BLANK MIND

Tres Deseos

Linette notaba la tensión entre su padre y yo. El había elegido irse la semana completa a la clínica en la ciudad. Cuando llegaba hablaba con ella en la cena y se iba para el despacho a trabajar con los viñedos.

Tenía que acelerar mi salida. Pero.... Por qué solo con verlo me derrito? Después de lo que me dijo, aún sueño con verlo entrar a mi habitación y que me abrace. Que humecte mis labios. Mi Alexander.

Jessica había llamado y me pidió que no faltara.

Pero el irá.

Linette me pasó un vaso con jugo y mi pastilla. - Solo te quedan 5 días con estas pastillas.

Asentí. -No se si pueda ir a la fiesta. Jessica se enojarà.

Ella me hizo mirarla. -Mi papá me dijo que te hizo o te dijo algo malo. No me lo has contado.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. -Sí. Me dejó claro quién es. No es lo que yo quiero.

La luz de su cara se marchó y no supo que decir. -Quiero decirte algo.

Yo sabía lo que le pasaba. Había llegado varias veces de la Universidad y se debatía en contarme algo.

-Pero lo haré cuando estés de mejor ánimo. No creo que te agrade lo que me está pasando.

Besé su frente. -Siempre estoy aquí para ti.

-Duerme bien. Ya tienes los ojos rojos

Era sábado. El día de la fiesta. Linette llegó de la ciudad con una cubeta de helado. Se sentó y aunque le dije que se detuviera se comió casi la mitad.

Escuchamos el vehículo de su padre. El entró y no levanté mi cara.

-Buen día familia.

Saludé en murmullo y me concentré en la comida.

-Papá quieres?

Le ofrecía helado. -Más helado? Tuve que intervenir. -Guarda eso. Te hará daño.

Me puse de pié y le quité el frasco.

Ella rió como una niña. -Me encanta que seas tan linda Summer.

El hizo lo mismo. -Gracias por cuidarla Summer. Te lo agradezco.

Me sonrojé y me senté. Solo con escuchar su voz me derretía. Estaba tan hermoso.

-La quiero mucho. Sonreí.

-Yo te quiero más.

El se movió incómodo y no dejó de mirarme. -Salimos a las 5 pm. Tenemos que ser puntuales.

Se puso de pié y retiró su plato.

Me miré al espejo. Parecía otra.

Linette aplaudió y señaló al maquillista. -Claudio nos ha dejado hermosas! Pareces una barbie. Dios mío! Te queda hermoso el maquillaje.

El o ella se cruzó de brazos. -Estás hermosa muñeca. Despampanante!

Reí . -Gracias. Hoy le gustaré más que nunca. No seré tan hermosa como la tal Linda pero paso.

Linette me miró seria. -En serio crees que no le gustas? Tengo toda mi vida conociéndolo y nunca lo había visto de esta forma. Entabla conversaciones contigo. Entra a tu habitación. Llama para preguntar si comiste, si dormiste, si te duele algo. Llama para todo. Te mira como si quisiera comerte....

Le sellé los labios. Martha acababa de entrar y sonrió. -Están hermosas.

Ambas dijimos gracias. Ella nos dijo que Alexander ya nos esperaba.