24: Los ojos del perro triste.

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Sé que muchas veces he dicho que nunca le habría hecho daño, pero es más por arrepentimiento que por amor

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Sé que muchas veces he dicho que nunca le habría hecho daño, pero es más por arrepentimiento que por amor.

Hice muchas cosas cuestionables en mi vida, y me equivoqué, como cualquiera.
La diferencia, es que no todos tenían la dicha de encontrarse con un tritón, y la culpa en esas situaciones, es difícil de superar.

Después de tantos años, aún sueño con ese día; quisiera retroceder el tiempo, no para evitarlo, sino para mirar su rostro y sentir que debía implorarle por su perdón.

Sé que Axl no comprendió la situación, y eso lo hace mucho peor.

Un ser como él, jamás debió cruzarse con el humano.
Su vida era mejor cuando sencillamente nadaba y tallaba huesos.

Me gusta creer, que él habría sido más feliz en su vida solitaria, aunque a veces me miento con que conocernos fue lo mejor que nos pasó.

¿Es nuestra historia de amor una mentira?
Definitivamente, no. Pero como cualquier principiante en la magia de las relaciones, hubo cosas que desearía no haber hecho.

Sé que quiero volver a verlo, a sentir su aroma, y a mirar la palpitación de su corazón a través de su pecho, pero eso ya no es posible.

Por eso queda recordar; arrepentirme, porque algún día, mis manos tocaron al ser más bello en la faz de la Tierra, y aunque lo supe valorar, no había un final feliz para nosotros.

Despertar cada mañana en esa cueva, era un martirio.
Axl se había acostumbrado a tenerme ahí, y a alimentarme de la médula de los huesos que llevaba especialmente para mí.

Tengo la teoría, de que me percibía como una hembra, pero eso no lo limitaba a dejarse recibir cariño.

Solo sé, que se preocupaba.
Buscaba mi comida, y hacía del nido lo más cómodo posible.

Me ronroneaba por las noches, mientras pasaba sus garras por mi espalda, causándome cosquillas.

No suena tan emocionante, pero lo era.
Aprendió todas esas cosas para estar conmigo, para entendernos, y demostrar que aún con todas las diferencias, podíamos estar juntos.

La última tarde en la cueva, Axl salió por algún tiempo, que aproveché para seguir buscando alguna salida, y la encontré.

Irme de ese modo, era cruel, pero ya no quería seguir con él.

No porque no lo quisiera, es mucho más complicado que eso.
Creo que la gente no entendería, lo que significaba estar solo en un lugar tan lejano, y que la única interacción, fuese con una criatura oceánica, en un sentido meramente romántico.

Me senté en un rincón de la cueva, esperándolo, y pensando en porqué carajos me escogieron a mí para un proyecto así.

Yo era inexperto, y muy influenciable en ese entonces; supongo que incluso sin enamorarme, no habría soportado un año entero en ese infierno.

Debajo del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora