I Just Wanted To Love You (Sarah Thompson)

Una mentira más.

Dos horas antes...

Tom Kaulitz.

—Te amo— digo con la garganta apretada—Hoy, mañana, todos los días y siempre—

—¿Y en otra vida?— pregunta a través de la línea con la voz quebrada.

Ella sabe cuál será mi respuesta. Sabe que la amo desde la primera vez que la vi pasar junto a mi y a la otra chica que no recuerdo prestando atención a nuestras conversación. Curiosa de saber quién era yo...

—En todas las que el destino decida reencontrarnos mi cielo— termino de decir y sonrío recordando lo feliz que he podido ser teniendo a esa mujer junto a mi.

No sé escucha más nada y la llamada se corta. Giro sobre mis talones y encuentro a Taison con la mirada perdida.

Ya no le presta atención a la televisión y aprovecho de apagarla. Dejo el control sobre una mesa junto a su cama y me siento a su lado.

No le queda mucho tiempo. Su aspecto tan demacrado me lo dice a gritos y no sé de qué manera decirle si quiera que Sarah está embarazada. Lo que no puede ser tan malo porque lo único que ha hecho Taison es amar a Sarah... Y el verdadero problema viene en que no sabré como decirle a ella que Taison falleció y ni siquiera pudo despedirse.

Él me dejó muy en claro que no quería que Sarah supiera pero no puedo simplemente decir que desapareció sin más. Debe saberlo y las niñas también...

—¿Ella se encuentra bien?— lo oigo decir aún sin mirarme.

Su voz suena rasposa y forzada. Como si hasta el simple hecho de respirar le complicara la vida entera.

—Si. Fue a casa de Bill. Allí estará mucho más seguro que en la mía o en cualquier otra parte— digo con desánimo.

El peli negro a penas voltea para mirarme y una lágrima se desliza por su mejilla palida.

—No creo que resista mucho— suspira con agonía y se remueve para acomodarse —No pensé que me daría tanto miedo morir jóven—

—En algún momento todos vamos a morir— continuo —Nunca sabremos cuando o como pero solo pasará... Y en ese momento nos daremos cuenta de que nuestra misión aquí ya se cumplió—

—¿Y cuál es mi Misión?— interroga con la mandíbula temblando.

Yo le dedico una mirada significativa y sonrío a penas con amargura por lo que diré.

—Devolverle la esperanza a Sarah— la habitación se queda en silencio y a penas se escucha el «beep» repetitivo que emite la máquina que se conecta a Taison.

Y aunque eso me moleste de alguna forma, él fue el único que le demostró a Sarah que se puede amar sin ser prisionero de nadie, que amar no es solo tener química y buen sexo o tal vez una familia.

Cuando amas a una persona, pones por encima de tu felicidad la de ella... Y eso fue lo que hizo. Enseñarle que sin importar que no sea correspondido, la capacidad de verla triunfar y verla sonreír es mucho más fuerte.

Sarah dejó de tener una vida miserable cuando lo conoció. Desde ese momento ha demostrado ser el hombre que yo jamás seré.

—Y estaré en deuda contigo eternamente por hacerla ver qué si existen personas buenas en el mundo y qué puede ser amada sin ser atada—

El peli negro me mira con el rostro empañado y asiente sorbando su nariz.

Me destruye el hecho de saber que una vez más Sarah tendrá que sufrir y ahora que está embarazada de nuevo, lo peor que puedo hacer es decirle lo que sucederá con Taison.