Al día siguiente Andrea fue con una motivación diferente, estaba dispuesta a luchar con uñas y dientes para conseguir su puesto de antes. Para eso, tendría un plan maestro debajo de la manga; el primer movimiento que usaría sería salir con Thiago, el estar juntos sería un fácil escalón de camino hasta la popularidad, sería demasiado sencillo tenerlo, aprovecharía esas horas de trabajos en grupo para poder dar su mayor esfuerzo.
—Debes estar demente— exclamó Chiara cuando escuchó la idea de su amiga—, definitivamente demente... pero cuentas conmigo.
—Solo debo aprovechar las horas junto a él, no debe ser un problema conquistarlo.
—No lo sé, todo el mundo piensa que Thiago y Sara andan, aunque a veces Thiago la rechaza frente a todos.
—Será sencillo. Chiara, todos los chicos son tontos y fáciles de conquistar, solo debes darle la atención adecuada.
La puerta de la cafetería se abrió dejando escuchar varias risas al entrar. Andrea giró su cuello para observar el momento justo en que Thiago entraba junto a sus compañeros de equipo buscando un lugar en donde sentarse. Los ojos de Thiago se habían posado sobre los de Andrea, y sin una pizca de timidez, guiñó un ojo para saludarla como si se conocieron desde hace ya varios años.
—El tipo de chica de Thiago es todo lo contrario a Sara, y ser todo lo contrario a Sara es lo más fácil en el mundo porque la conozco demasiado bien.
Chiara no estaba tan seguro como Andrea, en especial porque pensaba que en realidad solo intentaba buscarle las cosquillas a Sara, pero era divertido hacerlo de todas formas y fue muy fácil convencerla a que se una al plan.
—¿Qué hay de esa niña que dijiste que vive contigo? — preguntó Chiara.
—Sabrá como llegar a casa. No me importa, mi único enfoque es salir de aquí para volver a mi vida normal.
Mientras Chiara terminaba su comida, Andrea recordó que en cuanto pusiera su plan en marcha, también tendría que alejarse de Chiara porque solo entonces su vida sería igual a la de antes. Le pesaba la idea de tener que volver alejarse de ella, por fin se había sentido más relajada después de un largo tiempo ignorándose mutuamente y tendría que volver a acostumbrarse a no tener su compañía de nuevo.
...
Los dedos de Andrea tamborileaban sobre la mesa negra, había intentado pasar por desapercibida el hambre esperando a Thiago, en especial porque no tenía dinero suficiente para pedir dos cosas, así que había decidido guardar hasta que llegara él y crear una atmosfera más amigable, pero ese momento jamás llegó.
Thiago le había dicho que llegaría tarde y Andrea se había aferrado a eso. Su espalda estaba entumecida, su estómago le rugía cada vez más recordando lo vacío que estaba, sus ojos se cerraban producto del aburrimiento y apenas podía sentir el trasero después de haber estado sentada tantas horas en el mismo lugar.
—¿Vas a pedir algo o no?
Andrea apenas pudo levantar la mirada, y su cansancio se sintió aún más al ver el rostro frío de Dareh. Pensó que debía acostumbrarse a verlo siempre serio, porque por lo general, siempre lo veía con una sonrisa y, su voz suave era la única que soportaba de todos los chicos, que incluso podía escucharlo por horas hablar del mismo tema sin caer en la locura. Sabía que se estaba volviendo loca, porque lo primero que estaba dispuesta a preguntarle es como iba la pintura que él había prometido enseñársela apenas la acabara y por una fracción de segundos, se preguntó que estaría haciendo el Dareh de su realidad.
—Espero a Thiago— respondió.
—¿Y eso que tiene que ver con mi pregunta?
—No pediré nada.
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Metanoía.
Teen FictionAndrea se ve envuelta en un mundo nuevo con personas que ya conocía después de su cumpleaños número dieciocho, al despertar descubre que ha regresado un año en el tiempo con un ligero cambio: su vida no es como antes. Las personas que ella antes con...