Capítulo 36

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Puerto Rico

Renée

—¿Desea algo de comer mi señora?

«¿Mi señora?»

No, ¡largo!

No sé dónde estoy, solo sé que la casa es algo grande y muy bonita. Tiene detalles rústicos y sencillos.
Tengo mil nudos en la garganta y mil problemas que resolver, de un día a otro soy una de los criminales más buscados y al otro tengo que traicionar a Jhonatan.

El vuelo fue cansado y por más que cerré los ojos, conté ovejas, escuché música, nada desaparece.
Quisiera borrar, quisiera estar tranquila como lo está el, pero ese es el problema, que no le afecta en nada lo que está sucediendo. La que sale quemada en sus juegos soy yo y lo ha demostrado.

Los ventanales muestran un pasto verde bien cortado y varios árboles de nueces.

—Me han dicho que no quieres comer— una señora que nos recibió entra

—No deseo comer nada, gracias.

—Jhonatan me ha pedido que te trajera algo de ropa y un café.

Porta una maleta en su mano derecha y la taza con café en la otra.

—¿Quien es usted? ¿Dónde estoy?

—Quien yo sea no importa y dónde estás no puedo decirte, solo Jhonatan decidirá si te lo cuenta o no.

Mi paciencia acaba y tomo a la anciana por el cuello con ambas manos. Sus ojos negros se reuercen y las canas quedan sueltas tras haber perdido el sujetador.

—Sueltala

«Su vos»

Hago caso y unas criadas van a socorrer a la señora que tiene las venas del cuello marcadas.

—¿¡DONDE MIERDA ME HAS TRAÍDO!?— golpeo su pecho como si mi vida dependiera de ello

—Yo no te secuestré. Y vístete que vinieron a arreglarte.

—¿Arreglarme?

Ignora mi pregunta y saca a todos de la habitación. ¿Que más da? Ya estoy aquí.
Abro la maleta y hay distintos conjuntos de ropa, todos con distintos diseños y colores.

Termino escogiendo una falda blanca junto con una camisa rosa mangas largas y unos tacones bajos. El agua de la bañera es helada y no hay calefacción. Es como si me hubiera teletransportado a otra época.

Sumerjo mis mechas rojas en el agua y mantengo los ojos cerrados.

¿Dónde estoy? ¿Qyue voy a hacer? ¿Quién es esa anciana? ¿Que va a pasar conmigo?

¿Nunca te ha pasado que estás entre la razón y el corazón? Una batalla campanal entre el corazón y el cerebro. Uno de esos momentos dónde tienes que escoger entre tu y la otra persona.

¿Si me salvo yo, dónde te quedas tú? y ¿Si te salvó a ti, dónde me quedo yo?

Quiero olvidar la conversación con mi familia, la propuesta de Jeremiah, el que me halla lanzado de un edificio por un hombre, por él.
Renée nunca haría eso, Renée nunca dejaría su trabajo por algún hombre, Renée nunca se sacrificaría por cambiar, Renée nunca defraudaría a todos, Renée nunca...

Un sinfín de pensamientos llegan y es difícil cavar un hoyo y enterrarlos.

Termino mi baño, me visto y bajo las escaleras directo al comedor donde está la señora de antes midiendo su presión y Jhon leyendo el periódico.

Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora