Me quedé un rato observando a Alma, acaricié suavemente su mejilla, ya el color había regresado a su rostro, sus labios grandes y carnosos tenían esa leve tonalidad rojiza tentadora y sus mejillas tenían ese tono rosa adorable que me hacía sonreír.
Me preguntó si Alma estaría dispuesta a estar con Draco y conmigo a la vez.
Su relación con Draco había traído algunas malas miradas, de chicas celosas y otros que alegaban que Alma era poca cosa para el gran Malfoy, ¿Que pensarían si de repente aparece en el gran comedor agarrada de la mano de ambos? Quiero poder llevarla por los pasillos de la mano como lo hace Draco, darle besos y abrazos sin que nadie cuestione el porque estamos haciendo eso o si estábamos engañando a Draco.
Solté un suspiro.
¿Estará dispuesta a pasar por delante de la gente por mí?
Salí de la habitación, en ese momento Daphne se atravesó en mi camino.
— ¿Que quieres? — Le dije de mala gana.
— Divertirme... — Acarició mi brazo y yo me alejé. — Últimamente Draco y tú están muy distantes con nosotras.
— ¿Te has puesto a pensar que de repente no tenemos ganas de estar con ustedes? — Me cruce de brazos. — Yo, en lo personal, no tengo ganas.
— ¿Te conseguiste algo mejor?
— Se podría decir...
Ella rió burlona.
— No hay nadie mejor que yo.
— Si la hay.
La esquivé rápidamente y baje hacia la sala común, Draco estaba junto a Blaise y Pansy que estaba casi encima de Draco y este tenía una cara de fastidio pero dejaba que la pelinegra lo tocará y besara su cuello.
— Quítate. — La empuje para sentarme al lado de Draco.
Está me miró mal desde el suelo.
— ¡Draco! Dile algo.
— Draco me miró. — Gracias.
Le di una palmada en la espalda.
Pansy se levantó molesta y subió las escaleras echa furia.
— ¿Cómo está?
— Cansada. — Hablé. — Está dormida en mi habitación.
— Diggory se pasó por aquí para traer algo de ropa y su tejido. — Respondió Blaise señalando el bolso. — Está feliz pero a la vez preocupado y me dijo que cuando despertara le informaramos que su tío quiere hablar con ella.
— Será mañana. — Respondió Draco. — Ahora lo que ella necesita es descansar y comer, la dejaron en ese lago desde ayer antes del almuerzo.
Los tres asentimos y no comentamos más del tema.
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La dulce Hufflepuff
Fiksi PenggemarAlma Hagrid es una niña que apareció en la puerta del semi gigante y se volvió su más preciado tesoro desde ese momento. Quedó en la casa de Hufflepuff demostrando que todos tenían razón cuando de pequeña notaron que era una chica muy dulce con buen...