Capítulo 13

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Jhon C.

—¡¿Que mierda crees que estás haciendo?!?— irrumpí en el lugar

—Amor—me mira como si no me conociera— solo le doy una lección a esta golfa. Por lo que te hizo— intenta tomar mi cara

—¡Dije que no quería que nadie la tocara!¡Y tú debes obedecerme!

Mi voz truena en el lugar, haciéndola reír.

—¡¿Y qué si no quiero!? ¡Hace mucho tiempo que quiero matarla!. Yo no le hice nada. Se lo merece, por puta, por zorra...

Mi mano impacta en su rostro formando una sonora bofetada. Escupe soltando una leve gota de saliva, pata luego reír.

—¡No le hiciste nada! ¿No le hiciste nada y tiene sangre en la espalda y tú tienes un látigo en la mano?¿Que hacías?¿le hiciste trenzas y la consentiste?

—¡Poco le hice a esa perra que cree que puede hacerte arrodillar!— gritó arañando mi cara

—¡Largo!

Charlotte siempre ha sido una mujer manipulable para mí, así que obedece todos mis mandatos.

Bajo a la mujer que casi desfallece. Ya no es la sádica loca por atraparme, la que casi me arrolla con su auto. Está débil y pálida, sin fuerzas y con los ojos llorosos.
Ya no es la mujer fuerte que conocí en una bodega, la que pensé que el término sumisa jamás lo iba a conocer.

Luisma, mi empleada personal, la baña y limpia las heridas.

—Señor... pasé un inmenso trabajo, tenía sal en la carne y los cortes eran muy profundos. Pero pude cocer la mayoría.

—Dile a Clara que prepare comida saludable para ella y manda a Theodor que la lleve a mi alcoba.

—Como ordene mi señor. Permiso.

Se perdió en el pasillo y fui a mi oficina.

—Y bien ¿ya murió?

—No, padre, es más fuerte de lo que creíste. Charlotte la azotó y cubrió sus heridas con sal.

—Perfecto. Déjala morir.

—Mandé a qué la curaran, bañaran y dieran de comer.

Me mira como si no me conociera para luego decir:

—¡¿Pero de qué mierda hablas!?¿No quedamos en que la ibas a matar?

—Si, pero primero debe sufrir.

—¡No! ¡La quiero muerta!

Abrí la boca para hablar pero mis argumentos fueron interrumpidos por el estruendo de una bomba en el segundo piso.

Que la lleve a mi alcobaLas palabras hacen eco en mi cabeza.

Subí en grandes zancadas con Matt respirando en mi nuca.
Hay escombros por todos lados y las hermosas cortinas blancas están ensangrentadas.
Pero no es de su sangre, un policía la tiene en sus brazos, escapando por la pared derrumbada. Un helicóptero los sube mientras ella no deja de mirar hacia mi dirección.

El cuerpo de Luisma yace en el suelo mostrando la parte interna de su cuerpo rodeado de sangre.

‹Me las vas a pagar›

Bela

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Renée S.

El helicóptero de color camuflaje me da la bienvenida y reconozco las banderas de Alemania en su pintura.
Paz, al fin, tengo la paz que tanto quería y estoy lejos del infierno que representa Jhon Cooper.

¿Curó mis heridas?

No siento la sangre en mi, y el dolor ya no tiene lugar en mi cuerpo. ¿A qué juegas Jhon?

Señorita, el señor Jhon ordenó que le trajera comida saludable— puso una bandeja llena de comida sobre mis piernas

—No quiero nada. Por favor llévate eso

—Lo siento pero no puedo desobedecer. Por favor coma, está delicioso, la cocinera de la familia es muy buena.

«¿Tendrá veneno?—Pensé

Procedió a abrir las cortinas. Cuando el fuego y el estallido de una bomba tomaron la habitación y la mujer de cabello negro quedó reducida a cenizas frente a mi.

Son ellos, al fin vinieron por mi.

Fin del flashback

—Renée

—Ehh si

—Estas en el aire— dijo Jeremiah— tranquila, volveremos a la central

—¿Dónde estamos?

—En París

¿París?  Estaba en París y no lo sabía. Visitar la torre Eiffel siempre ha sido mi mayor sueño. Uno muy romántico a mí parecer. En mi relación no vuelan pétalos de rosa ni siempre estoy de humor para los reclamos de Benjamín como el tampoco no siempre está de humor para aguantar mis berrinches, pero siempre quise que en nuestra luna de miel me llevara a visitar esa hermosa cuidad y nos tomáramos una foto para ponerla en la mesita de noche de ambos.
Sueños muy idiotas ya que Benjamin no es de ser romántico ni tan cariñoso, es de esas personas que usan pocas palabras, cosa que siempre he admirado de el, mientras menos palabras uses eres más sincero.
Aunque como mujer al fin, siempre he esperado más de el.

Dormí unas cuantas horas, ni siquiera sé cuántas. Fui a mi oficina a darme una ducha y a por mi uniforme que siempre guardo ya saben para emergencias.

Mateo me llevó a comer a la cafetería cosa que agradezco más que nada, mi estómago aclama una hamburguesa de jamón. Mi piel se ha estabilizado y tomó color. Después de comer tuve que ir a la enfermería a que me revisaran las heridas...

—Valla Sthibensson usted si que es fuerte— dijo Laura, la doctora

Unos cuantos análisis de sangre, tengo la hemoglobina muy baja y signos de desnutrición.

—Todo está bien, los signos vitales están normalizados, ahora toca descansar y debes tomar estos analgésicos de aquí—me entregó una hoja con apuntes—ayudarán con el dolor. Demás está decirte que tienes que comer bien.

—Gracias doctora. Lo tendré en cuenta.

Pedí un taxi que me llevara a casa. La verdad es que no me siento con las capacidades necesarias para conducir.

—¡Renée! Cariño, ¿estás bien?—los acogedores brazos de mi Benjamin me rodearon

—Si, amor con un poco de dolor en la espalda pero estoy bien

—Estuve tan preocupado por ti. Me muero si te pasa algo Renée.

—Lo se cariño.

Tomé una ducha, aunque ya lo halla hecho en la central nada es igual al agua caliente de la ducha de tu propia casa.
Preparé café dulce. Y sí, algunos dirán, alto Renée cómo que café dulce, pero así soy yo, amo el café así desde que nací.

Celeste está en su día libre así que Benjamin y yo estamos solos en casa.

—¿Te duelen las heridas?

—Un poco, ya pasó

Intento no recordar lo sucedido en la mansión cuando el titular del diario llama mi atención.

...Renée Sthibensson desaparecida en combate a manos de Jhon Cooper...

Nada puede ir a peor. Mi brazos me pesan y aún tengo los ojos hinchados, cada que los cierro vuelve su imagen a mi.

Nuestra cama "matrimonial" nos da la bienvenida y nos acostamos juntos, la lluvia afuera no para y la que está dentro de mi tampoco.

Hay momentos en los que sientes el sentimentalismo golpear, días en los que extrañas ser una niña pequeña a la cual concienten sus padres.
Tal vez nunca jamás es la tierra que muchos quisiéramos conocer.

En solo semanas me hizo reducirme a cenizas y hace que me pregunte:

¿Quien es Jhon Cooper y que debo hacer con el?

Abraza mi Oscuridad - Tomo 1 ©[Matices Tóxicos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora