cama.
Veinte minutos más tarde, Colin abrió la puerta de la sala y encontró a su esposa
pálida rodando en la cama y agarrándose el estómago.
Colin caminó hacia la cama y dejó la sopa que estaba sosteniendo. Recogió a
Sofía con cuidado en los brazos. "¡Sofía, te llevaré al doctor!"
"No tiene caso". El médico no tendría idea de cómo curar este tipo de dolor.
Colin había consultado a su médico privado. Al parecer, la medicina occidental
no podía curar los cólicos menstruales rápidamente, pero un practicante de
medicina tradicional china con experiencia podría ayudar.
La abrazó con más fuerza. "Sofía, ¿qué puedo hacer para ayudarte?"
Colin quería llevarla al hospital.
'Sofía, ¿qué puedo hacer para aliviar tu dolor?', pensó para sí mismo sin poder
hacer nada.
Sus ojos se humedecieron de lágrimas de felicidad. Había pasado mucho tiempo
desde que alguien se preocupaba por ella así.
Quería llorar. ¿Qué podía hacer?
Sofía hundió la cara en el pecho de Colin. "Colin".
Su tono era suave y parecía una niña mimada

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora