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— ¿Hyung? — pregunto mientras entraba a la azotea de la escuela

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— ¿Hyung? — pregunto mientras entraba a la azotea de la escuela.

Al entrar por completo, quedó encantado al observar todo el lugar.

Todo estaba perfectamente decorado por algunas velas a los alrededores, guirnaldas de papel y un cartel que decia: “Para mi hermoso Gyunnie”.

Podía sentir su corazón latir de manera desenfrenada y el calor subirse por sus mejillas, al igual sentía como una gran sonrisa apareció en su rostro.

Era hermoso.

— ¿Te gusta? — la voz de Ricky se escuchó a su lado.

Volteó y lo miro con una sonrisa, asintiendo.

— Me encanta — dijo.

El pelirosa soltó un suspiro de alivio y se acercó el menor, rodeando su cintura con sus brazos.

— Pensé que sería demasiado — menciono juntando su frente con la del rubio, quien negó sin quitar esa sonrisa de su rostro.

— Lo que me importa es que sea un detalle tuyo, Hyung — dijo mientras rodeaba el cuello del mayor con sus brazos — Te amo Ricky Hyung.

— Y yo te amo a ti Gyunnie — dicho esto, ambos se fundieron en un cálido y dulce beso.

El cuál duro muy poco, pues una canción muy conocida por Gyuvin se escuchó al igual que la voz de su mejor amigo.

— Pensé que tendríamos nuestra propia fiesta, no que ustedes se pasarían toda la noche besandose como si no hubiera un mañana — se quejo a modo de broma.

— ¿Ustedes también hicieron esto? — pregunto curioso al ver cómo los demás aparecían.

— Les pedí ayuda para organizar esto — contó Ricky, abrazándolo por la cintura.

— ¿Vamos a bailar o qué? — pregunta su hermano menor con prisa, ganándose una risa por parte de todos.

— ¡A bailar! — grito su madre mientras subía el volumen de la música.

— ¿Enserio escogiste está canción? — pregunto mirando a su novio con algo de diversión en su rostro.

— No quería ser muy romántico, además, está canción es muy buena — dijo — ¿Bailamos?

— Será un placer.

Todos se pusieron a bailar al ritmo de la pegadiza música en la pista improvisada mientras cantaban la canción entre risas; unidos como la familia que eran.

Todos se pusieron a bailar al ritmo de la pegadiza música en la pista improvisada mientras cantaban la canción entre risas; unidos como la familia que eran

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Fin. (Luego se publicarán los extras)

Por eso uso la calculadora (Ryuvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora