cap 165

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El infierno se desatará

Ir a Milán fue decisión de Sofía.
Pero lo decía en serio cuando dijo que quería estudiar diseño de moda por
Colin. Tuvo la oportunidad de estar con el hombre que amaba, pero dejó que se
le escapara entre los dedos. Para recompensar su amabilidad, incluso si él nunca
la perdonara otra vez, ella haría todo lo que pudiera.
Trabajaría en el Grupo SL y ayudaría tanto como pudiera cuando regresara.
Las palabras de Alejandro la devolvieron a sus sentidos. —Está bien, cuídate
mucho, hermana. Tengo que irme. La clase está por comenzar.
—Claro, adiós.
Después de terminar la llamada, Sofía miró por la ventana y observó el avión
que despegaba de la pista. De repente se dio cuenta de que se acercaba el año
nuevo lunar...
Recordaba el último año nuevo lunar, el que nunca olvidaría, el que había
pasado junto a él.
Reuniendo todo el coraje que le quedaba, Sofía llamó a Wendy.
En la casa de los Li.
Wendy colocó al bebé en el sofá y dijo: —Quédate quieto, mi amor. La
abuela necesita cambiarte el pañal.
Colin permaneció en silencio en un rincón y observaba al niño que agitaba
sus brazos y piernas, sin emoción en sus ojos.
—Colin, ¿me vas a ayudar o qué? Necesito cambiar su pañal —Wendy se
resignó con un suspiro.
Colin miró al bebé que reía: —Él no es mi hijo. No tengo obligación de
cuidarlo.
Si Wendy no hubiera insistido con la tenencia, Colin habría enviado al bebé
lejos.
—No me gusta escuchar esas palabras tuyas, Colin. Yo le creo a Sofía. Si
ella dijo que el bebé es tuyo, entonces debe ser tuyo. —Sin esperar que él
ayudara, Wendy volvió al sofá con un nuevo pañal.
Le gustaba su nieto; se veía tan lindo como su madre. Desde que al niño lollevaron a la casa de la familia Li, ella estuvo cuidando de él personalmente, sin
siquiera permitir que los sirvientes la ayudaran.
Pero la felicidad de Wendy disminuyó cuando pensó en Sofía. Colin le había
prohibido a Wendy que la llamara por teléfono.
—No menciones el nombre de esa mujer. Ella es una mentirosa. ¿Cómo
puedes confiar en sus palabras? —Colin le lanzó una mirada irritada a Wendy.
—¿Crees que ella mintió sobre el bebé? Entonces, ¿por qué no le haces una
prueba de paternidad? Haz algo al respecto, en lugar de solo lamentarte. —
Wendy tiró el pañal sucio al cubo de basura, limpió el trasero del bebé con una
toalla húmeda y le puso uno nuevo.
—¿Por qué debería malgastar mi dinero en un bastardo? Dámelo. Me lo
llevaré. —Colin se dirigió al sofá y estiró las manos hacia el bebé. Al ver eso,
Wendy apresuradamente sostuvo al niño en sus brazos.
Lo miró a Colin: —Si no crees que el niño es tuyo, entonces debes
devolvérselo a Sofía. ¿Por qué no le dices que su hijo todavía está vivo? ¿Cómo
puedes dejar que ella sufra el dolor por la pérdida de un hijo? ¿Sabes cómo se
siente eso? ¿Cómo puedes ser tan cruel?
Con una mirada de desprecio, Colin replicó: —¿Por qué debería
compadecerme de una mujer que me traicionó? —'Además, ¿no había ido a verla
al hospital? ¿No fue suficiente eso?', pensó en su interior.
La frustración brilló en los ojos de Wendy. A pesar de que estaba del lado de
Sofía, las cosas ya se habían puesto tan mal que ella misma no estaba segura de
si Sofía lo había traicionado a Colin o no.
De repente, el teléfono de Wendy sonó.
Colin lo miró y rechazó la llamada.
El teléfono volvió a sonar, pero Colin aún así lo apagó.
—¿Quién es? Dámelo a mí —dijo Wendy y extendió una mano.
—Una llamada molesta. La agregaré a la lista negra —Colin bloqueó el
número de Sofía y le entregó el teléfono a Wendy.
'¡Esa maldita mujer! ¿Cómo se atreve a llamar a mi madre?', murmuró en su
interior.
Colin miró al bebé, que se chupaba el pulgar. Le dijo a Wendy: —Dame al
niño. Le haré una prueba de paternidad.
Wendy tiró su teléfono a toda prisa, abrazó al bebé con fuerza y dijo: —No
puedo confiar en ti. ¿Y si lo envías a Bario lejos?
Yonata había llamado al niño 'Ambrosio', por lo que su apodo era 'Bario'.
—Si él es mi hijo, no lo enviaré lejos. Ahora, dámelo, madre —frunciendo el
ceño, Colin se repitió a sí mismo.
—No, no puedo confiar en ti. Le pediré a tu padre que le haga las pruebas yluego puedes darle algo de tu cabello para que lo use.
Colin no discutió con ella. Sin decir una palabra, sacó un cabello de su
cabeza, la colocó sobre la mesa y se alejó.
Cuando sus pasos desaparecieron lentamente de la sala de estar, Wendy dejó
escapar un suspiro de alivio y puso a Ambrosio de nuevo en la pequeña cuna a
su lado.
Luego buscó el cabello de Colin sobre la mesa, pero no pudo encontrarlo.
Miró y buscó durante mucho tiempo. Finalmente, agarró un cabello corto
que estaba en la alfombra. '¡Bueno! Debe de ser este', pensó.
Envolvió el cabello de Colin en una servilleta y cortó cuidadosamente un
cabello de la cabeza de Ambrosio. Lo envolvió también y Wendy preparó los dos
paquetes para entregárselos a Yonata.
En el aeropuerto.
Ninguna de las llamadas de Sofía se respondieron. Miró su teléfono y se
sintió muy sola. 'Wendy debe sentirse muy decepcionada conmigo. Tal vez, ni
siquiera quería escuchar mi explicación', pensó.
Al mismo tiempo, un anuncio en el aeropuerto decía: —Atención, pasajeros.
Su vuelo hacia Milán ya está embarcando. Por favor, aborden desde la puerta
22....
Sofía se mordió las uñas de ansiedad y volvió a llamar a Wendy, pero esta
vez le bloquearon su llamada. Con toda la esperanza perdida, Sofía colgó, apagó
su teléfono celular y se dirigió a la Puerta 22.
El despacho del Director Ejecutivo, Grupo SL.
Wade le entregó tímidamente un documento a Colin. Este último lo miró y
preguntó: —¿Qué es?
—Es... El resultado de la prueba de DNA. —Todo lo que Wade deseaba era
que Colin le perdonara la vida después de leerlo.
Colin dejó su tableta y abrió el documento. Pero cuando vio la expresión en
la cara de Wade, tiró con fuerza el documento de nuevo sobre el escritorio.
¡Bang! Como el resultado era obvio, no necesitaba leerlo.
—Jefe... Jefe Li, ¿no quieres leerlo? —Wade preguntó con cautela.
Pero era consciente de que todo el infierno se desataría si lo hiciera.
Colin no dijo ni una palabra. Con tristeza evidente en su rostro, contempló el
documento. Después de un largo rato, lo agarró de nuevo y comenzó a leerlo.
Su rostro se volvió más sombrío cuando vio el porcentaje de paternidad.
¿Qué diablos hacía un 63, 45 % de probabilidad de paternidad?
¿Significaba esto que... el padre de Ambrosio era alguien del Clan Li?
¿Quién era? ¿Curro? ¿Levi?
63, 45 % de probabilidad... Debía ser su propio hermano. ¿El niño era de...Levi?
Apretando los dientes, Colin arrugó el informe, lo hizo una bola y lo arrojó
hacia una ventana, el que rebotó y cayó en el suelo.
Así que... ¿Sofía tuvo un romance con Levi?
Indignado, Colin apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos se
pusieron blancos.
De pie junto a él, Wade apenas se atrevió a hablar. Nunca había visto a Colin
tan enojado.
Colin se levantó de repente y pateó la silla de su oficina. Caminó hacia la
bola de papel, la agarró y salió corriendo de la oficina. En su camino, sacó su
teléfono y marcó el número de Levi.
Cuando la llamada se conectó, Colin estalló antes de que Levi hablara: —
¿Dónde estás?
Levi estaba desconcertado por su mal genio repentino. Él respondió: —Estoy
en casa. —Estaba acompañando a Selina porque Lola la había enviado a la casa
Li para traer algunos regalos.
—Bueno. ¡Espérame en casa! —Colin apretó sus manos en puños mientras
luchaba contra las ganas de romper su teléfono.
Levi no sabía qué hacer. No tenía idea de por qué su hermano estaba tan
enojado con él.
—¿Qué pasó? —Wendy le lanzó una mirada curiosa, al igual que Selina, que
también se sentó en el sofá.
—No sé por qué, pero mi hermano se escuchaba muy enojado... —dijo Levi.
De hecho, Colin estaba enojado con él. Levi se desesperó y trató de recordar
en qué había ofendido a Colin.
Pero no podía pensar en nada. Su única interacción reciente con Colin fue
sobre el escándalo de Sofía. Pero fue la víctima de todo el asunto. Además,
nunca había dicho nada en contra de Sofía, a pesar de que su posición social se
vio socavada...
En poco tiempo, de repente oyeron que un auto aceleraba en las calles,
acercándose. Luego, los frenos chirriaron fuera de su casa. Sobresaltados, todos
se miraron.

ENAMORADA DE COLIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora