Capítulo 22

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No tenía ni la más mínima idea de cómo describir lo que estaba pasando en mi vida en estos momentos

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No tenía ni la más mínima idea de cómo describir lo que estaba pasando en mi vida en estos momentos. Nunca pensé que lo que había empezado como un jugo ahora se había convertido en algo serio para mí, realmente quería estar con Alma y que ella quisiera estar conmigo.

No me importaba si tenía que compartirla con Nott, siempre y cuando yo pueda besarla, tocarla y hacerla mía las veces que quiera.

Pero no había visto a la chica desde ayer y hoy era la segunda prueba del dichoso torneo.

— ¿Nada? — Le pregunté a Blaise y a Theo que venían desde la sala común de la chica que nos tenía a Nott y a mí mal.

— Negaron. — Nadie la ha visto desde ayer, parece que la vieron con la jefa de su casa y que está se la llevó de la biblioteca para conversar algo con ella, desde entonces nadie la ha visto y tampoco llegó a dormir.

Solté un suspiro de frustración.

— ¿Dónde está Diggory?

— Preparándose para el torneo, nadie quiere que se le diga sobre la desesperación de la chica para que no se desconcentre. — Dijo Blaise. — Será después, vamos al lago negro.

— Puede que este ahí,seguro se quedó en la cabaña de su tío y nadie se dió cuenta. — Ánimo Theo aunque en sus ojos podía ver qué también estaba muy preocupado.

Llegamos junto a la mayoría de los Hogwarts al lago negro para poder ver la prueba, Alma nos había contando algo sobre que los participantes tenían una hora para encontrar algo valioso que se habían llevado las sirenas.

— Señor Hagrid. — Me acerque al semigigante.

— Señorito Malfoy. — Me regaló una pequeña sonrisa. — ¿Que necesita?

— ¿Alma estuvo con usted? — Le pregunté. — ¿Sabe algo de ella? La estoy buscando desde ayer y nadie sabe nada.

— Ella está bien. — Aseguró.

Sin más que decir volteo a seguir hablando con su novia y yo bufé.

— ¿Que te dijo?

— Ella estaba bien. — Rodee los ojos. — No entiendo cómo lo capacitaron para poder cuidar de alguien.

Blaise me dió un golpe detrás del cuello.

— Si Alma te escuchará decir eso te dejaría sin sexo por un año. — Susurro lo último. — No hables de su tío así, sabes que no le gusta.

Me cruce de brazos pero me quedé callado, sabía que Zabini tenía razón. La prueba empezó y no podía creer que el tío de Alma ande de coqueto mientras su sobrina está desaparecida por ahí.

— Ay que ver qué el amor pone tonto a la gente. — Murmuré.

— ¿Si verdad? — Blaise me miró divertido y yo alce una ceja.

La dulce Hufflepuff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora