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Ryujin

Por más que amo estar con Beomgyu y el chico se está metiendo bajo mi piel, no soy lo suficientemente estúpida para pensar si ha superado por completo a Minji.

A veces me pregunto si lo que estoy haciendo, de tratar de robarle el chico de la hermana de mi mejor amigo, está bien, pero recuerdo que Beomgyu no es de su propiedad y no es mi culpa si ellos tuvieron problemas. Además, el chico de peli largo hace que se me olvide el mundo a su lado, es tan extraño pensar que hace poco tiempo solo lo quería para acostarme con él.

Han pasado cerca de dos meses y no le he sacado ni un beso a parte del que le di en la fiesta, pero no me he rendido.

Él es diferente.

—¿Ryujin? —su voz me saca del trance en la que estaba. La película que elegimos extremadamente aburrida—Ni siquiera tú te puedes concentrar de tan mala que es—toma el control y apaga la tele, haciéndome reír.

—Gracias, estaba a punto de hacerlo yo misma—él me dedica una sonrisa que me hubiese hecho temblar las rodillas si no estuviese sentada.

Parezco una chiquilla con su primer amor, pero en cierta forma lo soy, jamás me había sentido así.

Desde que tengo conciencia de la belleza que cargo y lo que puedo conseguir con ello, no me ha interesado establecer relaciones más de allá de las que sirven para contentar el deseo sexual, bueno tal vez lo intenté una vez con un chico que terminó engañándome con una tipa en un bar, no lo sentí tan mal porque no estaba enamorada.

En cambio, con Beomgyu, tengo todos mis sentimientos tan expuestos y a flor de piel que da miedo.

—Tengo hambre—dice el menor—Quiero hamburguesa, voy a pedir—sé que el me mandaría a la porra por decir que es una ternura, pero al menos puedo pensarlo—¿Vas a quedarte a cenar?

Esta convivencia rara que tenemos hace poco va ser mi final, pasamos tanto tiempo juntos como amigos que creo que estoy empezando a volverme loca, buscando en todos lados señales de parte suya de que quiere avanzar a algo más.

—Seguro—le digo. Seguro Yeonjun apreciará la privacidad para hablar con Danielle en mi departamento.

Espero que la haya llamado.

—Está bien, ya agregué lo tuyo—dice tecleando en su teléfono. Ya me conoce lo suficientemente como para saber que siempre pido lo mismo, y yo podría recitar al derecho y al revés como le gusta el café en las mañanas, pero empieza a no ser suficiente.

—Beom—llamo.

—¿Si? —dice todavía con su teléfono.

—¿Qué somos? —la pregunta hace que el menor deje de teclear y me observe.

—¿A qué te refieres?

—¿Te das cuenta de lo raro que es esto? —él me ve con confusión—No es malo, es decir, solo es raro—suspiro—Sabes que yo...

—Si, lo se—responde él con voz suave—Ryujin, sabes que yo...Necesito un tiempo.

—Esperaría todo el tiempo del mundo por ti.

—Pero no quiero que hagas eso—responde volteando su cuerpo hacia mí en el sofá—No quiero lastimarte, sería casi lo mismo que... —su silencio me dice todo lo que necesito saber.

—Que Minji te hizo a ti—completo. Sus ojos se cierran un segundo cuando escucha su nombre.

—Exacto—dice con la voz más firme que puede, apartando su mirada.

—Beomgyu—tomo sus manos—No puedes tenerle rabia toda la vida.

—No le tengo rabia—me aparta, dejándome un poco triste—Y si la tuviera, ¿qué?, ¿no crees que tengo derecho?

Hidden Love - Choi YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora