Linette estaba aburrida de estar bajo las faldas de sus niñeras. Ella tenía 16 años. Por qué era tratada como una niña? Extrañaba a su padre. Dos días sin verlo y se sentía sola.
La bruja de servicios pensaba que era perfecta. Nadie podía cometer equivocaciones? -Soy Humana!
Galopó con el rostro cubierto en lágrimas. Qué diría su padre? Pero el también era culpable. Se dijo mordiendo su labio de la rabia.
Prometió acompañarla a la excursión y por el avión caído en el otro lado de la isla se marchó. Es cierto que más personas lo necesitaban pero el era su padre. Odiaba que fuera el doctor privilegiado en la ciudad. El chofer dijo que el regresaba antes del almuerzo. Por eso salió a montar caballo. Linette le mostraría lo enojada que estaba.
Se detuvo en la parte alta del gigantesco campo de su padre. En el lago se veía humo. Abrió sus ojos marrones. Humo? En el lago?
Galopó como la profesional que era y llegó al lugar. Habían arbustos quemándose y se enojó. -Benditos niños! Otra vez haciendo travesuras.
Se quitó el sombrero y se dispuso a apagar el fuego con el agua del lago. Mateo caminó por detrás de un árbol de manera curiosa y ella lo siguió.
Linette abrazó al caballo en modo de protección. No podía creer lo que veía. Había una mujer cubierta de sangre. Toda su ropa estaba rasgada. Tenía cientos de cristales en su cuerpo y lo peor del caso era que estaba muerta.
Un cristal estaba alojado en su garganta . Le dolió el corazón. Qué le habría pasado? Se arrodilló ante la pobre mujer y le iba a orar como le había enseñado su padre.
Pero antes, pensó en revisarle el pulso. Se sorprendió. La mujer estaba viva. Y para colmo, abrió los ojos asustándola.
La mujer fijó sus ojos en ella y dejó escapar varias lágrimas. No podía moverse pero aún estaba consciente.
Linette le sonrió y sin saber la razón por la que esto le afectaba tanto limpió sus lagrimas.
-No te preocupes. No llores. Se que te duele.... Pensó que estaba hablando mucho y se detuvo. -Iré por ayuda, mi padre es el mejor doctor de la región....okey?
La mujer la miró desesperada y Linette se puso de pié. -Mateo ven! Te prometo que volveré. Pero debes soportar un poco más.
Se marchó y corrió en busca de su padre. Alexander la mataría. Le tenía prohibido llegar a esas tierras.
Entró a la casa agitada y la ama de llaves la miró atónita. -Srita. Qué hace con toda esa mugre en la ropa? Oh Dios mío, eso es sangre?
La ignoró y buscó en todos lados hasta encontrarlo en el lugar menos esperado. -Papá qué haces en mi habitación?
Alexander le sonrió y abrió sus ojos al ver la sangre en su ropa. -Qué pasó pequeña?
Negó cortante. -Papá tenemos que irnos. Cerca del lago hay una mujer a punto de morir. Tienes que salvarla. Se está desangrado.
-Qué cosas dices..? Linette lo haló por el brazo y tomó las llaves del vehículo.
Alexander se detuvo y la miró enojado. -Si solo quieres hablar conmigo fuera de la casa dímelo, pero no iré hasta ese horno.Alexander la vio tornarse roja. Estaba muy enojada. Ella había crecido tan rápido. Lo miró como el solía mirar enojado. -Te estoy diciendo papi que hay un mujer casi muerta en nuestras tierras!
Supo que decía la verdad y se marchó con ella y los muchachos de la mansión en busca de la famosa mujer.
Linette se comía las uñas nerviosa y el se las alejó con mucho amor. -Papi hola!
El acarició su mano y le sonrió sin quitar la vista del bosque. -Pensé que habías olvidado saludar a tu padre. Te amo hija! Tienes un corazón hermoso.
El la vio levantar su mentón y rió otra vez.
La buscó por todo el lago y no la encontró. Alexander la miró con enojo. -Te juro que estaba por aquí....
Hasta que recordó a Mateo e hizo lo mismo que el había hecho. Al final del lago había un pequeño hoyuelo. Allí estaba.
La mujer abrió sus ojos como si la estuviera esperando. -Estoy aquí. Emitió Linette como si temía que la mujer no la entendiera.
-Papá! Por aquí!
Todos corrieron y allí estaba.
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BLANK MIND
Mystery / ThrillerUn terrible dolor de cabeza. Awch! Sangre! Qué es este olor? Qué se quema? traté de moverme y no pude, mi cuerpo no respondía. Dónde estoy? Quién rayos soy? El sol calaba hasta mis huesos. Una lágrima se escapó. -Ayuda! No podía hablar. Estaba aba...