Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]

CAPÍTULO 6

LIBRO I
TRIOLOGÍA: MATICES TÓXICOS

ABRAZA MI OSCURIDAD

Renée Sthibensson
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¡DISFRUTA TU LECTURA!

Llegamos hasta un basurero, de más o menos 70 metros cuadrados.

Es un gran espacio la verdad, creo que sería un poco difícil descifrar si hay más cuerpos de los que dijo el informe.
Empezamos por la zona sur, el punto donde uno de los trabajadores encontró los primeros 15 cuerpos.

Efectivamente, todos mutilados y sin piel, hasta el momento no se han encontrado menores de edad.
Pero todos tienen los rostros cortados o quemados, lo que hace imposible saber quiénes son.

-Las que hemos podido identificar como mujeres tienen hematomas en las partes abdominales y las piernas. Todo indica que fueron violadas y quemadas. Los hombres solo parecen tener la cara quemada pero no se encuentran indicios de golpes.

No son quemaduras naturales o por fricción, son causadas por los ácidos que fábrica la familia Cooper, ácidos bioquímicos, no ácidos cualquiera, sino bien elaborados hasta el punto de disolver la piel tal y como una quemadura, volviendo a la persona, totalmente desfigurada.

Pues se va esparciendo al momento de verterlo lo cual hace que se produzca un deterioro rápido de los órganos, según muestras, estos ácidos también deterioran los huesos.
Pareciera algo escalofriante para alguien que no está acostumbrado a este tipo de escenarios.

Las sirenas de los autos de policía suenan, miles de compañeros corriendo de aquí a allá mientras los agentes del área de investigación interceptan a las pocas personas del lugar.

-Estaba en mi turno de la noche oficial, mi compañero y yo estabamos en una de las grúas cuando encontramos todo esto-dijo el hombre que hizo la denuncia apuntando a las personas que yacen muertas en el suelo.

Esta familia no tiene escrúpulos, el líder, sea quien sea es un maldito psicópata.

-El olor es nauseabundo- dije cubriendo mi rostro con el antifaz que me entregó un oficial.

-Es deplorable- comenta Humberto a mi lado.

Coloco mis manos en la cintura, sin repuesta a nada de lo que sucede, cuando un escenario llama mi atención a unos cuantos metros.
Dos policías levantaban un gran trozo de metal, totalmente oxidado, y había una mujer entre las vigas, con la cara desfigurada y sin brazos, como si hubieran sido arrancados de su lugar, por la forma en que se notan las grandes aberturas.

El cuerpo de la chica mostraba una elevación bastante notoria en su abdomen y estómago, embarazo. Mi cabeza le da vueltas a esto pero no logro entender.

-¿Cómo sabemos que fue obra de los Cooper?

-Mira esto- respondió Humberto, dejando sobre mis manos una bolsa plástica transparente, la cual transportaba lo que podía ser un trozo de piel algo quemado, entre el color rojizo se divisaba la famosa marca de nada más y nada menos que de los Cooper- Fueron ellos, es seguro, pero ¿Por qué?

-¿No hay testigos?- pregunté mirando con asco la prueba.

-Nada, ni una sola persona viva.

El olor que emanaba el lugar era a podredumbre. Sean quienes sean, no debieron meterse con esa podrida familia y la prueba de ello, es el resultado.

-Iré a la sala de archivos- dije entregando la bolsa- quizá alguien halla denunciado la desaparición.

-No creo que tengamos respuestas a base de ello, pero adelante.