Por eso uso la calculadora (Ryuvin)

23

— Gyuvin, ¿Por qué no vas a ir a la escuela hoy? — le pregunto su madre confundida.

— E-es que... estoy enfermo mamá — respondió el pelinegro con un puchero.

La señora lo miro dudosa unos segundos para luego suspirar.

— ¿Y de que estás enfermo? — pregunto levantando una ceja.

— ¡De amor! — se escuchó el grito de Taerae desde el pasillo junto a una risa juguetona.

— ¡Cállate! — el pelinegro le devolvió el grito mientras ocultaba sus mejillas sonrojadas.

— Dejen de gritar — pidió su madre — Está bien, Gyuvin, no irás a clases hoy; pero solo por hoy.

El menor asintió feliz ante esa respuesta.

Vio a su madre salir, y luego de unos segundos su hermano menor entro con una sonrisa pícara en su rostro.

— ¿Por qué sonríes así? — pregunto Gyuvin mirándolo extrañado.

— No, por nada — respondió sin borrar su sonrisa — es solo que ayer, ví algo muy interesante junto con Gunwook.

— ¿Ah si? — pregunto sin interés — ¿Y que cosa?

— Pues, te vimos a ti y al profesor Ricky — dijo, y el pelinegro lo vio alarmado — besan... ¡Ah! — grito

El rubio no pudo terminar de hablar, pues Gyuvin  se había lanzado encima suyo cubriéndole la boca.

— ¿Qué hacen? — la voz somnolienta de Gunwook los interrumpió. La noche anterior se había quedado a dormir.

Y en un descuido, Taerae logro sacar la mano de su hermano de su boca.

— Nada — respondió el pelinegro.

— Quítate — dijo el rubio y empujó al mayor para ir corriendo hacia su novio para abrazarlo — ¡Gunwookie!.

— Buenos días Raerae — dijo Gunwook correspondiendo el abrazo y dándole un beso en la frente.

— Existen hoteles para eso — dijo el pelinegro burlón.

— ¿Tu no pudiste conseguir uno ayer verdad? — contraatacó Taerae en el mismo tono.

El pelinegro tomo una de sus almohadas y se la lanzo a su hermano y mejor amigo, quienes riendo se fueron de la habitación dejándolo solo.

Se hecho en su cama soltando un suspiro y tocó sus labios recordando su beso con Ricky.

Mi primer beso... ¡Y fue con mi profesor!.