Capítulo 03

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Hoy era el día en el que otras escuelas iban a empezar a llegar a Hogwarts por el torneo de los tres magos, nos encontrábamos todos en el gran comedor a la expectativa

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Hoy era el día en el que otras escuelas iban a empezar a llegar a Hogwarts por el torneo de los tres magos, nos encontrábamos todos en el gran comedor a la expectativa.

Los primeros en hacer su aparición fueron las chicas de la academia Beauxbastons, chicas muy hermosas las cuales llamaban la atención de absolutamente todos los chicos y de algunas chicas.

Tenían una impecable coreografía y se movían tan bien que podían hipnotizar a cualquiera.

Ron y Harry estaban muy emocionados por las chicas, también mire a la mesa de las serpientes y Draco estaba prestando atención más no se veía tan emocionado como Theo y Blaise y los demás chicos de su casa.

Sonreí al ver a mi tío recibir con tanta alegría a la directora de la academia y la diferencia de altura que había entre los dos era adorable.

Después de las chicas, entraron los chicos del instituto de Durmstrang, haciendo un digno espectáculo a todas las chicas les gustó, a mí se me hizo algo exagerado pero considero que les quedó muy lindo y seguro se esforzaron mucho por hacerlo.

Draco me estaba mirando por lo que le di una sonrisa y seguí expectante a lo que el director Dumbledore iba a decirnos.

Nos explico de que iba el torneo, que solo se escogerían tres estudiantes y que el ministerio de magia había puesto la regla de que ningún chico menor de 17 años podía compartir, muchos se quejaban y gritaban que era injusto.

Yo estaba complacida con esa regla a decir verdad, si mi tío Hagrid tenía razón, esto no era para que un niño se la tirará de valiente, podría perder su vida.

Después de eso nos pidieron que disfrutamos la comida, había demasiada como todas las cenas pero está vez había mucha variedad, se notaba que no era de aquí pero igualmente me dispuse a probar lo que se veía más apetecible.

Pasamos a la parte del postre y ya para eso me sentía satisfecha.

El torneo de los tres magos no llamaba para nada mi atención, por lo que en el momento en el que termine mi postre, me levanté regalandole una sonrisa a mis compañeros de casa y luego otra a mi tío que me estaba mirando desde su asiento.

Aunque estaba muy distraído con la compañía de la directora del instituto de Beauxbastons, charlaban animadamente y me dió gusto que mi tío no se sintiera rechazado.

Salí del gran comedor, por primera vez durante la semana llegué sin ningún tipo de tropiezo a mi sala común, me di un baño, me puse la pijama y me acosté a dormir conforme con mi día.

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