Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]

No serás de otra.

Mis amantes de la oscuridad, espero que estén bien y estén pasando super si día/noche. Poco a poco vamos creciendo y cada vez se suman más personas a leer este romance estilo

Romeo y Julieta.

Muchos besitos para ustedes y sin

más que suba el telón:

Jhon

—¡Cómo mierda se te ocurre dejar que sucediera esto!— gritaba mi padre mientras arremetía contra la cara ensangrentada de Jasper.

El muy imbécil suplicaba que parara mientras lloraba como un niño, sin saber que Matt no pasaría, porque para él, no habrían fallas nunca, un Cooper nunca fallan, un Cooper era perfecto, un Cooper era de sangre fría y manos asesinas.

—Hijo, ya el traje está listo y en tu habitación.— habla Margoth entrando a la habitación.

No luce arrepentida ni parece mostrar lástima, sabe que debe obedecer tanto como él a Matt.

Por un momento pienso en Renée mientras mi madre habla de los preparativos y nos adentramos al pasillo.

‹¿Le dolerá verme con otra?›

—Muchas gracias, madre.—me limité a decir.

Ignoré la macabra escena de golpes y dejé a mi madre en el balcón para luego ir a mi habitación.

—Mañana es nuestro gran día amor—la voz escandalosa de mi "futura esposa" hizo presencia en el lugar.

—Ya lo sé.

—Verás que tengo una sorpresa para ti
—dijo divertida.

Charlotte no es de andarse con juegos ni hablar a la ligera, es una asesina igual o peor que yo.

—Ok

No le dí mucha importancia a lo que parecía haber comenzado a decir, y me adentré más en mi habitación.

Saco uno de los cigarrillos de cocaína que tengo en uno de mis cajones mientras la leve brisa de la noche entraba por la ventana del balcón.

Mis hombros duelen como si tuviera mucho peso, debo casarme con Charlotte, debo obtener el trono, debo reunir a las mafias, debo obtener el poder. La lista de tareas cada vez es más larga. Inhalo el humo blanco por uno de los orificios de mi nariz mientras siento los efectos en mi.

—¡El gran día se acerca!

—Pronto el gran Jhon se casará.

—Felicidades, dominarán el mundo juntos.

—¡Se merecen lo mejor!

Es lo único que he oído hoy. Lo celebran como si estuviera viviendo algo que jamás volveré a vivir, y es que tal vez este demonio me aburrió.

Es fuerte, bella, sensual y psicópata, está a mi alcance todo el tiempo y con dos palabras la tengo para mí. Pero que tal si alguien delicado, no tanto, ocupara su lugar.

No sé que pasaría si su cielo se hiciera uno con mi infierno.

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Ella está sobre mi, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás. El cabello se pega a su cuello por el sudor y siento sus uñas en mis hombros, gime mi nombre una y otra vez pidiendo por más y yo acato sus órdenes.