Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]

Los demonios también aman

Jhon

—Tu esposa si que es una estúpida. ¿Cómo deja a semejante hombre solo?— pregunta la chica rubia que baila abrazada de mi.

Es aburrida y tediosa. Como una niña pequeña que habla sobre un nuevo juguete que tendrá. Es de este tipo de chicas que cuando las ves dices "wow" y son unas cabezas huecas que quieren dinero o fama.

—Oye ¿me darás tu número?— coloca un leve beso en la comisura de mis labios

—Si, claro, yo te llamo mañana.

Me largo sin decir una sola palabra más, ni dejar que ella diga algo. No quiero que se pegue a mi cómo sanguijuela y no me suelte nunca más.
Tomo uno, dos, tres, cuatro tragos ácidos de licor dónde está la mesa de la recepción cuando la figura soberbia de Margoth me mira fijamente a la derecha.

—Hijo no tomes más, es peligroso.

—Soy mayor de edad hace más de 10 años. Déjame tranquilo y preocúpate por dónde está tu marido, hay muchas chicas guapas rondado está fiesta y tú estás un poco viejita ya para satisfacerlo.

—No me hables así, soy tu madre, des generado. Tu padre ha de andar por ahí , ya no sé nada.

Tomo otro trago, esta vez de whisky y me lo arrebata.

—¿¡Maldita sea!? ¡¿ Que quieres!?

—Habla bajo— dice entre dientes—me preocupo por ti, solo trato de protegerte, el alcohol es malo Jhon, estás borracho, mírate, hueles feo y estás todo colorado.

—¡Ahora Margoth Par se preocupa por su hijo mayor! ¡Y que tal tus demás hijos eh! ¿Con ellos que mierda pasa? ¡¿Acaso no son importantes porque están en una incubadora desde los dos años con un coma que los dejo paralíticos?!—la sonora bofetada cargada de odio choca en mi mejilla y mira a todos lados tratando de disimular.

—No te equivoques Jhonatan, las cosas no son así.

—¿Y como son?

—No voy a discutir contigo.

—No te conviene

—¿Dónde está la ingenua de tu esposa?— evade el tema por completo.

—Le tienes un amor a tu nuera madre.

—¡Por supuesto que sí!— sonríe hipócritamente—amo a mi querida nuera.

—Esá en casa, no ha querido quedarse aquí.

—Que falta de educación, la de esa policía de quinta. Te juro que no se cómo te casaste con ella.

—Para tener asegurado el trono, solo por eso, luego la mataré y fingiré que fue un engaño y se suicidó—miento

—Mi hijo siempre tan inteligente. Si no fuera por eso, no hubiera permitido esta boda.

—Quiero irme, la presión aquí está tensa—tomo otro trago de licor.

—Hijo, y los invitados, no puedes dejarlos así es tu boda, debes dar la cara ya que tú esposa no lo hizo.

—Ella no es hipócrita como tú—antes de dejar que hable me posiciono en el medio del lugar haciendo sonar una copa con un tenedor— ¡Fuera todos de aquí! ¡La fiesta terminó! Vallanse a joder a otro lado— me dirijo al auto que aguarda con el guarda espaldas esperándome.

—Solucionado lo de los invitados madre—digo antes de irme.

Tomo una de las botellas de la nevera y el viaje parece infinito. Los árboles pasan junto a la carretera.