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— Hyung, no importa — dijo el pelinegro con una sonrisa divertida en su rostro

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— Hyung, no importa — dijo el pelinegro con una sonrisa divertida en su rostro.

— ¡Pero Vinnie.... — fue callado por los labios del menor.

Cuando se separaron Ricky formó un puchero.

— Contaba con que usted se olvidará de nuestro aniversario y no me importa — dijo sincero.

— Lo lamento Gyuvin... — hablo apenado el mayor, soltó un suspiro antes de seguir — soy un mal novio...

— Claro que no, Hyung — se acercó a su rostro y dejo un beso sobre su mejilla — se que ahora su trabajo aumento desde que le dieron el puesto como profesor permanentemente en la escuela.

— Eso no me justifica...

Gyuvin soltó una pequeña risilla, recostó su cabeza sobre el hombro del mayor y entrelazó su mano con la del contrario.

— ¿Puede abrir mi regalo? — pregunto el pelinegro.

Escucho al mayor suspirar y se sintió alegre cuando una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

— Está bien — hablo con una sonrisa.

— ¡Yei! — dijo feliz y dejo otro beso sobre la mejilla del mayor.

El mayor se acercó a la caja que estaba frente a ellos y la tomo entre sus brazos.

— ¡No lo sacuda! — le grito Gyuvin asustado al verlo a punto de sacudir la caja.

— ¿Es frágil? — cuestiono el mayor con curiosidad.

— Es muy, muy frágil Hyung — respondió el menor.

El contrario asintió dejando la caja en el mismo lugar, se le hacía curioso que la caja fuese de un tamaño grande, ¿Que había dentro?.

— ¡Ábrelo! — le dijo emocionado el menor.

El mayor acato las órdenes de su lindo novio y comenzó a abrir la caja lentamente. Una vez que la abrió por completo, se sorprendió al ver un hermoso cachorro desde dentro de la caja, sentado y viendolo con curiosidad.

— ¿Le gusta? — pregunto con temor.

— G-gyu... yo...

— No le gusta... ¿Verdad? — dijo con un puchero.

— Me encanta — hablo el mayor mientras tomaba al pequeño animal entre sus manos y lo cargaba como si de un bebé se tratase.

— ¡¿De verdad?! — volvió a preguntar y el mayor asintió con una sonrisa en su rostro sin dejar de ver al lindo cachorro.

“¡Soy el amo de los regalos!”

“¡Soy el amo de los regalos!”

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Por eso uso la calculadora (Ryuvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora