BLANK MIND

Nathalia

Ella me observó enojada. -Tú! Tu me quitaste a mi Alexander! Mi vida! Mi pasado! A mi hija! Tu y esa mujer! Esa maldita mujer que mató a mis padres después de arruinarnos.

Negué asustada. -Nathalia, no.... me estás confundiendo.

Se movió nerviosa. -Alexander es mío. Es mi amor. Mi vida. Y lo esperaré siempre.

Se alejó de mi temblando y no supe a donde se fue.

Mi corazón estaba afligido. Nathalia había sufrido más que yo.

Pensé en mi bebé hasta que mis ojos empezaron a pesarme.

Otro día igual. El baño. La manzana y la cama.

Nathalia había decidido dejar de hablarme. Yo la entiendo.

El enfermero entró y me atrapó los brazos. El otro colocó la pastilla en mi boca.

Se marcharon y la escupí. Las fuerzas se me fueron pero podía estar despierta.

-Bien hecho. Era ella. Tenía la voz juvenil de su hija. De mi Lina.

Me giré y sonrió. -No dejes que ella te domine. No duermas y verás que luego te será fácil.

-Gracias. Yo no te he hecho nada. Hacen apenas dos años que conozco a Alexander. Emití rogando que me creyera.

Ella se sentó en la cama y bajó su cabeza. -Lo se. Es solo que fue muy chocante. Perdóname, de una forma u otra esta soledad y los medicamentos me han hecho efecto.

La abracé y me alejé recordando lo que me había dicho. -Lo siento.

Ella rió y fue ahora la que me abrazó.

Me sorprendí. -Eres buena. Te ayudaré a estar sobria aquí. Cuenta conmigo.

-Gracias Nathalia. Tu hija piensa que eres lo peor y no sabe la verdad.

Ella empalideció. -Mi què?

-Linette está viva. No está muerta como dijiste.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y empezó a llorar. -Mi bebé está bien? Ella me mintió. Solo es una mentira. Fue la mentira más vil. Mi hijita. Mi Lina.

Asentí sin fuerzas. -Ella está viva pero no se en que estado.

Su alegría se espumó. -Qué pasa? Tienes que contarme todo. Por favor. Me dijeron que había muerto. Ella la había lanzado por la escalera y lo había maquillado como un accidente. Me trajo fotos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. -Te mintió como lo hizo conmigo. Tu hija ya tiene 19 años. Es hermosa, y sabes, dicen que es idéntica a los Dajher pero no es cierto. Se parece mucho a ti. Alexander la ama como a nada. Es su princesa. Es un padre ejemplar. Ella fue la que me halló cuando tuve el accidente.

Ella se quedó en las nubes y le conté sobre el tema.

-Entonces mi hija es alegre como lo era yo? No sacó el genio de mi... de su padre? Ella iba a decirle mi amor o a llamar de otra forma a Alexander y se detuvo.

Sonreí. - Aveces es idéntica. Casi no tiene amigos, solo a su novio Lyan y a mi.

-Novio? Rió como su hija. -Alexander lo aceptó?

-Después de muchas peleas si. Pensé en su estado y las palabras me abandonaron.

-Qué le hizo esa bruja a mi hija?

-Le provocó un accidente y no puede moverse. No habla. No camina. Tiene unos dos meses igual. Tengo que volver y decirle todo a Alex. El corre peligro al lado de esa bruja.