Por eso uso la calculadora (Ryuvin)

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Lo único que se escuchaba en la sala eran los minutos del reloj avanzando.

Por un lado estaban Taerae y Gunwook sentados juntos en uno de los tantos sofás de la sala, y en el otro, se encontraban Gyuvin y Ricky sentados en los extremos de este, mientras que la madre de Gyuvin se encontraba sentada en medio de ellos, cruzada de brazos y con un semblante muy serio.

Gyuvin quería que la tierra lo tragara y que lo escupiera en algún otro lado del mundo, y Ricky se estaba preparando físicamente para la buena  cachetada que probablemente la madre de Gyuvin le iba a dar.

— Mamá, llevamos 30 minutos sin decir absolutamente nada, podría.. — Taerae cerró la boca al ver cómo su madre lo miraba de manera amenazante — no dije nada.

Gunwook suspiro.

— Nosotros sobramos en esto  . dijo mientras se paraba junto a Taerae — es una discusión de tres, estaremos en la cocina — finalizó y salió de la sala junto a su novio.

Aquel silencio siguió presente unos segundos después de que la pareja se fue, pero fue cortado por la mujer.

— ¿Desde cuándo?.

— Mamá te lo pued..

— Gyuvin, ¿Desde cuándo? — volvió a preguntar, está vez con un tono de voz más fuerte. Qué logró asustar un poco - bastante - a Ricky.

— Y-yo... — tragó en secó — bueno...

¡Carajo, ni siquiera lo sé!

— S-señora K-kim, si me perm...

— Usted cállese — dijo mirándolo con algo de enojo.

— Me calló.

— Mamá — hablo Gyuvin — esto no es lo que tú crees, es solo...

— Por favor Gyuvin — lo interrumpió su madre — te acabo de ver a ti y tu profesor en la cocina besandose. ¿Cómo me vas a explicar eso?

El pelinegro abrió la boca para luego cerrarla automáticamente, no sabiendo exactamente que decir.

— N-no lo sé... — respondió con sinceridad mientras formaba el puchero.

¡Vamos Shen Ricky, ponte los pantalones!
Tienes que defender a tu precioso bebé.

— Señora — hablo Ricky con firmeza, la mencionada lo miro con expresión neutra y con una ceja levantada — se que puede pensar cualquier cosa de lo que acaba de ver — dijo mientras se paraba de su lugar y jalaba a Gyuvin hacia el — pero quiero decirle que yo amo a su hijo.

— ¿Encerio lo ama? — pregunto la señora con la misma expresión.

— Si, y mucho — aseguro el mayor mientras entrelazaba sus dedos con los del pelinegro, quien se encontraba totalmente sonrojado — Se que usted pensará que aún es muy poco tiempo de conocernos, pero enserio amo cada detalle de su hijo, amo cada faceta que me ah mostrado hasta el momento, me gusta pasar días enteros con el. Desde que llegó a mi vida hizo desaparecer la soledad que está tenía, espero acepte y dejé que nuestro amor florezca, por qué yo enserio lo amo mucho, y no pienso dejarlo solo por una intervención suya, no dejaré que usted nos separe de la bonita relación que estamos formando junto a Gyuvin.

— H-hyung — dijo Gyuvin con el rostro rojo y los ojos llorosos por las palabras del mayor.

La mujer los miro sin borrar aquella expresión, para luego de unos segundos soltar un suspiro.

— Está bien, se que cuidaras muy bien a mi hijo y eso esperó. No me opongo en su relación — dijo la madre de los menores.

¡¿Ya dije que amo a mi madre?!

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