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Gyuvin se encontraba llorando — como si fuera un viudo que perdió a su pareja recientemente — sobre el sillón mientras Ricky y Taerae trataban de consolarlo sin saber la razón exacta de su llanto

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Gyuvin se encontraba llorando — como si fuera un viudo que perdió a su pareja recientemente — sobre el sillón mientras Ricky y Taerae trataban de consolarlo sin saber la razón exacta de su llanto.

Por otro lado estaba Gunwook, quien se encontraba sentado en la otra esquina del sillón buscando una buena película en la televisión.

“No da nada bueno los domingos”

— Cariño, ¿Por qué lloras? — pregunto Ricky por enésima vez en la tarde.

Gyuvin negó con la cabeza sin querer decir la razón de su llanto.

Taerae suspiro — Gunwookie, ayúdanos — pidió.

— Es Gyuvin, se le pasará después de un rato — dijo sin dejar de cambiar de canal.

El menor lo miro con un mohín en los labios y se le acercó para quitarle el control remoto — Si no haces algo, te pondré en abstinencia por una semana — sentenció.

— Gyunnie Hyung, ¿Por qué lloras? — dijo rápidamente acercándose a su mejor amigo. Taerae sonrió contento.

— Ricky tu eres su novio, has algo — hablo Taerae.

— ¿Qué quieres que haga? ¿Buscar en internet-. “Como calmar a mi novio si está llorando”? — pregunto con sarcasmo.

— Ricky — susurro Gunwook — si no haces que Gyuvin deje de llorar, ese niño — señaló de manera disimulada a su novio — me dejará en abstinencia — dijo con un tono de terror.

El mencionado rodó los ojos y suspiro.

— Pero que...

El sonido de la puerta ser abierta se escuchó y la mirada de los cuatros chicos se posó sobre la mujer que recién acaba de llegar.

— Hola chic- — no completo su frase al ver cómo uno de sus hijos estaba llorando y el otro, junto a sus queridos yernos estaban tratando de consolarlo. Ella suspiró sabiendo la razón del porqué su hijo mayor estaba llorando — iré a mi habitación a descansar, acuérdense que dentro de una hora iremos a cenar — dijo mientras subía las escaleras.

— ¡Si! — respondieron los menores.

— ¡Ya! — hablo Taerae después de un rato — Gyuvin, ¡Ya dinos que carajos te pasa!

El pelinegro limpió un poco sus lágrimas para poder hablar.

— Y-ya s-salio... — habló en un susurró casi inaudible.

Los contrarios lo miraron sin entender.

— ¿Qué? — pregunto Gunwook.

— Y-ya salió — volvió a decir un poco más fuerte.

— Qué cosa salió, Vin? — cuestiono Ricky.

— ¡El comeback de mi grupo favorito! — respondió el pelinegro antes de volver a llorar.

“Ay, Gyuvin.”

Por eso uso la calculadora (Ryuvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora