Con nuestra discusión Alejandro empezó a llorar desesperado.
Alexander respiró profundo y lo tomó en sus brazos llanàndolo de besos.
El pequeño inmediatamente dejó de llorar y se acurrucó en su padre.El me miró perdido. -Te irás. Ya te lo he ordenado. Soy tu esposo pero si no me obedeces creo que me dices todo lo contrario.
Me senté en la cama y lo vi salir durmiendo al bebé. No pude dejar de llorar. Las horas pasaban y el no regresaba. No nos merecemos esto.
Decidí ducharme. Abrí su closet y me sorprendí. No era el suyo, era el mío. Allí estaba toda mi ropa. Busqué la bata color lila que lo enloquecía y lo esperé despierta.
Regresó con los ojos rojos y no pude contener las lágrimas. El estaba pasando por un momento demasiado difícil.
Le di la espalda y me apoyé en la ventana del balcón.
Se acercó a mi y me abrazó. -Perdóname. No llores más por favor.
Se escuchaba destrozado.
Lo encaré y tomé su triste reflejo en mis manos. -Solo permìteme estar aquí, te conozco y se que solo no superarás esto mi amor.
Me enredó en el y lo besé. -Déjame hacerte olvidar todo esto en un amanecer. No sabes lo mucho que he anhelado tenerte como ahora.
Sonrió débil y besó mi hombro.
-Soñaba con que entraras al horrible lugar y me llevaras en tus brazos. Ahora lo puedes hacer no me dejes ir. Te amo mi amor.
Me besó y me apretó a el. -Yo también soñé diariamente contigo. Eras un fantasma doloroso. Pensé que te habían....
No dijo más y lo silencié con un beso. -Estoy Aquí.
Di dos pasos hacia atrás y desbotoné la bata. Le mostré mi cuerpo que era más suyo que mío y me apreció.
Caminó hacia mi y me subió a su cadera. -Mi rubia hermosa. Besó mis pechos y con toda su característica ternura se hundió en mi.
Sus roncos gemidos y mis suaves conciertos ambientaron nuestras almas.
Amaneció y ya no estaba. Lo llamé y los chirridos que habían a su lado me indicaron con quien estaba.
Llegué con trabajo a la habitación que había para el bebé y allí estaba con sus dos hijos. Alejandro saltaba y se subía en todos lados como siempre.
No pude controlarme cuando la vi. Linette corrió hacia mi y me derritió su dulzura. -Te puedo seguir llamando Mamá?
No podía dejar de verla. Era una Nathalia joven. -Si mi vida. Tengo que contarte muchas cosas sobre...
Ella asintió y su mirada había cambiado con respecto al tema. -Sobre mi mamá. Papi me estuvo contando. Ella te salvó.
Asentí.-Te amaba con todo su corazón.
Linette me mostró su anillo. Me sorprendí. -Felicidades.
Alexander nos miró sonriente. -Mami!!!
Alejandro corrió hacia mi sin soltar la mano de su apuesto papá.
-La habitación es hermosa Alexander. Gracias por hacerlo.
Me enredó en sus brazos y aunque el miedo nos aturdía, no desaprovechamos este grandioso momento. Estábamos juntos.
Pasó un mes completo y acostumbrarme a esta nueva vida no era para nada fácil. Alexander a pesar de estar ocupado casi todo el tiempo nos dedicaba todo el fin de semana y prefería viajar de madrugada para estar a la hora de dormir a mi lado.
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BLANK MIND
Mystery / ThrillerUn terrible dolor de cabeza. Awch! Sangre! Qué es este olor? Qué se quema? traté de moverme y no pude, mi cuerpo no respondía. Dónde estoy? Quién rayos soy? El sol calaba hasta mis huesos. Una lágrima se escapó. -Ayuda! No podía hablar. Estaba aba...