Andrea caminaba con cautela en el espacio negro que la rodeaba, cada tanto giraba para cuidar sus espaldas cuando sentía que algo o alguien la observaba con demasiada curiosidad. A pesar de estar sola con la presencia de la libreta, sentía que había miles de personas más invisibles a su alrededor.
—Nos observan, no estás del todo loca al sentirte así— exclamó la presencia—. Después del fallo en el sistema, quieren asegurarse de que no haya más errores con los humanos y observan cada paso que damos.
—¿Qué fallo en el sistema? ¿Me dirás dónde estoy? ¿Qué sucedió con Dareh?
—Este es uno de los trabajos más difíciles que he tenido... ¿recuerdas a Priya?
Andrea asintió.
—¡Fue mi trabajo anterior! ¿Quieres oír su historia?
—No.
La presencia frunció el ceño, raramente se negaban a que contaran la historia de su anterior trabajo cuando tenía un nuevo trabajo designado.
—¡Priya había respondido exactamente lo mismo!
Andrea intentó acelerar el paso cuando oyó murmullos muy cerca de ella, aunque creía que llevaban caminando horas, la verdad es que no se notaba ninguna diferencia porque no había nada distinto a medida que avanzaba; o eso sentía porque en realidad no sabía si realmente se estaba moviendo.
—¿Estás lista para regresar a tu mundo?
—¿Por qué iba a querer regresar?
La presencia dio un salto en el aire y empezó a flotar alrededor de Andrea. Sabía que el último paso era el más importante para una salida correcta al mundo real, por lo que todo lo que decía Andrea debía ser tomado con pinzas y observado detenidamente.
—Tienes razón, ¿por qué ibas a querer volver? Qué de bueno tiene un mundo donde a nadie le importabas, ¿no?
Delante de ella se extendieron recuerdos que había visto con anterioridad. Observó la memoria de cuando su padre se marchaba, la vez que Sara había provocado la pelea con Chiara y que ella se lo había creído sin dudar, las veces en que se encontraba en un evento de su madre más sola que la planta en la esquina del salón.
—¿Por qué me muestras eso si quieres que vuelva? — refutó ella.
Con un chasquido, los recuerdos que tanto odiaba Andrea desaparecieron. Uno brilla con intensidad a la distancia, con cada paso que daba ella para acercarse, más tomaba forma y más se sentía atraída. Se había olvidado por completo de las miradas penetrantes que tanto le había molestado al principio. Sus pies pasaron de caminar, a correr por el lugar oscuro hasta tener el recuerdo frente a ella.
Estiró su mano un poco titubeante y lo tocó, la superficie fría le provocó un escalofrío y retrocedió por instinto, la presencia atravesó el recuerdo y este empezó a reproducirse. Se vio a si mismo de pequeña, estaba sentada en el jardín hasta que notó una pelota a su lado, la intentó patear con fuerza, pero tropezó con sus propios pies y cayó al suelo de espalda. Lloró desconsoladamente en el suelo mientras cubría su rostro con las pequeñas manos, en realidad, no lloraba por la caída o el golpe, Andrea sabía que los días después de la muerte de su padre no había momento en que no llorara por cualquier cosa mala que le pasara. Su madre, que había escuchado el llanto desde su oficina, había corrido para consolarla entre sus brazos y llevarla al interior de la casa.
Otro recuerdo al lado de ese se había empezado a reproducir, Andrea frunció el ceño al notar a Walter entrando al comedor y dejando su plato de comida en la otra esquina de la mesa y sentarse en silencio... solo por unos segundos. Andrea recordaba como Walter siempre le preguntaba sobre sus clases, sus amigos y los libros que siempre le veía en mano cuando se la chocaba en casa. Ella había recordado las millones de veces que Walter la había acompañado, aunque no era su obligación, como el recital de teatro que le había llevado un gran ramo de flores y había sido el tema de conversación entre sus compañeras porque ningún padre había llegado con algo tan exagerado.
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Metanoía.
Teen FictionAndrea se ve envuelta en un mundo nuevo con personas que ya conocía después de su cumpleaños número dieciocho, al despertar descubre que ha regresado un año en el tiempo con un ligero cambio: su vida no es como antes. Las personas que ella antes con...