Capitulo 9

133 11 2
                                    

Lo que nunca supimos de ella.

El As bajo la manga.

—¿Por qué crees que se enfureció?— interroga la mujer sentada frente a mi.

—Porque es una historia de mi vida— musite a penas audible.

—¿Y que dice esa historia de tu vida?— su pregunta me agarró por lo bajo.

Trague grueso desviando la mirada a un punto inespecífico. Hice una mueca de disgusto con los labios y dejé caer mi cuerpo nuevamente en aquella camilla.

—De mi vida amorosa— confesé.

—¿Y en tu vida amorosa el no tiene mucho protagónico cierto?— sus preguntas solo me deprimen mucho más.

—No— negué frenética.

La mujer asintió de manera extraña y me regaló una sonrisa tranquila. Se levantó de su lugar y camino hasta donde me encontraba yo.

Lágrimas desprendieron de mis ojos y las seque rapidamente sollozando. Poso su mano sobre la mía y de manera inesperada ya estaba acunando me entre sus brazos.

Mi llanto se volvió uno más desconsolado y le corresponde aferrando me a ella.

Su aroma me recordó al de mi madre y no pude evitar visualizarla como ella. La confianza de alguna forma nace y se me fue inevitable no querer abrirme con mis sentimientos teniendo la junto a mi.

—Puedes contarme lo que sea cariño— musito deshaciendo nuestro abrazo. La miró directamente a los ojos y asiento con tranquilidad.

—Nada de lo que me digas saldrá de aquí ¿Okey?— sonríe y se sienta al pie de la cama con postura firme.

—Muy bien— seco nuevamente mis lágrimas y sonrió intentando no llorar —Estoy enamorada, de un hombro fabuloso, podría decir que es el amor de mi vida—

—¿Y supongo que tus hijas son de el también?— adelanto al instante.

—Si— afirmo.

No me avergüenza decir que Tom es el padre de mis hijas. Soy la única que tiene la dicha de poder confirmar semejante noticia.

Más sin embargo. Algunos creen que Ian es el papá y dadas las circunstancias, debo decir que así es.

—¿Qué te trajo hasta este punto?— su pregunta me hace sentir acribillada pero se supone que es una mujer de confianza. No debería mentirle, más cuando se trata de mi "estabilidad" (si es que algo queda de ella) emocional.

—Ian— suspiro con cansancio —Lo conocí cuando tenía dieciocho años. Me secuestraron y luego de eso, mi padre lo asignó como mi guarda espaldas— suelto una risa seca —Conforme pasaban los días el estuvo para mí hasta el último momento—

—¿Y Tom?—

—Estabamos de novios en ese entonces. Tuvimos una fuerte discusión y luego Ian y yo nos acercamos mucho más hasta que...— el nudo en mi garganta se forma —Hasta que tuvimos sexo—

La mujer frente a mi no se molesta en hacer muecas o caras extrañas y solo se dedica a prestar suma atención a mis palabras.

I Just Wanted To Love You (Sarah Thompson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora