"Dicen que el amor es ciego y apenas entiende de nada. No sabes cuándo va pasar, cómo va a suceder o quién se va a cruzar en tu camino."
"No soy lo suficientemente mayor para él . Sólo estoy esperando hasta tener dieciocho"
-Adaptación de "18- Sooka...
Si está es la fase de luna de miel de la que tanto hablan, de cuando empiezas a salir con alguien, no quiero salir de ella jamás.
Cada vez los momentos con Haerin se sienten más mágicos, cada vez la conozco mejor y simplemente encuentro más razones para que me guste cada día más. Es un poco abrumador, a veces siento tantas cosas son solo una mirada suya que me asusta, pero no la dejaría ir por nada del mundo.
Algunas de las cosas nuevas que descubrí sobre de ella son:
Uno, le encantan los viajes largos en auto.
—¿A dónde vamos? —pregunta subiéndose a mi lado en el asiento del copiloto.
—Solo voy a conducir por ahí—le digo.
—Me encanta la idea—sonríe.
Dos, la música es una parte esencial de su vida.
—¿Puedo encender la radio? —pregunta.
—Claro.
Tres, uno de los caminos a su corazón, es la comida.
Con una canción de "Riptide" de fondo, sigo conduciendo sin un rumbo especifico.
—Yeonjun, ¿podríamos ir a comer?, es que tengo hambre—dice ella haciéndome reír.
—Parece que yo te alimento más que tu madre—bromeo, porque siempre le compro comida cuando salimos, pero no me molesta para nada. Doy un giro hacia el camino al Mc Donal's más cercano.
—Tienes que mantenerme hasta que entre a la universidad y consiga trabajo, así funciona—río.
—Vas a ponerte gordita.
—¿Y seguiré gustándote a pesar de eso?
—Si, me encantarás más, más de ti para consentir.
Cuatro, el otro camino son los peluches.
—¡Yeonjun!, mira—señala un lugar por el que pasamos, ya tiene una hamburguesa que compramos en su regazo—¡Mira!,¡Es una tienda de peluches!
—Pero tienes muchos peluches, Haerin.
—Jamás son suficientes peluches.
Cinco, es muy mimosa.
Llegamos a mi casa y Ryujin está en su habitación, aún no es tarde así que no creo que esta durmiendo. Haerin y yo nos sentamos en el sofá.
Inmediatamente ella me abraza y la tengo casi encima mío, arrucándose como si de una gatita se tratara. Su respiración se tranquiliza mientras su cabello me hace cosquillas en el mentón.
—Me gusta estar así—sonrío, porque también me gusta.
Seis, creo que me estoy enamorado de ella.
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