"Dicen que el amor es ciego y apenas entiende de nada. No sabes cuándo va pasar, cómo va a suceder o quién se va a cruzar en tu camino."
"No soy lo suficientemente mayor para él . Sólo estoy esperando hasta tener dieciocho"
-Adaptación de "18- Sooka...
—Solo un poquito, ¿sí? —le digo a mi novio con un puchero, de los que sé muy bien que encuentra irresistibles. Él me mira con los ojos entreabiertos como tratando de no caer por mi ternura.
—Eres una diablilla—suspira—Está bien, ¿cuándo?
—¿Podría ser está noche, en tu casa? Llevaré yo las cosas, así que sólo siéntate ahí a esperarme—tomo su rostro entre mis manos y le plantó un beso.
—Solo me quieres por mi cuerpo—bromea él, pero vuelve a besarme, esta vez de forma más profunda y larga.
Cada vez controlar las ansias que tengo por sentirlo completamente e ir hasta el final son más grandes, sin embargo, de alguna forma nos controlamos y yo sigo siendo pura como aceite extra virgen.
Bueno, tal vez no tan pura.
El otro día convencí a Yeonjun de hacer lo mismo que me hizo a mí la vez que estuvimos en su casa y casi terminó follándome, creo que hasta el mismo se asustó de a donde lo llevaron sus impulsos, porque me desnudo y se colocó delante mío en una posición perfecta para quitarme esa molesta virginidad. Pero otra vez se detuvo.
Me pregunto hasta cuándo será capaz de controlarse, mi cumpleaños está a dos semanas, parece poco, pero en realidad, todavía es mucho tiempo para convencerlo de profanarme antes.
Quién sabe, tal vez lo tome como mi desafío personal.
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Yeonjun
Deje que un par de ojitos brillantes y una boquita de conejita me convenzan de teñirme el pelo color azul.
Pensé que al menos su mamá no la dejaría venir a mi casa y me salvaría de esto por hoy, pero la mujer decidió, justo hoy, hacer una excepción a sus reglas por unas horas. Haerin dijo que ella río cuando le contó sus planes de teñirme el pelo.
Ahora estoy sentado en mi casa con Haerin dividiendo mi cabello en secciones y aplicando un supuesto color de fantasía.
—Voy a tener que esconder la cabeza en una bolsa—digo lamentando mi decisión.
—Te va a durar máximo unos días, dramático—me da un pequeño estirón.
—Parecen una pareja casada— dice Ryujin, quien no tenía nada mejor que hacer que sentarse a comer ramen en frente a nosotros en la sala, viéndome ser manipulado por mi linda novia.
—Todavía tengo que salir a calle esos días—le digo a Haerin.
—Y estarás fabuloso—responde.
Tarda unos minutos más en cubrir todo mi pelo con la mezcla del empaque de tinte de supermercado.
