Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]

Capítulo 31

Renée

Me duele absolutamente todo, mis oídos sumban y no siento el cuerpo, lo último que recuerdo es un auto, y a ¿Jhon? Es imposible. La cabeza me da vueltas mientras me estabilizo.

—¡Renée te dije que no salieras a correr en tu estado!— recrimina la voz de papá

—Lemon déjala, no es momento para exigir, fue un accidente, preocúpate por ella— me defendió mamá

Mis ojos no pueden con tanto y la luz de la habitación intenta quemarlos, tengo una venda en la cabeza. Todo porque quería ejercitar la pierna que me fracturé cuando estuve en la cabaña.

¿Que psicópata se atreve a...? Olvídalo, ya sabes quién es ¿para qué preguntas.

Benjamin luce preocupado como hace dos días, mi hermano no sabe que pensar y Alexa cambió el semblante de feliz por su nieto a preocupada por él. El caos en el que me he metido ha sido muy grande.

— ¿Renée Sthibensson Carter?— dijo la ginecóloga

—Si, yo misma

—Soy Miriam García.

—Mucho gusto.

— Esta mamita es muy fuerte, según el ultrasonido el feto logró sobrevivir, y es una niña.

El lugar se llenó de risas y aplausos, mientras que yo solo en lo más profundo hubiera querido que muriera. Un bebé no es una maldición, ni un castigo, pero uno no deseado es un total desajuste de ideas. Supongo que una parte de mi quería perderlo, pero la otra, la conciente, me pide a gritos que lo tenga, que arregle mi matrimonio, que mi vida vuelva a ser más o menos normal como lo era antes.
Llevo tres días sin hablar con Benjamin, no se que oculta con María, pero si siento que no estoy en condiciones de exigir nada, mucho menos fidelidad.
¿Que maldito loco se atreve a atropellarme para matar a mi bebé? Jhon Cooper, ¿a este cerdo no le importa que podría haber muerto?

— Renée ¿Estás con nosotros?—pregunta Hugo al notar que tengo la mirada perdida.

—Ehh, si Hugo, prosiga por favor Doctora.

—Como iba diciendo, está niña ha sido todo un milagro, pero hay contratiempos, el feto puede tener malformaciones a lo largo del desarrollo. Haremos todo lo posible porque sobreviva, pero no tenemos muchas posibilidades.

Mi cabeza ha estado tan confundida que no he notado que hay más personas en esta habitación, el señor Braulio está a un lado hablando por teléfono, mientras que Mateo está sentado junto a la ventana, Ava también está aquí y...
¿El sujeto de la boda de Jhon también está? No, no, no la miopía no puede dar para tanto. No puede ser el, el mismo que se me quedó viendo ahora me repara con lastima.

—Hija, se que es una decisión difícil, y es tu primer embarazo, pero no creo correcto tenerlo, puede nacer malformado, puede tener parálisis, algo. Es tu decisión y la apoyamos pero ten cuidado.

El vacío se lleva mi mirada y no puedo pensar en las advertencias, el lo hizo a propósito, me arrolló porque no quería que tuviera al bebé. ¿Pero que carajos hace ese tipo aquí?
Genial, ahora alucino.

—Renée, Spenser fue quien nos avisó, gracias a él estás aquí, llamó una ambulancia.—habla Ava

—Tienes suerte, deberías de tener más cuidado la próxima vez— la voz gruesa me puso los sentidos a volar

Es alto, no como Jhon pero si se encuentran casi iguales, hombros anchos, unas manos esculpidas por los angeles, esos ojos verdes y el cabello rubio, no tanto como el de Jeremiah, este es un poco más oscuro. ¿Desde cuándo me gustan los delincuentes? Bueno no es que me guste pero como instinto femenino, debemos aceptar que es muy guapo.