Capítulo 40

2.6K 222 25
                                    

December-1990

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


December-1990

Me encontraba caminando junto con mis amigos hacía dónde sería la clase de cuidados de las criaturas mágicas, clase que daba el profesor Silvanus Kettleburn quién también perteneció a la casa de Hufflepuff, mi casa. Tenía entendido que el profesor se encontraba en la enfermería por una extraña gripe dicembrina que arrastro con más de un alumno y profesor en el castillo.

La clase la daría Hagrid, el guardabosques, todos conocíamos el profundo amor que tenía el semigigante por las criaturas mágicas y como se esmeraba por cuidar y proteger cada una de ellas.

Estaba seguro que no había nadie que pudiera hacerle suplencia al profesor Kettleburn mejor que Hagrid.

Normalmente al ser estudiante de segundo año no deberíamos ver esta materia aún, pero, mis amigos y yo nos habíamos hecho muy amigos del profesor Kettleburn por lo que nos dejaba ir a ver las clases y aprender más sobre los animales.

Estábamos cerca de su cabaña esperando a que él llegara, platicaba con mis amigos de cualquier tontería, esta navidad no iría a casa, ya que mi madre estaba pasando desde hace diez años por una depresión bastante extraña, papá quería distraerla con un viaje que terminaría después del 14 de febrero, por eso no podría ir con ellos.

No tenía problemas con quedarme aquí, algunos conocidos se quedarían y tengo la fortuna de caerle bien a muchas personas de distintas casas que sabía que también se quedarían por lo que no estaría del todo solo.

Escuchamos pasos que venían desde el bosque.

— Vamos Alma, estás caminando muy lento. — Escuchamos la voz de Hagrid.

— Lo intento, pero, mis piernas son muy pequeñas. — Detrás de él se escuchó una voz un tanto chillona pero adorable.

El semigigante apareció con una enorme sonrisa y detrás de él había una pequeña niña de unos diez años con el cabello color miel más lindo que había visto en mi vida, se parecía al de mi madre, solo que ella tenía el cabello corto hasta los hombros y dos pequeñas colas que estaba amarradas con lazos de color blanco, ojos color miel y mejillas rosadas y regordetas.

— Buenos días chicos. — Hagrid se hizo presente con un saludo amigable al que todos respondimos. — Mi nombre es Rubeus Hagrid y seré su profesor suplente mientras el profesor Kettleburn se recupera de su gripe.

La pequeña que estaba a su lado jalo de su pantalón.

— Ah cierto, ella es mi sobrina y mi pequeña asistente, Alma Hagrid.

La pequeña se sonrojó cuando todos pusimos la mirada sobre ella lo cuál me provocó mucha ternura. Mi corazón estaba acelerado y sentía una extraña necesidad de acercarme a ella y darle un abrazo, como si la conociera, cuando nunca antes en la vida la había visto.

La dulce Hufflepuff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora