Hidden Love - Choi Yeonjun

Extra (1)

Minji.

El primer día que llegue aquí, en realidad la primera persona que busque no fue Haerin, sino Beomgyu.

No es que no extrañara a mi amiga, ella era la razón principal por la cual decidí volver, pero al encontrarme en el aeropuerto, las escenas de él dejándome plantada volvieron a mi cabeza sin que pueda detenerlas. Mis padres iban a buscarme del aeropuerto, para poder sorprender a Haerin y a Yeonjun, pero no llegué a casa antes de bajar del auto y terminar corriendo en dirección a la casa del pelilargo.

Antes de saberlo, estoy tocando su puerta enfurecida.

—¡Ya, ya! —escucho antes de que la puerta de abra y obtengo la mirada totalmente desconcertada de Beomgyu—¿M-min?

—No fuiste al aeropuerto—suelto.

—¿Qué?, espera, ¿no volvías en cómo un mes más?

—Responde, te envié un mensaje, Beomgyu—insisto—Podrías haber ido a despedirme al aeropuerto y no lo hiciste.

—Quería ir... —dice con confusión.

—¿Qué te detuvo? —él me observa por un interminable segundo.

—Todo—dice—Todo me detuvo, puse una alarma ese día, no sonó, me desperté corriendo tratando de alcanzar el autobús y cuando por fin lo hice, se averió a mitad de mi camino, pero no me rendí, faltaban unas cuadras para el aeropuerto así que alquile una bici de un lugar cercano, termine cayendo de cara al pavimento—termina de explicar—¿No crees que era una señal del universo diciéndome que no era buena idea? —no me había dado cuenta de que tenía una lágrima bajando por mi mejilla.

—Lo siento, lo siento tanto, Beomgyu, por todo, yo... —me atrapa en un abrazo y yo dejo salir todas las lágrimas—Por favor, perdóname.

—No tengo nada que perdonarte, Minji.

—No seas bueno conmigo, maldita sea—golpeo débilmente su pecho—No lo merezco, nunca lo merecí, nunca te merecía a ti.

—El hecho de que pienses eso es exactamente por lo que esto no funcionó—dice él—El día que dejes de castigarte por tu pasado, serás feliz—me separa de su pecho para mirarme a los ojos—Y aunque creas que no me mereces, me tuviste desde el primer día en que te vi, no tenía ni una posibilidad de escapar de ti, también lo intenté, y ya no quiero hacerlo.

—Yo...

—Estuve con Ryujin un tiempo—eso termina por romper mi corazón—No de la forma en que crees, pero...

—No quiero saberlo.

—Tengo que decirte.

—No. Quiero. Saberlo—recalcó cada palabra—Voy a irme a casa ahora.

—Espera, no lo dije para que te fueras—me toma del brazo—Quiero ser sincero.

—No quiero tu sinceridad, Beomgyu, me duele demasiado—admito.

—Ya no quiero lastimarte, Minji.

—Entonces no lo hagas—le digo—Necesito ir a ver a Haerin—explicó—Pero quiero hablar contigo en otro momento—él suspira.

—Esto no se ha terminado, ¿verdad? —verlo a él siempre me hace sentir como una niña de nuevo.

—Espero que no—susurro—Pero ahora tienes que dejarme ir—su mano sigue agarrando mi brazo, pero finalmente la suelta.

—Es la última vez que lo hago—dice, y no le respondo antes de irme. Sinceramente, espero que este diciendo la verdad.