Capítulo 50

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Cuando eres padre te imaginas una dulce vida para tus hijos, te imaginas verlos crecer, verlo por primera vez yendo al colegio, la emoción de haber hecho su primer amigo, su primera buena calificación, su primer amor, verlo convertirse en un profe...

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Cuando eres padre te imaginas una dulce vida para tus hijos, te imaginas verlos crecer, verlo por primera vez yendo al colegio, la emoción de haber hecho su primer amigo, su primera buena calificación, su primer amor, verlo convertirse en un profesional, luego casarse, pedir que tengas la oportunidad de ver a tus nietos antes de morir y luego que ellos te entierren el día que tu corazón deje de latir.

Ese es el ciclo de la vida.

Tu ves a tus hijos dar su primer respiro y ellos te verán dando el último.

Para Amos y Celeste Diggory la cruda realidad fue otra.

Amos siempre estuvo orgulloso del hijo al que estaba criando, Cedric era un gran mago de sangre pura, con las mejores notas de su generación, era perfecto, capitán del equipo de Quidditch, tenía una hermosa novia con la que planeaba casarse y sería el ganador de la copa de los tres magos.

Cedric era el hijo perfecto para él.

Dulce, bondadoso, con un corazón de oro querido por muchos.

La prueba estaba en su funeral y como tantas personas lloraron el día en el que ese chico se fue de este mundo.

Ahora él no se encontraba aquí y Amos sentía que una parte de él se había ido con su hijo.

Amos siempre soñó tener una pequeña a la cuál cuidar y proteger, una pequeña princesa que iluminará sus días como lo hacía su campeón.

La princesita de papá.

Cuando Celeste le dió la noticia de que estaba embarazada una vez más, Amos le rezó mucho a Merlin para que fuera una niña, tres meses antes de que la niña naciera, Amos tuvo que salir de viaje.

O eso fue lo que le hizo creer a Celeste.

Amos se había enamorado de una mujer que conoció en una floristería cuando iba de camino al trabajo o eso fue lo que él creyó, ambos estaban casados, presos de la monotonía y cansados de la misma, decidieron tener una aventura.

Después del nacimiento de su hija, Celeste espero con ansias la llegada de su esposo, el embarazo se complicó los últimos dos veces por lo que el parto fue difícil y se adelantó, la pequeña nació un 5 de Marzo entre mucha dificultad, lágrimas y casi llevándose la vida de Celeste.

Sin embargo ante todo pronóstico, Celeste había podido tener a su pequeña.

A la pequeña que su esposo tanto había deseado, estaba emocionado por contarle la gran noticia que se contuvo tanto tiempo de escribirle para decirle sobre la bebé, su esposo tardo cuatro meses en aparecer.

Celeste estaba muy preocupada, con un niño de dos años y una bebé recién nacida todo era muy complicado para ella y necesitaba de la ayuda de su esposo, Amos estaba encontrá de utilizar a los elfos como sirvientes, pero, antes la falta de ayuda Celeste se vio en la necesidad de tener que contratar a uno para que la ayudara a cuidar a sus pequeños.

La dulce Hufflepuff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora