Capítulo 30

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No podía evitar sentirme mal por la situación en la que se encontraba la relación de Alma con Draco

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No podía evitar sentirme mal por la situación en la que se encontraba la relación de Alma con Draco. Alma tiene miedo de acercarse a Draco por miedo a que se moleste como la última vez y Draco se siente como una mierda por haberle hablado de esa manera a Alma.

He intentado hablar con ella y hacerle entender que no tiene porque sentirse de esa manera, que Draco la quiere y que solo no está acostumbrado a estar con alguien, pero que la adoraba con todo su corazón y si la quería cerca.

Pero ella solo se refugiaba en mis brazos, no me quejaba me encantaba tenerla así pero esto es una relación de tres y no es justo que yo disfrute de Alma, cuando Draco muere por tenerla de la misma manera.

— Me jode que se acerque a mi de esa manera. — Exclamó Draco con enojo. — Ni siquiera cuando empezamos a esta mierda falsa se portaba así.

— Aún está algo sensible, dale tiempo. — Aconsejo Blaise.

— Cree que puede hacerte molestar si está encima tuyo mucho tiempo. — Lo mire. — Tus palabras le pegaron, solo quiere darte tu espacio.

Él soltó un bufido en forma de protesta, nos quedamos callados al ver a Alma acercarse a nosotros con una enorme sonrisa, hoy era domingo por lo que no traía su uniforme sino una falda a mitad del muslo color blanco con un suéter de lana color lila, su cabello estaba suelto y tenía una diadema del mismo color del suéter con su cabello suelto y unos zapatos blancos.

— Buenos días, chicos. — Se detuvo delante de nuestra mesa.

— Buenos días, Fiore. — La tome de la mano para se sentará en mis piernas y le di un pequeño beso en sus mejillas sonrojadas. — No te olvides de darle los buenos días a Draco.

Le susurré, ella asintió y se inclinó para darle un beso en la mejilla para se alejo rápidamente.

— Escuché que hoy había una fiesta en Revenclawn, ¿Irán? — Preguntó.

— Yo iré. — Blaise dejo su ensalada de fruta para verla. — Pero estos par de aburridos, no irán.

— ¿En serio? ¿Por qué?

— Tengo muchas tareas pendientes y Draco no tiene ánimos. — El nombrado asintió dándome la razón.

— ¿Te sientes mal? — Le pregunto con timidez.

— Simplemente no estoy de ánimos para fiestas.

— ¿Tú vas? — Le pregunté y ella negó.

— Si ustedes no van, no iré yo tampoco. — Sonrió. — Aparte, mi tío quiere que salgamos con Madame Maxine para que la conozca un poco mejor.

— Bien, dejenme solo. — Se quejo Blaise.

— Seguro Pucey y Flint te harán compañía, ninguno se ha perdido una fiesta desde que nos dejan asistir. — Comentó Draco.

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