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Luego de ayudar a su madre con el almuerzo y de comer, Gyuvin se encontraba en su habitación dándose una relajante ducha

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Luego de ayudar a su madre con el almuerzo y de comer, Gyuvin se encontraba en su habitación dándose una relajante ducha.

Por otro lado, estaba el profesor Ricky, quien estaba en camino a la casa del pelinegro, nervioso.

¿Por qué nervioso?

Hoy, estaba decidido a confesar sus sentimientos hacia el menor.

Porque si, Ricky se había enamorado de Gyuvin en muy poco tiempo. Y sabía que existía una posibilidad de que; si hace lo que piensa hacer, su trabajo se puede ir a la mierda.

Pero estaba dispuesta a arriesgar esos y además; ya había llegado a la casa del pelinegro y no podía ser un cobarde y regresar.

Se acercó a la puerta y soltando un suspiro tocó la mencionada, de está salió la madre del niño que hace latir su corazón.

— B-buenas tardes se-señora Kim — se regañaba mentalmente por haber tartamudeado.

¿Tan nervioso se encontraba?

Pues si.

— Buenas tardes profesor — le devolvió el saludo la mujer con una sonrisa — pase, sea bienvenido — dijo mientras se hacía a un lado.

El profesor hizo una reverencia y entro a la residencia, observando la casa a todo detalle.

Es la primera vez que viene.

— Gyunnie se encuentra en su habitación, es la última a la izquierda — informo la mujer — disculpe profesor, pero debo ir a comprar algunas cosas, asique los dejaré solos por unos minutos.

— Claro, no se preocupe — dijo con una sonrisa, tratando de ocultar su nerviosismo.

— Bueno, adiós profesor — dijo mientras salía de la casa.

El profesor se despidió de la mujer y cuando la puerta fue cerrada, soltó un gran suspiro, con nervios subió las escaleras hacia la habitación de Gyuvin.

El profesor se despidió de la mujer y cuando la puerta fue cerrada, soltó un gran suspiro, con nervios subió las escaleras hacia la habitación de Gyuvin

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Por eso uso la calculadora (Ryuvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora