CAPÍTULO 3

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LIBRO I
TRIOLOGÍA: MATICES TÓXICOS

ABRAZA MI OSCURIDAD

Benjamin Magrammy
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¡DISFRUTA TU LECTURA!

La ventana permitía la entrada de los pocos rayos del sol, dando directamente en mi rostro por la posición de la ventana cerca de la cama. Los brazos de Renée están sobre mi torso como de costumbre, desde que nos casamos este es mi escenario matutino.

Me quedo observandola, cuando:

—¡Demonios, voy tarde!— se despertó en un dos por tres, levantándose más rápido aún, yendo directo al baño.

«Parece que tuviera un despertador integrado a su sistema nervioso»

La observo caminar por toda la habitación buscando las cosas que necesita para su rutina matutina, mientras tararea una canción de Taylor Swift.

Se detiene a mitad de la habitación, bosteza y dice:

—¿Qué me ves?

—Nada— digo levantando las manos en señal de rendimiento—¿Sabes que tu turno no empieza aún verdad? Faltan tres horas.

Me levanto, colocándome una camisa por encima de la cabeza.

—Si pero tengo que rendir un informe a Gilbert— avisa buscando en su cajón de ropa interior— es un caso muy importante.

—Lo lograrás— beso su frente— buscaré el diario.

Las escaleras me reciben y me encuentro a Celeste en el iniciar de éstas con el desayuno en manos. Realmente es muy eficiente, alisa su delantal blanco con una de sus manos libres apenas me ve bajar.

—Muchas gracias Celeste eres muy amable— tomo la gran bandeja de plata

—Deja, yo puedo llevarlo.

—Usted es demasiado caballeroso— habla mostrando el rubor de sus rosadas mejillas.

No es muy alta ni llamativa, es más bien delgada, no tanto como Renée, solo que el vestido de servicio y las pantuflas le restan belleza a la melena rubia y los ojos azules.

—Recuerde echarle dos puntos de sal al huevo— forma tal número con dos de sus dedos desde la planta del primer piso— Así le gusta a la señorita Renée.

—Vale

Subo el desayuno que, podría decir perfecto, en verdad Renée hizo bien en contratarla, es muy dedicada en su trabajo y ese omelette se ve exquisito.

Toco dos veces sin respuesta, por lo que me veo obligado a abrir encontrándomela completamente dormida, ¿No que tenías que rendir informe?

—Renée— la llamo casi en un susurro—Renée princesa despierta— dije un poco más alto sin elevar tanto la voz— ¡Renée!

Grité por fin, haciendo que se despertara con tanta fuerza, que hizo que uno de sus brazos llevara al suelo la bandeja junto con el desayuno perfecto, que ahora se había arruinado.

—¡Ay dios! Lo siento cariño— dijo preocupada apartando el cabello de su rostro

Se levantó, recogiendo los pequeños trozos de la taza destruida

—No pasa nada— muestro el diario— Valla— hago una pequeña *o* con mi boca— mi esposa es famosa.

Formó una hermosa sonrisa con sus labios mientras se levantaba para buscar en sus cosas de maquillaje un cepillo, y desenredar sus largos mechones.

Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora