BLANK MIND

Adiós

Negué. -No quiero que ustedes peleen por mi culpa. El Doctor ama a su madre. No quiero seguir siendo un estorbo. Un gasto. He decidido marcharme.

Le temblaron los labios pero asintió valiente. -Por lo menos quédate un mes. No quiero que te vayas enferma.

Me dio la espalda y su teléfono empezó a sonar. -Lyan, hola. Contestó sin mucho ánimo.

-Estoy en la clínica con Summer.

La observé hablar con el. Linette era un ángel personalizado y alocado.

Me puse de pié y la abracé. Le quité el teléfono. -Lyan, te extrañamos! No puedo dejar que malgastes tus minutos con los monosílabos de Linette.

El rió. -Wow, extrañaba escuchar ese español tan malo.

También reí. -Qué le pasa a la princesa Dajher?

Como el teléfono estaba en alta voz suspiré y ella me miró a los ojos. -Le he comentado que es tiempo de que me vaya.

Al parecer se sorprendió. -Pero.... Aún es muy rápido. Está enferma todavía. Tío no estará muy contento.

Linette se acercó al teléfono. -Lyan, dile que no. No quiero.

-Espere a que yo regrese Summer.

No dije nada y me acerqué a la ventana. Los edificios en la ciudad de Colombia eran hermosos. Pero nada me sorprendía. Acaso en mi país habían muchos edificios?

-Qué piensas? Linette ya estaba a mi lado.

Le arreglé el cabello. -Creo que dónde nací habían edificios. No me sorprenden estos. Ni tampoco los lujosos carros de tu padre. Ni todos los lujos de la mansión. Crees que fuera rica?

Nos encogimos de hombres. -Por qué te importa eso ahora? Ella aún seguía enojada por mi decisión.

La abracé y le sonreí. -Si soy rica, puedo pagar todo lo que han gastado en mi. Te imaginas? Podría darle un cheque al doctor.....

Esa voz firme y enojada nos sorprendió. -He pedido tu paga?

Ambas nos giramos y Linette solo se tapó los labios.

Era la primera vez que lo veía vestido de médico. Parecía un ángel. Sus lentes recetados lo hacían lucir aún más sexy. Sus labios formaban una fina línea y sonreí nerviosa.

-No lo ha hecho pero quiero compensarlo.

-Bien, hágalo y verá las consecuencias! Acaso no entiende que...

Se detuvo cuando la puerta se abrió. No podía ser. James tenía la cara totalmente enojada y Loretta estaba entrando por la puerta.

Me miró y luego a Lina. -Es cierto que la mugre tarda más en descomponerse.

Mugre? Mi cerebro lo tradujo como si se lo hubiera ordenado.

Linette se puso en el frente.

-Mamá, Qué buscas aquí? El tono de mi Doctor fue totalmente amenazante. No estaba de humor.

James como siempre trataba de calmarlo. Le acarició el hombro. -Loretta, no puede estar aquí. Tengo a una paciente muy delicada.

Ella fijó sus ojos en mi. -Ya no me llamas tía?

James se quedó callado. -Prefiero su nombre. Tiene 2 minutos para dejar la habitación, agradezca que estoy siendo considerado.

James se marchó y los nudillos de Alexander estaban blancos.

-Te dije en un excelente español que quiero que dejes en paz a mi familia. Somos personas de una clase social muy elevada y no puedo aceptar que nuestra reputación otra vez esté en el suelo. Lo entiendes?