Hidden Love - Choi Yeonjun

35 (+18)

Advertencia: Contenido Maduro

Empezamos con un beso, mucho más apasionado que cualquiera de nuestros besos anteriores. Las manos de él rápidamente viajan a mi cintura donde aprietan un poco, yo estoy ansiosa por tenerlo sin pantalones, así que trabajo rápidamente su molesto cinturón.

Una vez sus pantalones están desabrochados, los bajo y él los patea hacia un lado, hago lo mismo con su camisa mientras él también tira mis prendas fuera de mi cuerpo. Antes de que pueda darme cuenta, me deja completamente desnuda mientras el sigue con su ropa interior, avanzamos torpemente hasta la cama y él cae encima de mí.

—Shhh, tranquila—dice él separando nuestras bocas—No hay porque apurarse, tenemos toda la noche.

—T-tienes razón—admito—¿Dijiste que va a doler? —puedo sentir el calor en mis mejillas, lo cual hace a Yeonjun sonreír.

—No te voy a mentir—suspira—Sentirás como si te partiera en dos.

¿Qué?

—A-ah, pero ¿me prometes que luego se sentirá bien? —le digo empujando levemente su pecho.

—Te lo prometo, yo no te mentiría, bebé—vuelve a reír, pero termina dejando la risa por un rostro más serio—Vamos a ir lento, sabes que jamás haría algo para lastimarte—deja un beso en mi frente—Te amo.

—Yo también te amo—respondo—Pero si me duele te voy a odiar.

—Ya, cállate—sus labios vuelven a chocar con los míos. Nuestras lenguas empiezan un sensual baile entre ellas que me hace ponerme mojada de una vez, el hecho que su rodilla esté entre mis piernas tampoco ayuda.

Empujó suavemente a mi novio hasta quedar encima de él y bajo mi boca hasta su cuello y pecho.

—Mmm, Haerin—dice él cuando estoy en frente a su ombligo y empiezo a bajar su ropa interior. Su miembro hace un pequeño ruido al ser liberado y aterrizar contra su abdomen, ya completamente duro. Me acomodo entre sus piernas y abro la boca para lamer la punta, mientras atiendo el resto del largor con mis manos—Mierda, ¿Dónde aprendiste eso?

—Hice un poco de investigación—separo mi boca, antes de haber un intento de meterlo en mi boca hasta la mitad. Una punzada de placer y mariposas recorren mi cuerpo al escuchar el gemido ronco que me dedica. Definitivamente me encantan sus gemidos, podría escucharlos todos los días.

Dejo las manos apoyadas en sus piernas y hago el intento de tenerlo todo en mi boca, pero es casi tan grande, así me es imposible. El aire casi se va de mis pulmones así que lo saco un segundo, estando atenta a su rostro de placer. Vuelvo a meterlo, logrando ir un poco más lejos.

—Ahg, si haces que me venga no te voy a poder follar hoy—dice él con dificultad. Vuelvo a ir con mis manos, dejando una para masajear sus testículos.

—Eso me pasa por tener un novio viejito—le digo con burla, pero me da una mirada molesta.

—Yo puedo levantarla 30 veces si es que gustas, pequeña, pero vas a tener que hacerte cargo de ello—toma ambas de mis manos y me obliga a ir debajo de él de nuevo.

—¿No vas a besarme ahora que acabo de...? —pero sus labios vuelven a callarme. Aprovecha que estoy completamente desnuda para acariciar mi cuerpo, colocándose entre mis piernas. Sus manos sostienen con firmeza mis caderas y su mano viaja por feminidad acariciándola—Eres un sucio.

—Lo dice la que recién estaba chupándome como una aspiradora—deja una mordida en mi cuello que me hace gritar.

—¡Ah! —pero el dolor, combinado que siento con el placer de su cuerpo contra el mío me da un hormigueo raro por la espalda—Tal vez me gusta un poco hacerlo—confieso.