Hidden Love - Choi Yeonjun

36 (+18)

Advertencia: Contenido Maduro

Despierto con mi cuerpo entrelazado al de mi novio con mi cabeza en su pecho, completamente desnudos.

Es mi cumpleaños, y no podría pedir un mejor regalo que este.

—Mmm—Yeonjun comienza a despertar, producto de mis movimientos—Feliz cumpleaños, mi amor—dice besando mi cuello, haciéndome un poco de cosquillas.

—Gracias, ojalá pudiera despertar así todos los días—suspiro.

—A mí también me gustaría—dice él con la voz ronca—Quisiera quedarme aquí todo el día y hacerte el amor hasta la madrugada, pero tenemos que levantarnos—dice él—Tienes que llegar a tu habitación antes de que tu familia te vaya a felicitar.

Yo también quiero quedarme aquí entre sus brazos, pero tiene razón. Reviso el reloj de mi celular. 7:32.

Anoche no nos quedamos hasta muy tarde porque ambos estábamos cansados, especialmente yo. No fue una primera vez perfecta, pero fue perfecta para mí, porque fue con él chico que amo y me ama, no podría pedir más.

En el sexo podemos volvernos mejores mientras pase el tiempo, lo que hay entre nosotros es más que eso.

Con muy poca motivación salgo del lugar más cómodo del mundo y me paro.

Mala idea porque vuelvo a sentarme automáticamente, escucho la risita de mi novio y le lanzo una almohada.

Mis piernas se sienten como gelatina.

—Voy a usar esa almohada para ahogarte si te sigues riendo—le advierto. Hago otro intento por levantarme, esta vez más lento y lo consigo. Mis piernas se sentían adormecidas, apenas soy capaz de llegar al baño con mi ropa. Me visto y lavo la cara, no puedo cepillarme los dientes porque no traje mi cepillo, así que tendré que esperar a llegar a mi habitación. Salgo del baño, lo mejor arreglada posible y veo a mi novio aún desnudo en la cama, con las sábanas apenas tapando su cuerpo y casi salto encima de él.

—Ahg, tengo que irme—digo cruzándome de brazos.

—Espera—dice él levantándose—Tengo un regalo para ti—me emociona la idea de un regalo, pero él aún está desnudo.

—Está bien, pero por favor vístete o no me voy a poder concentrar—Yeonjun ríe y busca rápidamente entre sus cosas un pantalón de pijama que se coloca sin nada debajo. Sigue mirando entre sus cosas y saca una gran caja que probablemente ocupaba la mitad de su equipaje. Chillo como una niña y él ríe, mientras abro la caja—¡Un peluche de osito!

Voy a mi habitación, prácticamente corriendo con el peluche en mis manos, que quería hace semanas.

Cuando me encuentro ya en mi pasillo, desacelero el paso por miedo a alertar a mi hermana, que espero que siga durmiendo. Llego a mi puerta  y quiero abrirla lentamente, pero de golpe está se abre sola.