"Dicen que el amor es ciego y apenas entiende de nada. No sabes cuándo va pasar, cómo va a suceder o quién se va a cruzar en tu camino."
"No soy lo suficientemente mayor para él . Sólo estoy esperando hasta tener dieciocho"
-Adaptación de "18- Sooka...
Es como si la mujer supiera que era mi día elegido para quitarle virginidad a su hija.
Y ni siquiera tuve tiempo de despedirme porque al día siguiente partieron al hotel ella y su familia, y no regresarían hasta el día después del cumpleaños de mi preciosa novia.
Bien, no es el fin del mundo, podemos hacerlo después, pero todo el motivo de nuestra espera era que ese día fuera extra especial, tenía que ser perfecto.
—Es que eres tonto— me dice Ryujin, encendiendo un cigarrillo en la cocina—¿Dónde queda el hotel?
—A una hora de aquí—le respondo con frustración.
—Pues vas, te alquilas una habitación la noche antes y pasas su cumpleaños con ella, sin que nadie se entere—se encoge de hombros—Es un juego de niños resolver tus problemas.
—Nonna, eres un genia—le digo con asombro de no haber pensado en eso yo mismo.
—Lo sé, lo sé, ahora ve arreglando las cosas para estar con tu chica.
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Yeonjun y yo orquestamos un plan para estar juntos la noche de mi cumpleaños.
Era simple, ese día en la tarde Yeonjun haría el check in en el hotel en el que estoy, yo pasaría el día con mi familia mientras él se esconde en su habitación para no levantar sospechas, luego en la noche, en caso de que mi madre quisiera pasar las doce conmigo, fingiría que me siento mal del estómago para acostarme antes. El único problema es que comparto habitación con mi hermana, pero me creo capaz de salir y entrar sin hacer ruido. Es perfecto.
Tengo mariposas volando en el estómago de solo pensarlo.
No llegue a decirle a Yeonjun que lo amo la otra noche antes de irme, y no podía decirlo por teléfono por primera vez.
La noche antes de mi cumpleaños, voy a dormir extremadamente temprano, bueno, a acostarme porque la que tenía que dormir para que pudiera salir era mi hermana.
No he visto a mi novio, pero sé que ya se encuentra aquí, me dio su número de habitación para ir a verlo.
Tengo mis sentimientos a flor de piel imaginando lo que pasará cuando entre a ese cuarto del hotel, los nervios y la anticipación no me dejan estar tranquila. Mi hermana parece caer dormida a eso de las 10, pero decido esperar más solo para estar seguros.
Mientras tanto, busco la llave tarjeta sin prender las luces de la habitación. Quince minutos después y con el mayor sigilo que puedo, salgo y cierro la puerta con suavidad. La 1005 es la habitación que me indicó mi lindo novio, así que debe estar en el décimo piso. Camino por el lobby, ya vacío por excepción de unas cuantas personas pasando. Este hotel tiene bares y restaurantes dentro, además del increíble parque acuático, no es nada barato, pero Yeonjun no quiso decirme cuanto gasto en la habitación.
Subo por elevador al piso 10, encontrándome con unos pasillos grandes y confusos, pero afortunadamente la 1005 fue una de las primeras habitaciones en aparecen en mi radar. Sonrió como boba antes de tocar la puerta con las manos sudando.
Mi novio, vestido con unos pantalones y camisa, me recibe en el lugar. La ropa formal me toma por sorpresa, puesto que yo vine hasta aquí en pijamas, pero él me sonríe antes de tomarme del brazo y hacerme entrar.
La habitación, es más grande que la que comparto con mi hermana, o al menos lo parece al tener una sola cama gigante en medio. La luz aquí dentro es tenue, una botella de champagne está en la mesa de comedor que tiene el lugar. Un pastel pequeño de chocolate con velas también se encuentra allí. Música relajante es tocada en unos estéreos que el habrá traído consigo, y la cama, el piso están decorados con pétalos de rosas que llegan hasta la puerta del balcón.
—¿Te gusta, amor? —mi novio me abraza por detrás, rodeando mi cintura con sus brazos.
—Es. Precioso—deletreo—No puedo creer que hiciste todo esto por mí, Junnie—volteo.
—Yo haría cualquier cosa por ti, Haerin—dice él mirándome a los ojos.
En mi corazón, siento que es el momento correcto.
—Te amo—sus ojos se agradan y adquieren un brillo que solo veo cuando me está mirando a mí, pero no soy capaz de verlo fijamente porque me besa inmediatamente.
Un beso electrizante, que me deja claros todos sus sentimientos. Decir "te amo" con palabras no es la única manera de decirlo.
—Repítelo, por favor—dice él entre besos.
—Te. Amo. Choi. Yeonjun—tomó su rostro entre mis manos—Te amo, te amo, te amo—vuelvo a besarlo, porque quiero demostrárselo de todas las formas posibles, hacer el amor con el miles de veces y tomar su mano hasta el fin del mundo.
—Yo te amo más, Haerin—me dice él—N-no soy tan bueno con las palabras, pero quiero que sepas que lo hago—toma mis manos—Gracias por pasar tu cumpleaños conmigo.
—Nunca necesitaste de las palabras para tener mi corazón, Yeonjun—vuelvo a nuestro beso de forma casi desesperada. Sus labios son lo más adictivo que he probado en mi vida.
No necesito aguantarme las ganas que tengo de estar con él, por fin esta noche es la noche, así que rápidamente desabotono su camisa y pasó mis manos sus hombros para sacarla.
—Mmm, tranquila—dice él—No hay apuro, vamos a hacerlo lento, bebé—deja un beso en mi frente antes de separarse de mi abruptamente.
—¿Qué...? —dirige sus pasos hasta la mesa con la botella de champagne.
—Propongo que brindemos—dice destapando la botella, luego sirve el líquido en dos copas que están allí.
—Está bien—digo un poco decepcionada—Una copa y después te sacas los pantalones—Yeonjun ríe mientras me acerco y tomo la copa.
—Me preocupa que estés tan ansiosa—admite—No quiero decepcionarte.
—Ey, no digas eso—acaricio una de sus mejillas—Será increíblemente solo porque es contigo—dejo un besito en sus labios y luego bebo un sorbo de mi copa.
—Tal vez te duela un poco, bebé—dice acariciando una de mis manos—Tienes que decírmelo si es así, ¿de acuerdo?, y si algo no te gusta o no te sientes cómoda también.
—Lo haré, sabes que confío en ti—le recuerdo—En serio, no tienes que preocuparte.
—No es eso, Haerin, debemos estar de acuerdo y en sintonía para esto, el sexo puede ser muy divertido, pero quiero que sea de forma segura y consentida, ¿entiendes? —asiento, pero su charla me da curiosidad—Y... ¿Cuándo lo perdiste tú, tu virginidad? —le pregunto.
—A los 16 o algo así, fue con una chica de mi clase de ese entonces, ni siquiera la recuerdo bien—admite.
—¿Y la última vez? —su rostro deja ver una expresión pensativa.
—¿Hace unos cuatro meses? —dice en tono de pregunta—Si, creo que son cuatro meses—quedo en silencio un rato. Trago saliva, sintiéndome un poco nerviosa por primera vez—Contigo será mejor que con cualquiera de esas.
—¿Por qué?, ¿Qué pasa si yo te decepciono a ti? —susurro.
—Eso jamás, porque yo te amo—sonrío.
—Yo también te amo—observo mi copa y la suya—Yeonjun.
—¿Mmm?
—Ya terminamos las copas—señalo. Estábamos tomando mientras hablábamos y casi no nos damos cuenta—Ahora tienes que sacarte los pantalones—Yeonjun vuelve a reír.
