LIBRO I
TRIOLOGÍA: MATICES TÓXICOSABRAZA MI OSCURIDAD
Renée Sthibensson
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¡DISFRUTA TU LECTURA!
3:00 AM y el sueño parece no conocerme hoy. El silencio era algo que acompañaba el momento y mi insomnio parecía ir a más.Es en momentos como estos en cuando recuerdo a mi amigo de la infancia.
«Adam»
Murió cuando tenía siete años, en ese entonces Shaira tenía 14 años y Hugo aún no nacía, mientras que papá no se retiraba aún de su trabajo, ese misterioso accidente en combate.
Según papá, mi amigo falleció a causa de un accidente de avión.
Hay algo que siempre me ha hecho desconfiar de su misteriosa muerte, una en la que ni siquiera asistimos a su funeral, nosotros, sus amigos que éramos casi su familia.—¿Sigues mirando el vacío?—preguntó Ava entrando en la cocina— Quiero entender porqué te quedas helada por momentos
—No es nada, solo estaba pensando.— justifiqué
(***)
DÍA SIGUIENTE...
—Idiota despierta— sentí las manos frías de alguien en mi brazo
—¡Ya déjame dormir¡— refunfuñé
El silencio se hizo y por fin sea quien fuere que estuviera molestando dejó de hacerlo. Proseguí con mi sueño plácido cuando...
—¡Carajo!
Abrí los ojos y...
—¿Me lanzaste una cubeta de agua?— me levanté a la velocidad de la luz y él dió un paso atrás— ¿De agua fría?
—No, fueron manzanas lo que te lancé— respondió sarcásticamente
—¡Idiota!
Fui al baño para arreglarme y bañarme, gracias a Mateo, la mañana se volvió un desastre. Me coloqué unas botas, un pantalón de cuero y una camisa negra, todo a mi gusto.
—¡No puede ser!— grité desde la cocina y todos corrieron hasta mi lugar
El lugar se llenó de gente, mientras esperaban mi siguiente argumento, repuesta a mis gritos.
—¿Que sucede?— preguntó Olivia abrazando un cojín, aún algo somnolienta.
Me giré hacia ellos, sosteniendo el envase en el que siempre guardaba mi bebida favorita para iniciar la mañana.
—¡Esto es una emergencia total!— sacudí las manos en señal de auxilio.
Todos me miraron como si estuvieran frente a una loca desquiciada y no frente a Renée Sthibensson Carter.
—Venga tía di ya que te pasa, ¿que has puesto a correr a todos por gusto o que?—preguntó Oto
—No hay café— alegué con las manos en la cabeza, como si mi vida dependiera de ello
Y si, amo la cafeína, mi mañana no puede iniciar sin preparar café ni tomar un sorbo de él. Simplemente uno de mis pequeños y amados placeres.
—Senorita Renée, compré dos bolsas, están en el auto, como el señor Benjamín no ha llegado, no hay quien las saque— dijo la empleada caminando hasta mi puesto— acabé de hacer las compras
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Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]
Romans¿Crees en el amor? ¿En el destino? ¿En el felices por siempre? Renée Sthibensson Carter, nuestra policía y protagonista, creía en esa bestia que se esconde tras el seudónimo de "amor", por supuesto, de forma sincera e inocente. Hasta que llegó esa...