I Just Wanted To Love You (Sarah Thompson)

Una nueva historia.

Un año después.

Sarah Thompson.

—¿Como te sientes? Digo, porque se cumplió un año más recientemente y parece que no lo estas procesando como  esperaba...—

—Por supuesto que no lo procesaré como todos esperan que lo haga. No es tan sencillo pero ustedes creen que soy una exagerada... Ninguno me entiende—

Un año más... Otro puto año más y yo no he aprendido a vivir sola, o al menos no sin el.

Le conté a papá de la psicóloga que me atendió cuando quise acabar con mi vida de manera tan patética.

El la buscó y la trajo hasta aquí porque segun el, no tengo el comportamiento de "Una buena madre" hacia mis hijas. Porque no he sabido manejar mejor las cosas sin perder el control... Pero ¡Oh claro! Sarah aprendería a vivir con miserables recuerdos del amor de su vida, mintiendo le y engañando lo... Por supuesto que aprendería a vivir tranquila con eso.

Y tampoco me resultaría una carga el hecho de que tendré que criar a dos niñas sin su verdadera figura paterna.

¿Qué haré? ¿Mostrarles fotos de Tom y decirles que su padre fue a comprar cigarrillos y aún no a llegado?

Esa sería una estupenda manera de decirle a mis bebés que tienen un papá el cual no tiene ni la más puta idea de que ellas y ¡YO! ... Todavía existimos.

Soy pésima como madre. No puedo evitar llorar cada vez que las veo o las escucho decir papá... Y lo más triste de todo es que es la única palabra que más les gusta decir.

Papá papá papá papá.... Siempre es papá. Muy pocas veces dicen mamá y dios, la culpa, el dolor, todo me persigue y me carcome lentamente dejando me un enorme vacío de lamentos y desprecio hacia mi misma por lo estúpida que he llegado a ser durante nueve años.

Nueve malditos años sufriendo por una misma persona. La cuál me estuvo odiando hasta el último segundo... Pero para que seguir dando le vueltas a lo mismo.

La felicidad se me negó hace mucho tiempo, solo tengo que aprender a vivir con lo que me queda.

—Sarah— la mujer hace una pausa para amasar sus sienes —No estoy aquí para discutir, estoy aquí para ayudarte a mejorar—

—¿Mejorar?— interrogo ofendida —Segun usted... ¿Cuál es su receta mágica para que yo pueda mejorar?—

La mayor suspira con cansancio y cierra libreta de anotaciones. Se retira sus gafas y las cierra por encima de sus piernas cruzadas.

Medita por unos segundos con los ojos cerrados para luego abrirlos dibujando una sonrisa ladina.

Yo enarco una ceja y volco mis ojos con fastidio. Solo quiero que está estúpida sesión o como le llamen, se termine de una vez por todas y así poder descansar mi mente por al menos unas horas.

Es una verdadera tortura tener que hablar de mis sentimientos con personas que no hacen el esfuerzo para comprender me. Solo esperan a que yo cierre aquel libro y comience con una nueva historia de la nada.

—No haré más preguntas sobre ti—

—Vaya noticia— notase el sarcasmo. La mayor suelta un risa seca y vuelve la mirada a mi.

—¿Cómo están tus hijas?— su pregunta me desconcierta. ¿A qué viene eso?

—Bien— respondo de todas formas —Samantha es quien se encuentra enferme en estos momentos— me cruzó de piernas y reposo mi peso en el espaldar de la silla.